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Nuestra primera vez en muchas cosas

en Sexo con maduros

Deseaba verla con otro hombre.

Siempre lo tenía metido en la cabeza, me la follaba y pensaba que era otro el que se la estaba metiendo.

Así empezó mi obsesión por verla follar con terceros, cada día me ponía más y más.

Me llamo Julio tengo en la actualidad 40 años, soy un tipo deportista, 180 musculado, me cuido mucho, no soy feo y mi polla es de lo más normal creo que en la media.

Mi mujer Mirian, deportista profesional competidora, un cuerpo de infarto, pelo liso morena-castaña (alguna vez se lo tiñó de pelirroja), tetas preciosas no muy grandes pero muy firmes y sobre todo pezones brutalmente sensibles, piel de seda, unos pies perfectos, unas piernas ligeramente musculadas con formas de diosa griega, muy guapa de cara y sobre todo su culo, simplemente perfecto.

A sus 26 años, no conozco aun ningún tío que la mire y no vea en sus ojos la cara de deseo por ella.

Nos conocimos hace dos años, evidentemente en el gimnasio donde entrenábamos los dos, entre charlas y charlas acabamos quedando un día y a la semana ya estábamos viviendo juntos. Soy muy activo sexualmente y me considero buen amante, pero mi mujer es un volcán en constante erupción, en cuanto la toco el cuello, la paso la mano por el culo, ya me busca la boca y me mete mano con ganas de guerra.

Follábamos como posesos todos los días, pero pasando el tiempo empecé a pensar que ella necesitaba más de un hombre y empezamos con los juguetes.

Pollas vibradores y plugs fueron nuestros preferidos.

Y así poco a poco fuimos escalando en nuestras fantasías hasta hablar claramente de ello.

Ella siempre fue muy sumisa conmigo, yo llevaba siempre las riendas en nuestra relación y en la cama más aun, así que acabo cediendo cuando la propuse buscar otro tío para que se la follara junto a mí. Lo único que me pidió es que fuera yo el que eligiese que ella no quería saber nada hasta llegar el momento de hacerlo.

Me lo puso a huevo, así que me sumergí en mis más sucios deseos y pensé que era lo que más morbo me daba.

Lo tuve claro, siendo tan preciosa y estando tan buena quería verla con un tipo mas maduro que yo, sin importarme su físico ni su raza, pero sí que fuese algo dominante con ella y sobre todo que tuviera un buen rabo.

Publiqué un anuncio y entre en chats de cornudos para buscar al candidato. En el proceso de búsqueda y hablando con unos y con otros, pensé mas allá de mi deseo de verla follar con otro y decidí que no iba a ser una noche, ya que algo podría fallar por nervios o cualquier otra circunstancia. Sería un fin de semana completo compartiendo no solo la noche si no también el día.

Para poder gozar esta nueva situación que se me había ocurrido era evidente que, por si acaso, nos desplazaríamos fuera de nuestro entorno habitual para evitar situaciones tensas con posibles casualidades con conocidos y amigos.

Decidí que viajáramos fuera de Madrid a un lugar donde nosotros y el invitado no tuviésemos problemas de arraigo.

Una vez hablado con mi mujer, mi nueva vuelta de tuerca a mi fantasía (suya también, aunque se hacia la dura), me puse de lleno a la busca y captura.

Tras dos semanas de filtrado y conversación con varios de los elegidos, me decidí por un tipo de 58 años que vivía en Zaragoza, divorciado con hijos ya mayores, un tipo grande con bastante barriga, aspecto muy rudo, trabajaba como comercial de maquinaria agrícola, bastante culto y educado y según el con experiencia en ¨jugar con casadas jovencitas dándoles cosas que sus maridos no pueden o no saben¨.

Su seguridad al hablarme de la cuestión y su total disponibilidad a viajar sin ningún problema donde fuese hicieron que me decantara por el en principio.

Le comenté a mi mujer que ya casi tenía decidido el invitado y que si me daba el ok ponía en marcha todo mi plan.

Mirian fue contundente:

- Yo soy tuya mi amor, y como ya te dije, si es lo que quieres lo haré por ti hazlo cuando quieras y con quien quieras, si tu lo vas a gozar yo con verte gozar a ti también lo haré.

No quedaba ninguna duda. A al día siguiente contacté con mi nuevo amigo, le envié unas fotos muy sugerentes de mi mujer y le dije que nos veríamos en Barcelona ese mismo fin de semana. Nosotros llegaríamos el viernes tarde al hotel y nos volveríamos a Madrid el Domingo noche.

El me contesto que no se creía que fuese aun en serio y que me garantizaba que si mi mujer estaba así de buena y era tan caliente como le decía, me iba a enseñar cosas que yo no sabía de ella.

Cierto es que hasta la fecha me había hablado de que tenía una buena polla, pero aún no se la había visto, así que me envió un video con mi mujer de salvapantallas del ordenador y comprobé que eso si era un rabo y no lo mío.

Tenía claro que había acertado, ya solo quedaba comprobar si en realidad me enseñaría cosas que yo desconocía de mi mujer.

En la conversación hablamos de cómo íbamos a rematar el acto y me dijo que si queríamos gozar de verdad lo mejor sería que días antes nos hiciéramos analítica de venéreas y sida para poder follar sin ningún miedo ya que sabía que mi mujer tomaba píldora y enseñárnoslas mutuamente. Me pareció una idea excelente y que nos dejaría a todos mas tranquilos.

El jueves noche ya no pegue ojo pensando en lo que pasaría al día siguiente, el morbo que me daba me excitaba, me hacía dudar, me hacía tener miedo para a la vez lo estaba deseando.

No follamos en toda la semana mi mujer también estaba nerviosa, ya que yo no la decía nada, pero me conoce y sabia que no la follaba adrede para que estuviese mas caliente el fin de semana.

Nos levantamos el viernes, hablamos poco, teníamos una calma tensa. Atendimos unos cuantos asuntos personales y cogimos el avión y aterrizamos en Barcelona, no hablamos nada del tema, como si fuese un finde normal.

Llegamos al hotel a las 19 horas, subimos a nuestra habitación y cuando estamos deshaciendo equipaje me sonó el wasap del teléfono:

- ¨Soy José Manuel, ya estoy en Barcelona, voy para el hotel, la mía es la 303 al lado de la vuestra en cuanto llegue te pego un toque¨

Le enseñé el mensaje a mi mujer. Se puso nerviosa, algo tensa, yo también estaba nervioso

Me daba un poco de vértigo la situación, estaba llevando a mi mujer a pasar un fin de semana con un desconocido que se la iba a follar con un rabo enorme y que me daba algo de miedo lo que me decía de que me iba a enseñar como era mi mujer de verdad. Algo en mi interior de decía que José Manuel tenía razón. Me daba la espina que mi mujer, como ya había pensado mas de una vez, necesitaba más en el sexo.

A las 20 horas sonó de nuevo mi wasap:

- estoy en mi habitación, nos vemos?

Le dije a Mirian que íbamos a verle, ella me dijo ves tu solo, yo me doy un baño relajante y ya le conozco cuando vayamos a cenar.

Me dejo un poco chafado, pero la hice caso. Sali de mi habitación y toque la puerta 303, ¨voy¨ me dijo y abrió José Manuel. Un poco más alto que yo, trajeado con cara de tipo duro pero muy amable, grandote de tamaño, con barriga unas manos más grandes que las mías, bien perfumado.

- ¨ ¿Dónde está el bomboncito? Me pregunto.

- Está dándose un baño, está nerviosa, pero no te preocupes, vamos para adelante.

- ¿Me gustaría comentarte un par de cosillas antes de que metamos la pata que te parece?

- Si dime sin problema, me parece bien.

- Veras quiero saber cual es tu limite de aguantar, te lo digo por que como te dije me gusta dominar a las mujeres y veras que poco a poco voy subiendo el listón hasta hacerme totalmente con ellas y me gustaría que antes de empezar tengas claro, que voy a hacer con ella y ella va a hacer conmigo cosas que no ha hecho contigo y eso te puede joder o crearos algún problema en la pareja y eso es algo que no quiero bajo ningún concepto.

Ahora si que me estaba acojonando un poco, su seguridad y rotundidad me dejaba sorprendido. A la vez me invadía la curiosidad y sobre todo el morbo de pensar que esto estuviese aun por encima de mis fantasías.

- José Manuel sin problema, me estas sorprendiendo con tu seguridad, pero no te preocupes, tu como si yo fuese tu colega en lugar del marido de Mirian.

- ¿Fenomenal, pues nos vemos a las 21 en el restaurante? No me l vistas con pantalones por favor que baje con algún vestido de esos largos, si puede ser.

- A las 21 te vemos, y en vestido, no hay problema.

Me fui para mi habitación, mi mujer ya había salido de la bañera, estaba repasándose todo con la depiladora, no tiene un solo pelo en todo el cuerpo, me pregunto:

- ¿Qué tal, has acertado con tu amigo?

- Muy bien si, espero que te dejes llevar y así gocemos al máximo, tienes que ser buena chica con él, él va a ser quien mande esta noche sobre ti.

- ¿qué le has dicho, que me va el rollo de sumisa y eso?

- ¿Claro, porque lo eres no? Aunque solo sea en temas sexuales.

- -Joder Julio me mola el rollo, pero a este tío no le conozco de nada y no se…

- Tu tranquila, déjate llevar si algo te mosquea mucho lo dices y punto, que esto la hacemos para gozar no para estar puteados.

- Ok si algo no me mola os lo digo y punto.

Así quedo la cosa, le dije que se pusiera un vestido largo que tiene verde con estampados tipo selva que me encanta se la marca el culo con la caída que es la ostia, unas sandalias negras preciosas, las uñas de manos y pies se hizo francesa, un tanga verde oscuro con encaja a juego con el sujetador de media copa de eses que dicen invisibles.

Se aliso en pelo un poco se perfumo y bajamos para el restaurante.

Bajamos en el ascensor, cruzamos el hall, era un espectáculo como la miraban tanto tíos como tías, con las sandalias de tacón era brutal el porte que llevaba tal alta tan estilizada, tan buena.

Entramos al restaurante, José Manuel de frente en la barra, su cara era un poema, se quedo de piedra. Me juego que pensó: ¨madre mía el pibón que me voy a follar¨.

Se levanto, se había cambiado de ropa iba mas sport con unos pantalones chinos y un polo por fuera con americana, no pude no fijarme en el paquetón que le hacían los pantalones y se que mi mujer seguro que también se fijaría. Se acercó a mi mujer la tomo de la mano y acercando su mejilla a la de mi mujer dijo:

- Hola Mirian por fin te conozco en carne y hueso, superas todas mis expectativas eres la mejor hembra que he visto en mi vida.

La dio dos besos en la mejilla, pero casi en la comisura de los labios, mi mujer de poso roja como un tomate sin saber como reaccionar, yo me quede sorprendido por lo de hembra, la forma de mirarla con tanto descaro y tan agudamente.

Sin soltarla la mano me dijo: ¨ ¿Julio, nos sentamos? ¨

Y nos dirigimos a la mesa que teníamos reservada al fondo del restaurante en un rincón con un pequeño biombo que nos daba más intimidad.

El restaurante estaba lleno, y en la presentación noté como mas de uno que no quitaba ojo a mi mujer se dio cuenta de algo raro.

Empezamos a hablar de todo un poco, José Manuel manejaba la situación de manera cada vez se hacia la cena más amena, que si la independía, que si el gobierno que si la vida en general, etc.

Con dos botellas de vino que nos habíamos bebido (Nosotros no solemos beber alcohol habitualmente) tanto Mirian como yo, ya estábamos relajados en confianza con José Manuel, risas y adulaciones hacia mi mujer, piropos constantes.

Pedimos los postres, nada mas irse el camarero, José Manuel le dijo a mi mujer:

- Ven Mirian siéntate a mi lado.

Señalando a su izquierda, pegada más al biombo, desde ahí nadie podría verla.

Mirian me miró como pidiendo permiso a lo que yo asentí. Se levanto y a la que iba a sentarse pasando pegada a él por delate José Manuel se levantó y la dijo:

- Quieta, espera

La miro a los ojos, mi mujer le miro cabizbaja, la cogió con la mano derecha del cuello lateralmente tocándola la oreja con el dedo gordo y con la otra mano la agarro el culo, y la beso. Mi mujer primero se quedó bloqueada pero rápido abrió la boca y dejo que la lengua de José Manuel la invadiera.

Fue un beso sucio, la metía la lengua hasta el fondo mientras la agarraba fuerte la cacha del culo y la cogía firmemente del cuello.

Yo me empalme como nunca, me dolía de lo dura que se me había puesto, allí mi mujer preciosa con un tío de 58 años, la edad de su padre, morreándola como un cerdo y metiéndola mano con ansia y ella con las manos en su pecho, como no queriendo, pero abriendo la boca y moviendo la cabeza para que no se escapara esa lengua grande de su boca.

Me pareció eterno el morreo, la sentó, el de pie la dijo:

- Mira cómo me las puesto solo con un morreo, me ha dado cuenta cuando entrabais al restaurante como me mirabas el paquete, y he sabido que eras una buena zorra y que vas a aguantar el tirón de un macho de verdad.

Mirian no dijo nada, solo le miro el pedazo de bulto que le marcaba perfectamente hacia un lado, se veía algo brutal, le volvió a mirar a los ojos, me miro a mí, volvió a mirar a José Manuel y se mordió el labio mientras volvía la mirada al bulto.

Llego el camarero, un segundo de calma mientras nos ponían los postres en la mesa.

Al marcharse el camarero, la dijo:

- ¨Ponte de pie delante mío¨

Echo la silla para atrás y estando sentado, mi mujer de pie, metió la mano por debajo del vestido, la saco el tanga y me lo dio. La empezó a sobar los muslos y tocarla el culo, mi mujer ya estaba en trance, solo respiraba profundamente y se dejaba hacer.

- ¨Abre las piernas¨

El sobo a capricho sin llegar a su vagina ni su ano, le quería tener en el clímax máximo,

De pronto mi mujer dio un respingo, la acababa de agarrar la vulva como de pellizco, y empezó a movérsela agarrada de manera fuerte y rápida, se le doblaron las piernas, no pudo más y se corrió derramando flujo por sus muslos y mojado las dos manos de José Manuel.

- Como sabía que eras de las que te corres como una perra sin poderte aguantar, límpiame las manos.

Mi mujer le cogió sus de las muñecas y con mucha suavidad y sensualidad le fue lamiendo manos chupando y dedos mirándole a los ojos como queriendo calentarle aún más.

- Siéntete, vamos a tomar una copa y nos subimos

Acabamos los postres, era un ambiente eléctrico raro muy muy excitante, el camarero nos miraba de forma rara sabia que algo poco habitual estaba pasando.

Mi mujer desbordada. Yo sabía que estaba muy cachonda y que estaba como loca por que José Manuel se la follara y yo estaba aún más por verlo.

- ¿Qué tal Mirian? Ahora una copita y nos vamos para arriba, a mi tráeme un whisky solo, y un Ron con coca cola para la dama bien cargado, ¿Julio tú que tomas? ¿O mejor no tomes nada, no te parece? Quiero que estés bien atento.

El camarero me miró con cara de no entender, y le dije que efectivamente les trajera la bebida que yo no bebía más.

En la espera de las copas José Manuel me dijo que estaba muy contento de habernos conocido y que estaba seguro de que nosotros también nos íbamos a alegrar de haberlo conocido.

Trajeron las copas, hablamos de todo, como si no hubiera pasado nada, los ánimos se fueron calmando, era un profesional, mi mujer de nuevo estaba distendida, cómoda, a gusto, el la adulaba con comentarios bonitos suaves a mi me felicitaba por cómo era ella.

Acabaron la copa, nos pusimos de pie y fuimos hacia el ascensor, mi mujer iba bien tocadilla, la agarro por la cintura ella apoyo la cabeza en su hombro. José Manuel me miro como diciendo esto está hecho.

Entramos al ascensor, nada mas cerrase las puertas, doy otra vuelta de tuerca para volver a marcar como el macho Alpha:

- Te he dicho Julio, que Mirian va a ser mas puta de lo que imaginas y que no me va a negar nada de lo que su macho la ordene y mande. ¿Te lo dije o no?

- Así es José Manuel eso me dijiste, dije yo algo abrumado

- ¿Pues así será verdad Miri?

Mi mujer se quedó callada mirándome algo extrañada pero terriblemente cachonda. No le gustaba que la dijeran Miri, es más rápido protestaba, pero no dijo nada.

José Manuel insistió:

- ¿Va a ser así verdad Miri?

Según lo decía, la agarrándola por detrás la cogió del cuello con una mano, metiéndole la lengua en la oreja y con la otra mano agarrándola la teta de manera soez y basta.

Sus pezones se pusieron duros como piedras y se le escapo un gemido un leve uhmm, el con los dedos la apretó el pezón, ella cerro los ojos y abrió la boca, eso la ponía 2000 por hora, y repitió:

- ¿Verdad Miri?

Mi mujer no pudo más y le dijo:

- Si Jose.

- Vas a ser mi putita este fin de semana, mi juguete y no vas protestar por nada, simplemente vas a obedecer y a correrte todas las veces que quieras sin pensar en nada ni en nadie solo en tu macho, ¿verdad?

Mi mujer que estaba a punto de correrse de nuevo, con el magreo de tetas, la presión en el cuello y notando el enorme bulto de José Manuel en el culo dijo un suave.

- Si jose

La empujo levemente hacia delante y dándola un brutal azote en el culo la dijo alzando la voz:

- ¡!!Mas alto y no quiero que vuelvas a mirar a este (refiriéndose a mi) como si pintara o decidiera algo, en tu casa el será tu macho, pero aquí el macho soy yo y este no pinta nada, te ha quedado claro, SI JOSE QUE? !!!:

Mi mujer con cara de circunstancias, pero loca de ganas de que se la follara le dijo:

- SI JOSE soy tu puta haré lo que tu quieras este fin de semana.

Se abrió la puerta del ascensor, por suerte no había nadie. Llegue hasta nuestra puerta fui a abrir y Jose Manuel dé dijo:

- ¿Dónde vas? No hombre no, la habitación de follar es la mía, que me he traído alguna cosita para mi zorrita, no quiero reventarla hoy que me tiene que durar dos noches y dos días.

Me quede un poco acojonado, ¿qué habría traído o que la tenía preparado?

Entramos a su cuarto, me dijo siente en esa silla y saca el móvil que empieza el espectáculo.

El agarro la cara con las dos manos y la empezó a morrear, ella con las manos en su pecho como en la mesa del restaurante tocándole, como con miedo.

La mando bajar los brazos, tiro de los tirantes del vestido y este cayo al suelo. La aparto un poco hacia tras para verla mejor.

Mi mujer con la cabeza agachada, desnuda completamente, con los pezones duros como piedras pisando el vestido. La mando descalzarse.

- Tu recoge todo y quítalo de en medio. Me mandó

Me agaché a recoger todo y volví a mi silla.

Jose Manuel mirándola detenidamente a un metro de ella.

- Joder que buena estas hija de puta, que cuerpo para follarte todo él día y que cara mas bonita y de puta que tienes.

Mi mujer estaba desbordada, la tenia como nunca yo la he tenido. Le miraba el bultazo del pantalón y el la miraba y se lo tocaba:

- ¿Estas como loca por ver lo que te voy a dar verdad putita? Estoy seguro que estas tan cachonda que te vas a correr antes de vérmelo solo de pensarlo verdad?

Le miro y le dijo:

- estoy deseando verlo Jose, pero no sé si me correré antes de verlo.

Dijo Jose Manuel:

- ¿Cómo? Mal empezamos, si yo digo una cosa es por sé que va a ser así

Se puso pegado a ella y con tono severo la mando abrir las piernas.

La empezó a sobar las tetas y jugar con sus pezones frente a ella, la ordeno sacar todo lo que pudiera la lengua y de forma sucia empezó a chupársela, la puso los brazos hacia atrás. Mi mujer estaba que se derretía, la oía respirar muy profundo como cuando esta extasiada. La arrimó mas a él y empezó a hablarla al oído, metiéndola la lengua:

- Si te digo que te vas a correr, te vas correr. Porque se lo puta que eres y sabes a que has venido. Estas deseando verme la polla, por que nunca has visto una polla de verdad y a la vez tienes miedo porque sabes que te voy a follar el coño y el culo y sabes que te voy a hacer daño, pero aun así es lo que mas deseas. Tienes miedo de que tu marido descubra que eres mucho mas zorra y golfa de lo el se cree, pero yo ya lo sé y él lo va a saber hoy. Pero lo mejor de todo esto, es que lo vas a saber tú, que ni siquiera tú lo sabes.

La volvió a agarrar la vulva de repente, cogiéndosela toda en la mano a pellizco y con nada más darla el apretón, vi como se fundía en un orgasmo tan brutal que se le doblaron las piernas cayendo sobre el pecho de Jose Manuel en un profundo gemido que la salió del alma.

La tubo dos minutos descansado sobre su pecho mientras la acariciaba el culo.

La incorporó y la volvió a morrear de esa manera sucia que tenia él. Mi mujer era suya 100% yo ya no pintaba nada, estaba claro que estaba sometida a su nuevo macho en cuerpo y alma.

- Ves a lavarte, date una ducha solo con agua, pero refréscatelo bien, que va a empezar la fiesta de verdad.

Mientras mi mujer se metía en el baño yo miraba atónito a Jose Manuel, me sorprendía el control de no haberla puesto a cuatro patas y habérsela follado ya, la verdad era un crack.

Se fue a hacia su maleta y saco una crema lubricante, me dijo, mira por si acaso otro día se la entregas a otro con pollo, esta crema además de lubricar de puta madre es un pelín anestésica para cuando las follas el culo sin dilatar.

De la misma bolsa sacó dos plugs, uno mas grande que otro y me dijo, según la vea hoy la llevo mañana con el grande o con el pequeño, ya veremos. No quiero reventarla.

Oíamos la ducha de fondo, Jose Manuel se desnudo por completo, flipe al verle el rabo, mas o menos 20 0 21 cm, pero como un vaso de tubo de gorda, y unos huevos gigantes, a pesar de tener todo el cuerpo peludo la polla y los huevos los llevaba depilados, la tenia llena de venas y todavía no estaba empalmado.

Vio mi cara de asombro:

- ¿Qué pasa que no te esperabas que fuese así en vivo verdad?, pues de primeras se va cagar un poco tu mujer, pero luego ya macho, vas a tener que traérmela una vez al mes por lo menos, por que va a estar soñando conmigo.

Me parecía ya un poquito presuntuoso, pero visto lo visto no quería yo dar nada por imposible.

- Oye una cosa que al final no lo hemos hecho, toma

Efectivamente con todo el lio y lo acontecido, se nos había pasado que nos íbamos a enseñar la analítica que nos habíamos hecho los tres de venéreas y sida para poder disfrutar plenamente sin miedo, miré la suya, que estaba todo ok y le enseñé la nuestra, comentándole que como era evidente ella tomaba píldora para mayor tranquilidad de todos.

- Mira Julio desde que hablamos ando maquinando como iba a ser con vosotros y por las fotos de tu mujer y como me decías que era que Miri, sabia que iba a ser mi mejor zorra. Por eso he roto otro rollo que tenia por ahí y llevo sin vaciar casi 20 días. Me he aguantado un poco en follarla rápido porque quiero gozarla a tope y que veas como la va gustar tomarse toda mi leche sin desperdiciar nada.

Me abrumaba su rotundidad, me dejaba sin palabras, solo atine a decir:

- Ya te dije que el tema del semen era lo peor que llevaba, jugueteaba, pero no se lo tragaba.

Me miró altivo, haciendo noes con la cabeza. Justo en ese instante que se doy la vuelta para para colocar la crema en la mesilla salió mi mujer del baño, un poco cortada mirándome con cara de niña buena como avergonzada, miro a Jose Manuel que en ese momento se giraba hacia ella y mirándole el pollon dijo:

- Ostia, me vas a destrozar, madre mía.

Y me volvió a mirar como diciéndome ¿has visto eso?

Jose Manuel de dos zancadas se puso delante de ella y la agarro fuerte el brazo con una mano dándola un tirón hacia delante poniéndola en el centro de habitación y con la otra la propino un azote a mano abierta que se tuvo que oír hasta en la recepción:

- ¡!!!A que cojones te crees que estamos jugando, te he dicho que no le mires y que no comentes, solo que obedezcas. ¿Te a quedado claro, grita te ha quedado claro?!!!

- SI JOSE, PERDONAME, LO SIENTO, NO LE VUELVO A MIRAR, PERDONAME POR FAVOR.

Me quede de piedra, mi mujer gritando el perdón, pero ya no solo lo que decía si no como le miraba y como se sometía.

La dio un tirón agarrándola del pelo, la puso de rodillas con la cabeza hacia arriba y en esa postura la ordenó poner las manos atrás cogidas, sentada sobre sus piernas, la mando abrir la boca y la puso el enorme capullo en los labios.

- Solo con la lengua, lamela y bésala

Mi mujer hacia lo que podía, lamia, besaba, le lamia los huevazos, le resultaba complicado. El mientras jugaba con sus pezones con una mano, mientras con la otro la manejaba la cabeza.

 

Por increíble que parezca esa polla empezó a crecer mas y a poner se tiesa y dura.

La soltó las tetas y la cabeza. Puso Jose Manuel sus manos por detrás y la dijo:

- A ver que sabes hacer Miri, usa las manos si quieres, pero quiero que te la metas hasta donde puedas, no me la chupes solo métetela y sácatela hasta donde puedas y cuidado con los dientes o te daré una ostia cada vez que me hagas daño

Mirian agarro el pollon como sopesándolo, alzo su culo sobre de sus perfectos pies y se la llevo a la boca, abriéndola con fuerza como si le fuera la vida en ello.

Y empezó a mamar, metía y sacaba el pedazo de carne intentando llegar hasta la garganta, cosa bastante imposible pues el capullo era brutal, en una de esas el reculo para atrás:

- Perdón, perdón, perdón, lo siento le dijo mi mujer en todo de niña buena.

- ¿Perdón? Y dándola una ostia la giro la cara. ¿Qué te he dicho? Mal empezamos.

 

La agarro de nuevo del pelo y la mando abrir la boca, la empezó el a follar la boca cuando la tenía al fondo, la aguantaba hasta que ella daba una arcada, así la tuvo cinco minutos, ya la baba la caía por la barbilla.

- Tranquila Miri bonita, ya aprenderás a comerte mi rabo, apóyate en la mesita.

Y dándola de nuevo un fuerte azote que la hacía estremecerse, agarrándola del pelo la puso apoyando las manos en la mesa alta de la cómoda, con sus pies la abrió de bien de piernas, dejando expuestos su coño y su culo a su merced.

- Joder que agujeros tienes mas bien hechos, este coñito prieto que rico y el culito...buf que cerrado se ve pero que rico esta. Muy bien láser, ya me dijo tu marido. No hay ni un poro mal puesto.

Abriéndola de manera soez y brutal más aún si cabe con sus manos, se agacho y empezó a meter su boca y su lengua entre sus piernas y culo, mi mujer no pudo más, al notar la lengua de Jose Manuel en su coño y su culo empezó a temblar y se corrió de nuevo. Este empezó a darle manotazos en el coño y el culo, golpeándola el clítoris y el ano, golpecitos rápido que ella sentía y vibraba, el orgasmo se alargaba. Hasta que un ¨Dioooooossss¨ salió de su boca quedando apoyada en sus brazos que se la habían doblado.

- ¡Levanta! La ordenó, Pon el culo en pompa, apoya la cabeza y ábrete con las manos los cachetes que ahora sí que le voy a meter. Y no vuelvas a desobedecer sea lo que sea que te haga o te mande por que me mosqueo y os mando a tomar por el culo y me voy.

Yo cada vez estaba más perplejo esto estaba siendo la ostia, efectivamente estaba alucinando con mi mujer y como no podía parar de pajearme mirando, no me quería correr quería ver más.

Pero el sumun fue que tras estas palabras de Jose Manuel mi mujer dijera:

- No por favor Jose, de verdad que ya no hago nada que no me mandes y te juro que hagas lo que hagas o me mandes lo hago por favor, pero follame, follame.

 

- ¿qué Julito? Ves ya te decía yo que era mucha zorra para tan poco cornudo, pajeate a gusto que vas a flipar.

 

Me dijo mientras encaraba el pollon, que estaba como el mármol a la entrada del coño de mi mujer.

Ella se ponía de puntillas, se abría todo lo que podía, la escupió un sonoro lapo en toda la cabeza de su polla y empezó a empujar, solo empujaba despacio abriéndola metiendo centímetro a centímetro toda la barra. Mi mujer resoplaba se mordía el labio hacia fuerza para no chocar la cabeza contra la pared la mesa la hacia daño en las clavículas, pero era un sufrimiento que le gustaba. El volvía a dar otro apretón y ella hizo: arghh. Ya no cabía más, le llegaba al útero, faltaban dos centímetros para tenerla toda dentro.

- Ya me tienes dentro muévete. La ordeno

Y agarrándola del pelo con una mano y azotándola con la otra en culo, mi mujer empezó a moverse. Se agarro a la mesa y poco a poco empezó a subir el ritmo.

El la levanto, la agarró del cuello trayéndola hacia él, se acercó a su oído, saco su lengua lo lamio y la dijo córrete zorra y con la mano la volvió a agarrar del coño por delante.

Fue automático notar el apretón y temblar doblando las piernas cayendo en un orgasmo de los más brutales que jamás la había vista hasta ese día.

Con el rabo bien clavado mi mujer jadeaba, la cogió las tetas fuertemente apretándola los pezones de manera infame, ella hizo ademan de quejarse, pero se acordó de sus palabras y se mordió el labio con cara de dolor, la tiro al suelo a cuatro patas, sin sacársela, la volvió azotar con la mano, y la obligo a hundir la cara en la moqueta del suelo para que su culo quedara bien expuesto.

 

Con la polla dentro el empezó de nuevo un suave vaivén de mete y saca cortito suave, haciendo que ella se relajara, la cojo la mano y se la puso en su coñito y la mando tocarse suave.

- Tócate suave putita que sabes lo que viene ahora y cuanto más cachonda estés antes te empezara a gustar. Mientras con su enorme dedo gordo empezó a hurgar en la entrada de su ano.

- Trae la cremita Julio amigo que vamos a ver el nivel de zorra que aquí tenemos a ver si supera el examen.

Me levante y proveche para ya quedarme en pelotas del todo, la pase la crema a Jose Manuel, que me dijo mirándome a la polla:

- Aunque la hayas follado el culo sabes que hoy si va dejar de ser virgen además por todos sus agujeros.

- Abre mi maleta y en el neceser hay cinta americana y una pelotita que tiene una correa, átala las manos atrás y ponle la pelota en la boca.

Me fui a su neceser y saqué lo que me dijo, no me lo podía creer, le obedecía como si la que estuviera allí no fuese mi mujer, el morbo me nublaba, estaba en un constante nerviosismo yexcitación que no era consciente y aunque me estaba gustando mas que incluso follarmela yo.

Mientras, Jose Manuel hurgaba y metía sus dedos poco a poco en el culo de mi mujer, echándola crema y masajeando literalmente toda la zona del ano, yo le ponía la pelota. Mi mujer que no dijo absolutamente nada e incluso evito mirarme cerrando los ojos y procedí a atarla las manos a la espalda como me indico Jose Manuel.

El seguía con el masaje y bombeando polla en su coño, mi mujer ya empezaba a respirar hondo y rápido, estaba claro que la dificultad de respirar, el sentirse completamente ofrecida, el pollon que la llenaba, el masaje y las penetraciones de dedos en el culo la tenían a punto de correrse de nuevo.

Jose Manuel me dijo:

- ¿Ven siéntate aquí a nuestro lado cuando yo te diga, la agarras como me has visto hacer a mí, del coño y se lo mueves fuerte, agarrándola fuerte, te has enterado?

Me senté al lado de mi mujer a la altura de su cintura. Jose Manuel empezó a bombear mas fuerte, llegue a pensar que se iba a correr mi mujer ya estaba a punto de correrse, y de repente saco el pollo, lo apunto a su ano y empezó a meter, apretaba fuerte, estaba entrando con dificultad, pero entraba. Mirian solo podía jadear, hizo amago de avanzar hacia delante y que Jose Manuel aflojara, pero la dio un brutal cachetazo en lateral del culo que entendió perfectamente, apretó y apretó hasta que sus huevos chocaron con su coño.

Mi mujer sollozaba, estaba claro que era mucha polla para su atlético culito y eso que llevaba crema lubricante y anestésica.

- Ya tienes bien follada a tu zorra. ¿Mira... por el culo se la meto hasta el mango, ya sabes lo que la va a pasar no?, que me la voy a follar por el culo mas que por el coño.

- Lo tiene prieto de cojones. Esta putita deportista va a ser mi vicio.

- ¡vamos zorra empieza a moverte, sácala entera y métela entera!

Mi mujer sin dejar de sollozar, empezó a sacarse el pollon poco a poco con mucho sufrimiento le dolía de verdad, por un momento pensé en cortar el juego si ella se la sacaba y se tiraba al suelo, pero volví a equivocarme, cuando ya casi asomaba el glande, volvió para atrás poco a poco hasta ella misma clavarse de nuevo hasta los huevos.

- Si señor, esta puta me ha dar muchas noches de gloria, ¿ves Julito? ¿Como estas putas siempre quieren más? Tu atento a mi orden.

La agarro fuertemente de las caderas y empezó poco a poco a aumentar el ritmo, cada vez más rápido, se la sacaba y se la metía entera, mi mujer empezó a resoplar, cada vez más, estaba claro que le dolor había pasado y que ese pollon clavado tan profundamente la hacia gozar. La saco de nuevo entera y se la clavo más duro aún. De repente empezó a dar más rápido pero clavado hasta el fondo. Mirian empezó a gemir y gemir cada vez más rápido y me dijo:

- Ahora cabron rómpela el coño.

La agarre la vagina como me había dicho y fue hacerlo y mi mujer empezó a correrse de nuevo de un a brutal temblado y con espasmos por el cuerpo.

Me ordeno:

- Quítale la bola a mi zorra, rápido.

Así lo hice, mi mujer lo agradeció dando un suspiro disfrutando los ultimo coletazos de su espectacular corrida, mientras Jose Manuel seguía bombeando cada vez más duro. Ella parecía una marioneta en sus manos, parecía que la usase como una muñeca.

Se salió de su culo, la agarro fuerte del pelo y poniéndola de rodillas la ordeno:

- Abre la boca y saca la lengua

La metió el pollon todo lo que pudo, arrastraba algún resto de sangre mezclado con la crema y algo más, pero ella obedeció sin rechistar, le daban arcadas al llegar el pollon el fondo.

Bombeo cinco veces y sacándosela de la boca empezó a menearla con el capullo aun dentro diciendo:

- Si cae una sola gota, no te vuelvo a follar nunca en tu puta vida, así que traga como si tu vida dependiera de ello, ¿te enteras?

-

- Si jose, no te voy a defraudar nunca dámelo por favor, dámelo

Y cogiéndola fuertemente del pelo empezó a vaciarse, un semen muy amarillo, muy viscoso, borbotones que mi mujer recibía con la boca abierta de abajo arriba para que no saliera nada según tragaba, trago y trago. El corridon fue brutal.

La agarro guiándola la boca para que se la chupara entera de nuevo y limpiara cualquiera resto de lo que fuera de su polla y sus huevos, alzo sus huevos y su polla hacia arriba y la dijo:

- Lámeme el culo, me ha sudado mucho follandote y me gusta sentir tu lengua.

Estaba totalmente entregada a la voluntad de este viejo barrigón polludo. Ella se agacho para poder lamerle bien el culo y los huevos, dejándole completamente limpio.

 

La levanto del suelo por las axilas, la corto la cinta, no paraba de besarla, ella le correspondía, estaba rota, agotada le dolía el cuerpo entero, la cara desencajaba de placer, dolor y cansancio. La mando tumbarse al borde de la cama con las piernas abiertas.

- ¡Julito ven aquí ¡

- ponte de rodillas, cómela el coño y el culo y te la follas, y tu zorra tócate que quiero que te corras otra vez con el cornudo de tu marido. Pero ni te ocurra comerla la boca, su boca y su culo son míos cuando este con vosotros, venga dale ya cabron

Como autómata, me puse a comerle el coño y el culo, estaba abierta como nunca me pude imaginar.

Ella me sujeto la cabeza y me indico que se la clavara ya, empecé a bombear, no iba a aguantar ni dos minutos, de lo caliente que estaba.

Jose Manuel me increpo:

- Si corres dentro te lo tienes que comer así que tu veras, la puta solo tiene que saber a mí.

Nada más oírlo Sali de ella y poniendo la mano me vacié sobre mi mismo tratando de que no callera mucho al suelo pajeandome.

Mi mujer aumento el ritmo de su paja tenia los ojos cerrados, imagino que para cumplir la orden de no mirarme.

Abrió los ojos buscando a Jose Manuel, mientras se frotaba cada vez mas fuerte y se daba cachetitos en el clítoris y dijo:

- Jose, por favor Joseee

El muy cabron la entendió perfectamente. Se puso a su lado la paso el brazo por detrás y empezó a comerla la boca como un cerdo mientras la retorcía un pezón con la otra.

Ella gimió:

- Otra vez Joseee otra vez uhnnnnmmm. Si otra vezzz Dioos

Y la muy puta se volvió a correr por enésima vez con espasmos que la hacían estremecer todo el cuerpo.

Jose Manuel, se levantó, dando por concluida, la noche. Yo me temía que me mandara a mi a la habitación y que se quedara con Mirian, pero no fue así.

En tono de nuevo conciliador y diplomático dijo:

- Lo hemos pasado de vicio nunca mejor dicho, vamos a descansar que nos queda todo el sábado completo y la mañana del domingo.

- Mañana bajamos a desayunar a las 10 y luego antes de salir me dais un toque que paso a vuestra habitación a unas cositas ¿ok?

Volvió a morrear a mi mujer sobándola el culo a conciencia y a mí me dio la mano, diciéndome:

- ¿Tenía razón o no? Venga tira a descansar que mañana vas a flipar más aún.

Y cruzando el pasillo en pelotas como íbamos nos pasamos a nuestro cuarto.

Entramos a la habitación, tratamos de no hablar de lo ocurrido. Mirian se fue de nuevo a ducha, me senté en la cama a esperar que terminara para entrar yo, La cabeza me daba vueltas, pensando en lo ocurrido, pero sobre todo en que podría esperarnos al día siguiente.

Nada mas salir mi mujer, entré yo al baño, no nos dijimos nada. Me duché y salí. Mirian se estaba dando crema por todo el cuerpo. Me quedé mirándola embobado, viendo lo buenísima que estaba.

Nos miramos a los ojos ella sin parar de sobarse:

- No se que decirte, ¿lo has gozado? Le dije.

Hizo una pausa, me miró como con pena y me dijo:

- Cariño…mucho me ha encantado y quiero más, ¿y a ti?

La mire cogiendo aire, me quité la toalla de la cintura y la enseñe mi polla otra vez dura como una piedra.

- Creo que con esto te he contestado.

Se acerco a mí. Nos besamos apasionadamente, me la agarró, y acercándose a mi oído me dijo:

- Pues pajeate pensando en cómo me van follar mañana, porque cuando me estaba comiendo Jose la oreja mientras me destrozaba el coño, me ha prohibido follar contigo mientras sea suya.

Me quedé más cachondo aún, pero me resistí, nos metimos en la cama y Mirian se durmió prácticamente al instante.

SABADO

Suena el wasap de mi móvil.

Estaba completamente dormido, me costó coger el sueño de todas las vueltas que mi cabeza daba con lo ocurrido. Miro a mi mujer aún dormida. Mi polla dura como una piedra, joder me duele de lo caliente que estoy. Cojo el teléfono… Jose Manuel:

- Ahora cuando os levantéis, os pasáis a mi habitación, tráete la maleta de la zorra a ver que mierda de ropa la has traído, que no se vista que la ya la digo yo lo que se tiene que poner. Y rapidito que no quiero perder el tiempo esperando.

Sus palabras de nuevo me dan un escalofrió, me estremecen y mi polla parece que me va a explotar.

Llamo a mi mujer, la zarandeo levemente para que se despierte y abre los ojos.

Tiene cara de vicio, cara de todo lo que había pasado anoche y me gusta.

- Mirian despierta, me ha escrito Jose Manuel que vayamos para su cuarto y que lleve tu maleta, que vayas sin vestir.

Hago un silencio en lo que ella se espabila y asimila lo que la he dicho. Y la comento mirándola a los ojos:

- ¿Quieres que cortemos el rollo ya? ¿Estás bien, te apetece seguir?

Se pone de pie y mirándome a los ojos, me agarra la polla durísima como la tenía y me dice:

- Voy a asearme y vamos para allá, tienes la polla como para que lo dejemos ahora ¿verdad? Estas deseando que ese hijo de puta me deje rota y tu verlo.

Se fue hasta el baño, pasé con ella nos aseamos, se perfumó, se puso un tanga. Esperó a que me vistiera de sport, pantalón vaquero y camiseta. Cogí la maleta, bolsa de zapatos y me fui a la puerta a ver que no pasara nadie.

- Ahora, corre que no hay nadie.

Y corriendo llamamos a la puerta de Jose Manuel, que al abrirnos se quedó mirándonos con cara de asombro a mi mujer y seria a mí y me dijo:

- ¿No te dicho que desnuda? Estas un poco empanado compañero o te espabilas o te quedas sin ver el espectáculo ¿está claro?

NO espero mi respuesta, cogió a mi mujer del cuello por detrás y la morreo de esa forma tan guarra sacando la lengua y babeándola, la amasaba el culo y las sobeteaba las tetas con ansia.

De pronto paró y agarrándola del brazo y el cuello la apoyo en la cómoda la cabeza quedando su culo ofrecido en pompa. Sujetándola la mano por detrás la sacudió tres azotes que se debieron de oír perfectamente fuera. Agarro el tanga y se lo arrancó haciéndola dar un sonoro ayyyy, cuando tiró.

- La próxima vez que te vea con bragas de cualquier tipo cojo la maleta y me largo, que no os enteráis ni tu ni tu marido ¿entendido zorra?

- Si Jose, no me volveré a poner bragas, te doy mi palabra.

De nuevo me sorprendí con la rapidez que mi mujer decía lo que él quería oír, y sobre todo ¨te doy mi palabra¨.

Así postrada, la metió su gordo dedo índice en el coño y como si fuera una varilla hurgo y lo saco totalmente mojado.

- Bien Miri, bien así me gusta que seas bien cerda y caliente.

 

Jose Manuel giro la mano y la cabeza enseñándome el dedo empapado mientras la seguía sujetando del pelo para que siguiera así. Miro mi bulto en el pantalón, yo seguía empalmadisimo:

- Espero que a mi zorra no se la haya ocurrido aliviarte, se lo he prohibido sin mi expreso consentimiento

Le miré firme a los ojos y le dije:

- No sé cómo lo has hecho, pero está totalmente sometida a ti, no me dejado ni tocarla, eres un fenómeno.

- Ya te lo dije Julio campeón, que a estas putas hay que darles lo que hay que darles y tu no tienes ni puta idea. En cuanto a que ya está totalmente sometida a mis deseos ya veremos hoy, pero me agrada que reconozcas que soy un fenómeno

Agarro a mi mujer del pelo y la poso delante de mí la tenía agarrada por detrás con una mano y con la otra la sobaba las tetas, dándole pellizcos en los pezones y sobándola el coño con toda la mano, cada vez que la rozaba fuerte la vagina o la tiraba de un pezón, mi mujer daba un respingo y ponía los ojos en blanco, estaba a punto de correrse y aun ni habíamos desayunado.

- Por ser un tío sincero te voy a dar un premio.

Puso a mi mujer de rodillas delante de él, justo a mi lado, se bajo el bóxer, tenia la polla morcillona, pero joder que pedazo de pepino, no dejaba de sorprenderme.

- Las manos atrás zorrita y ya sabes, tu sácatela y pajeate, pero no se te vaya a ocurrir correrte hasta que yo no te lo diga.

Era un poema ver a mi mujer desencajar su boca y articular su cuello para comerle el rabo a Jose Manuel.

En un minuto ya tenia el misil preparado, la obligó a metérsela en la boca un poco más y empezó con una mano a tirarla de los pezones y con la otra a menearse el buen trozo que quedaba fuera.

Estaba claro que quería bajar a desayunar descargado. Empezó a respirar como muge un toro, y cogiéndola de la cabeza a mi mujer la dijo:

- Uhmm Miri, mi vida ya sabes eh Miri? Tomalá toda o no la tomaras más….

Y empezó a gruñir con gemidos que cualquiera que pasara por pasillo los oiría diciendo:

- Que bien Miri que bien… así puta trágala…

Se vacío por completo, mi mujer daba arcadas de tanta leche, pero ayudándose con la mano trago todo, se la cogió y se la dejo completamente limpia.

La giro la cabeza y la mando abrir la boca:

- Julito venga échasela, pero ni tocarla nada eh?

No tuvo que repetirlo, empecé a dar espasmos y vaciarme en la boca de mi mujer y por toda su cara su pelo y el suelo, escupí como nunca.

- Miri este es tu primer desayuno, vamos a lavarnos.

Nos fuimos los tres al lavabo cada uno a lo suyo cruzándonos y rozándonos, sin hablar. Jose Manuel no dejaba de mirar a mi mujer constantemente, pensando joder que cosa mas rica me estoy comiendo, seguro.

Salimos del baño, me ordeno sacar todo de la maleta y a mi mujer la mando tumbarse en el borde de la cama boca abajo.

 

Jose Manuel se fue a su neceser y saco de nuevo la crema y los plugs anales. Se fue para mi mujer y la dijo:

- Ábrete el culo niña, que no quiero hacerte mas daño del necesario y lo quiero tener disponible en cualquier momento y no tener que estar con la puta crema a todo el rato.

La unto crema en el ano, sobándoselo sin compasión, miro cual le iba a meter, si el más grande o el más pequeño y haciendo un gesto como de ¡bah! Empezó a clavarle el grande. Costo que entrara, mi mujer mordía las sabanas y apretaba los puños, pero una vez dentro noto cierto alivio.

La puso de pie y de nuevo la empezó a morrear, mientras las estrujaba las tetitas, mi mujer empezó a temblar, se iba a correr y dijo Jose Manuel:

- No zorrita noooo, esta vez te vas joder te quiero caliente hasta que yo diga.

Mi mujer le miro con cara pena y con voz de seducida y entregada le dijo:

- Por favor Jose, Por favor deja que me corra solo una vez por favor.

La tiro para atrás del pelo, la dio la vuelta y la sacudió cuatro azotes a lo bestia que la dejaron absolutamente marcada, pero ocurrió lo que de nuevo nunca pensé que pasara y al acabar el ultimo azote mi mujer gimió:

- Si Jose por favor siii uhmmmm

y empezó a temblar corriéndose de pie según la tenía cogida del pelo hacia arriba.

- SU PUTA MADRE, QUE PEDAZO DE PUTA DE PRIMERA TIENES CACHO CABRON.

- Es la mejor zorra que jamás he tenido y creo voy a tener nunca.

La mando de nuevo que se lavase ya que había corrido abundantemente, moja muchísimo.

Rebusco en su ropa, la cogió una malas-leggins gris clarito de deporte, y una camiseta blanca lisa, cogió sus zapatillas de deporte y me dijo:

Poco material me has traído, luego os vais a ir mientras yo duermo la siesta y ya te digo lo que la compras para esta noche.

Mi mujer salió del baño, y se vistió. Sin bragas era todo un espectáculo, se le marcaba todo perfectamente, para más inri la cogió por los laterales y se lo subió más aun, se notaba perfectamente que no llevaba nada.

Jose Manuel se puso también vaqueros y polo, no se puso slips, imagino para tener acceso fácil.

Bajamos a desayunar, todo el mundo se rompía el cuello con mi mujer, la cogió por la cintura y la magreaba el culo con descaro, la gente alucinaba.

Nos pusimos en nuestra mesa del bufet los tres y Jose Manuel en modo fraternal empezó a comentar:

- Bueno pues aquí estamos disfrutado al máximo…. necesito Julio que te relajes más, que te dejes llevar, que des rienda suelta a tu cabeza y tus instintos, esto es lo que queríais no? Sé que te desborda porque creías que conocías a tu mujer, y es verdad la conoces, pero en su vida normal de mujer enamorada de ti, de su casa, su trabajo, vamos lo normal. Pero la parte zorra que lleva dentro esa os la estoy enseñando yo y quiero dejaros claro que estoy seguro que vamos a vernos mas veces, pero sobre todo que el domingo a medio día cuando nos vayamos se acabó el juego y seremos amigos normales, con el máximo respeto y educación a ti Julio y a Mirian, y si por casualidad sin quedar, nos viéramos por ahí, esto que estamos disfrutando aquí, aquí se quedará y no se mezclará con nada, hasta que no volvamos a quedar para esto mismo.

Mi mujer y yo nos miramos, de nuevo estaba claro que este tío era un fenómeno, sentí un gran alivio y vi verdad y sinceridad en sus palabras, note como Mirian también rebajo la tensión en su expresión, sabiendo que jugábamos a un juego y entendiendo que así iba a ser, ya que a pesar de todo, antes de sus palabras el miedo invadía parte de mi corazón en cuanto a todo lo que estaba pasando, quedaba claro que acabado el fin de semana se acababa el espectáculo.

 

Volvimos a hablar de cosa cotidianas para que todo fluyese de manera suave y didáctica, al acabar de desayunar Jose Manuel dijo:

- Retomando nuestras cosas, ¿cómo notas tu culito Miri? ¿Vas bien?

- Lo noto ahí presionándome, es una sensación extraña, pero me gusta mucho, me excita.

- Vamos para arriba que os comento un par de cosas

Nos levantamos para ir hacia el hall, solo quedábamos nosotros y un grupo de tres tíos no nos quitaban ojo, tal vez habían oído algo. Nos miraban con cara de lobos y comentaban. Jose Manuel se dio cuenta y cogió a mi mujer de la cintura, la puso de manera lateral y la empezó a comerla la boca como solo el hacía. Mi mejer se sujetaba de sus brazos con los ojos ya cerrados mientas la invadía con su lengua. Ella quedaba de frente a ellos, veían todo el espectáculo.

Jose Manuel le hizo girar un poco más la cadera, para que vieran como se le marcaba todo el coñito de mi mujer. Metió la mano por delante y empezó un suave dedeo. Ella fue a sujetarle, pero un ssshhh que todos oímos, bastó para que volviese a agarrarse a sus brazos, mi mujer se iba a correr.

- Abre los ojos Miri quiero te vean tu cara cuando te corres.

La susurro al oído, y mi mujer poniendo cara de zorra y con los ojos en blanco se corrió por 2 vez de la mañana doblándosele las piernas y empando la malla.

Los tíos flipaban, incluso corrieron las sillas para verlo mejor.

Jose Manuel saco la mano húmeda de las mallas y la dijo:

- Ya sabes zorrita

Y agarrándosela mirando con cara de zorra a los tres tíos saco su lengua y se la chupo y lamio.

- ¿Os ha gustado? A mi mas dijo Jose Manuel

Y dándola un sonoro u fuerte azote dijo:

- Vamos para arriba.

Los tíos se quedaron flipados, yo mire atrás y se reían, no se lo creían.

Subimos a la habitación, ya eran las 12:30 del mediodía.

Jose Manuel Nos dijo que se iba a ir a ver un tema suyo personal y que no comería hoy con nosotros. Que luego vendría por la tarde y que iba a comprar también unas cositas para la noche.

*A mí me mando ir a una tienda de lencería para que la comprara varias medias de muslo negras transparentes y varias braguitas negras de seda con el centro abiertas.

- Comed y descansad luego bien. Tu Julito ni la toques y tu Zorra ni se te ocurra tocarte o estar vestida cuando yo llegue, estaré a qui sobre los 20:00 y mentalizaros que esta noche sacaremos todo lo que te queda dentro de puta.

Se vistió y dándole de nuevo un morreo a mi mujer de 5 minutos con su correspondiente magreo se fue.

Yo no dejaba de estar con la polla todo el rato dura, estaba cachondo perpetuo. Ver a mi mujer con la movida del restaurante, las mallas empapadas, marcando chocho y culo, los pezones duros del roce de la camiseta, me tenía en el éxtasis.

- Mirian vamos a follar un poquito que mira come estoy por favor.

Mi mujer sonrió, se quitó la ropa, abrió las piernas y echado en pubis para delante se toco la entrada de su coño y dos los dedos me mostro sus hilillos de flojo de lo cachonda que la había dejado Jose Manuel con el morreo. Y mirándome muy tajante me dijo<.

- Vamos a hacer las cosas bien, cuando él está él manda, cuando él no está tu mandas y este fin de semana esta él, así que pajeate, pero yo me voy a la ducha, y nos vamos a comprar que después de comer quiero dormir siesta, no se lo que me espera esta noche, pero quiero estar descansada por si acaso.

Me quedo claro, y eso me ponía mas aún, así que me pasé al baño con ella, y mirándola mientras se duchaba me pajeé, corriéndome como un adolescente en la pila para no manchar mucho.

Nos vestimos y salimos del hotel, paseando empezamos a comentar sobre lo que había pasado hasta ahora y lo que podría pasar.

Le pregunte a Mirian diciéndola:

- Se sincera ¿vale? Sabes que no nos cortamos en comentarnos las cosas

- Cuando te ha pajeado comiéndote la boca mientras te miraban esos tíos y tú los mirabas, ¿qué has pensado?

Tomo aire y puso cara uffff:

- ¿Te acuerdas los videos que hemos visto alguna vez de estos tíos que llevan a sus mujeres a que las metan mano extraños y se corran encima de ella?, pues eso he pensado, que se levantaban y me empezaban a meter mano y me llenaban de leche el cuerpo.

Estaba claro que era mi mujer y yo su marido, sabía que eso era lo que me iba a decir, y aproveché para dar una vuelta mas de rosca a mis perversiones:

- Ósea que tampoco me dirías que no si monto una fiesta con más gente ¿no?

Fue rotunda en su respuesta:

- Mi amor ,después de este fin de semana, con el pedazo cerdo este de Jose que has buscado, con ese pollon que me llena hasta el alma, la mierda esta que llevo metida en el culo que me tiene cachonda perdida constantemente, que estoy deseando sentarme para clavármela más y viéndote a ti con la polla dura continuamente, haz conmigo lo que tú quieres sin tener que consultarme nada, porque soy más tuya que nunca si cabe y soy tu esclava, tu muer, tu amor y tu esposa hasta que me muera y te lo juro por mis padres que después de ti son lo más quiero.

Nos fundimos en un pasional beso con lengua y un fuerte abrazo, instintivamente mis manos se bajaron a su culo y arrime cebolleta, pero separándome un poco me dijo:

- shhhh, a ver si este cabron va a estar por ahí mirando, que luego las ostias me las llevo yo.

Reímos a carcajadas y seguimos con nuestras compras. Las medias las compramos en una tienda de marca conocida, cogí tres pares por si acaso y las braguitas abiertas las compramos en un sex shop que estaba un poco más retirado, compramos dos también otras rojas para nosotros.

Llegamos a comer al hotel a las 15:00h, no quedaba mucha gente ya, solo cuatro mesas y nosotros, nos pusimos en la misma mesa de la mañana. Mirian iba con vaqueros, unos levis viejos que la quedan de muerte súbita y una camiseta de cuello caja negra, que dejaba al descubierto los chupetones que Jose Manuel la había hecho la noche anterior, sus pezones en punta como siempre al ir sin sujetador.

Yo no me di cuenta de primeras, pero al volver del bufet a la mesa, hay estaban los tres tíos de por la mañana. Estaban mirando con descaro absoluto a mi mujer y comentando.

Cierto es que no era para menos, era la tía mas buena seguro del hotel y la habían visto correrse y comportarse como una puta hacia unas horas en manos de un viejo gordo.

 

Se lo comenté a Mirian y me dijo:

- Si, yo si me he dado cuenta nada mas entrar, se han avisado entre ellos diciendo, mira mira. EL calvo me has estado todo el rato mirándome y mordiéndose el labio como si me quisiera comer y del pelo largo que tiene la silla girada de frete se tocaba el paquete por encima.

Estaba claro que mi mujer no había perdido detalle, era una situación un tanto embarazosa, ya que me excitaba el rollo, pero la vez me mosqueaba por si se pasaban y acabamos a ostias, cosa que no tengo ningún problema, no rehúyo nunca una buena pelea, pero ya nos fastidiaría todo.

Empezamos a comer ante la atenta mirada de nuestros vecinos, si mujer no se cortaba cada vez se levantaba. Sabía que los ponía y a mi verlo y se contoneaba como modelo.

Vino el camarero a traernos los cafés y nos dijo:

- Están los señores invitados a una copa o a una botella de champan si lo desean de parte de los caballeros de esa mesa.

MI mujer y yo nos miramos sin saber qué hacer. A mí de primeras hubiera dicho que no, pero la pregunte a ella.

- ¿Qué hacemos? Si decimos que si van a venir a presentarse y si decimos que no después del espectáculo de esta mañana y el que les ha dado tu ahora se van a cagar en nuestro padre, cosa que a mi no me importa, pero te he visto interés en calentarlos, tu dirás.

Se quedo pensativa, pensando lo que iba a decir y como y soltó:

- Champan no, que me pongo pedo y acabáis follandome todos aquí mismo y esta noche viene Jose y me desloma el culo y me rompe sin piedad, pero una copita si me tomo que así duermo mejor la siesta, y aunque estos guarros se confíen, quedamos bien con ellos y si les tengo que explicar que soy solo de Jose se lo explico, ¿te parece?

No dije más, aceptamos las copitas, dos rones con copa cola, alzamos los vasos como brindando mirando hacia ellos, a lo respondieron con igual gesto.

YA solo quedábamos nosotros y ellos, terminamos las copas y nos levantamos, Gracias dijimos mirándolos, pero uno se levantó y dijo:

- ¿Perdonad por favor, os importaría que nos hiciéramos una foto con tu chica?

¿Con mi chica? Pensé, si la han visto con Jose Manuel y yo aquí no he tenido actitud más allá de compañero de mesa, ¿cómo saben que es mi chica? Estaba claro que esta mañana habían oído todo lo que Jose Manuel nos dijo.

- Claro que no, dije yo.

Mirian se fue hacia ellos contoneándose, zorreando, colocándose el pelo, iba un pelín pedete con la copita.

- ¿Nos la haces tu y así salimos los tres con ella?

Me acerqué a ellos, me dieron el móvil, me retiré bastante para que salieran todos, la magreaban, con discreción, pero la magreaban, el calvo incluso la dijo algo al oído.

Al acabar me acerque a devolverles el teléfono, mientras miraban las fotos si eran buenas o no, seguían magreando, sobre todo el puto calvo que no la quitaba la mano de encima, con esa cara de baboso y gordo que parecía que iba a explotar.

Se despidieron de ella dándola dos besos casi en los labios y nos fuimos para arriba.

Le dije a Mirian:

- Vaya show con los tres tenores

Sin mirarme me dijo:

- Anda mamon que te va a explotar la bragueta, el calvo tiene que ser muy cerdo, me ha dicho que si el viejo falla, están en la 320, que son tres pollas solo para mí.

Me dejo helado, efectivamente el rollo me había puesto duro otra vez, lo que le había dicho más. No dije nada, entramos a la habitación.

Nos desnudamos, al quitarse las braguitas mi mujer dijo:

- Julio por favor échame una mano, me he puesto bragas, si llega a venir Jose, tenemos un problema, bueno tengo, no obstante, tómalas mira como están.

Me las tiro, estaban empapadas, que zorra es. Se agacho delante de mí, se abrió el culo:

- ¿Como lo tengo cariño? ¿Como lo ves?

Se veía la base del plugs, como un diamante azul, su culo divino como siempre, oliendo a su flujo que es embriagador lo bien que le huele y le sabe, se notaba su ano dilatado muy rojo, ya veríamos a la noche, pensé, esta esplendido la dije, y nos metimos en la cama.

19:50 Suena mi wasap.

Me escribe Jose Manuel: Vamos Julito que ya estoy en mi habitación, pasaros para acá, esta que venga en pelotas.

Despierto a Mirian, se va a darse un agua, mientras esta en el baño suena de nuevo mi wasap:

Mejor ven tu un momento que te doy una cosita, ella que se quede ahí un momento.

Se digo a mi mujer y me paso donde Jose Manuel. Dime Le digo:

- A ver julio además de este vestido que se va poner esta noche, quiero que vayas a tu habitación, la quites el plug con cuidado y la hagas una lavativa con esto.

Cuando ya salga todo limpio la vuelva a poner el plug que yo tengo que bajar un momento abajo ¿ok? Vamos espabila que tenemos que ir a cenar

No dije nada, cogí la bomba y me pasé a nuestro cuarto, mi mujer no dijo nada, se dejó hacer estábamos algo sorprendidos, pero es evidente y normal, también estaba claro la que se avecinaba. Acabamos y le escribí: ¿ya está, vamos para allá?

Sin contestar se asomo llamo a nuestra puerta y dijo: venga pasad.

Entramos a su cuarto, agarro a mi mujer y la puso en medio. El se desnudo por completo, el barrigón era enorme, pero la mirada se me iba al badajo.

Se vino hacia Mirian, la pellizco los pezones, mi mujer daba pequeños espasmos, la metía el dedo en el coño de manera vasta y soez, estaba como comprobando el género, lo saco mojado y se lo doy a chupar, cosa que mi mujer hizo gustosa, lo volvió a meter entrando un poco mas y al sacarlo me miro y me dijo:

- Ven, quiero que pruebes como sabe tu mujer.

Me acerque dubitativo, me puso el dedo en la boca y chupe. Sabia a ella, era su esencia, la esencia que tantas veces me había comido.

- Muy bien, me dijo, estas todo el rato mirándome la polla, agárramela, quiero que me la toques para que veas que es de verdad un pollon y que valores lo que tu mujer siente cuando se la clavo.

Mi cabeza me daba vueltas, estaba de nuevo desbordado, acerque mi mano y le agarre el pollon, al contacto con mi mano, note como palpitaba y se empezaba a poner más dura.

Me quito la mano:

- ¿No pienses que soy maricon, quería que me la tocaras por estas todo el tiempo mirándomela, no serás un poquito gay no?

Fui contundente con el:

- Me gusta tu polla y me gustaría tenerla así, te la miro como puedo mirar un Ferrari que no me puedo comprar, pero sexualmente lo tengo claro, no quita que me guste ver de cerca como se la clavas o incluso tocártela en algún momento, pero no me gustan los hombres.

Quedo claro, me guiño el ojo asintiendo como que lo tenía claro. Dio la vuelta a mi mujer y con la palma de la mano en todo el culo, metió su de dedo corazón y la apretó el plug metiéndole todo dentro. Mi mujer dio un respingo a lo un ¨traquilaaa¨ acompañado de un fuerte azote hizo quedarse quieta.

Jose Manuel se puso en cuclillas abriéndola las cachas del culo y sujetándoselo lo ordeno:

- Aprieta Miri, pero con cuidado, quiero que controles tu ano y solo saques la base, si te pasas y se sale todo tendré que enfadarme y eso no queremos ¿verdad mi zorrita?

Un fuerte manotazo la hizo dar un paso hacia delante mientras decía:

- Joder Jose no se si voy a poder.

Jadeaba como una niña que va a empezar a llorar, apretaba, pero con tanto miedo que no conseguía sacarlo.

Otro azote mas justo en la zona alta del culo, que la hizo soltar un uhhhhg y justo salió la base.

- Muy bien Miri, muuuy bien.

La cogió la cabeza y el cuello como solía hacer y la doy de nuevo un brutal morreo, no la dejaba ni respirar.

Bajo la manaza a su entrepierna, la agarro la vulva y mi mujer se corrió irremediablemente al primer apretón, doblado las piernas y abriendo la boca para comerle la lengua con ansia.

- Hay que joderse que pedazo de puta eres.

Jose Manuel tenia ya la polla más que a punto, se restregó los restos de flujo de mi mujer.

Mirandola a lo ojos la apoyo encima de la cómoda, mi mujer le buscaba la boca, pero él se resistía, ella estaba desesperada por besarle, su cara de vicio y sus ojos de deseo eran un poema.

La abrió las piernas y mirándola a los ojos se la empezó a clavar.

Mirian cerró los ojos al sentir como la abrían. Fue muy despacio, hasta llegar al fondo.

La agarro del cuello y de nuevo la empezó a besar y chupar. La daba duro, muy duro, tanto que tuvo que agarrarse al cuello de él. Se la sacaba entera y con violencia se la volvía a meter.

El bajo la mano a su teta derecha y nada más agarrársela y presionar su pezón mi mujer se corrió de nuevo con un siiiiiii, que sin lugar a duda cualquiera que estuviera en alguna habitación colindante habría oído.

Esto alentó a Jose Manuel a bombear más si cabe, cogiéndola en vilo y follandosela de pie, la levantaba como una muñeca y la dejaba caer en el pollon.

El empezó a bufar como un animal y la dijo:

- Te voy a llenar Miri.

Empezó a clavársela con tal violencia casi sin sacársela, que temí que la reventara, pero un:

- Así por favor así, lléname. Y un:

- Otra vez, otra vez. Me confirmaban que de nuevo me equivocaba.

Mi mujer se corría al notar como Jose Manuel bufaba corriéndose.

Un terrible grito por parte de Jose Manuel y empezó a escupir semen en el interior de ella. Semen que resbalaba por el troco y sus huevos hasta caer al suelo.

La dejo clavada, mi mujer abrazada a él besándole. El aguándola por el culo con la mano en la raja, apretando para que el plug no saliera.

La puso de pie, a acariciándola la cara la dijo:

- Ya sabes zorrita, ¿verdad?, la próxima vez que no te lo tenga que decir.

Mirándole a los ojos con cara de zorra, se puso de rodillas, con las manos atrás, metió el cimbel en su boca y lo trago entero, notando como volvía a su estado normal, limpiando bien todo…tronco, base, huevos y, por último, y sin que el la indicara nada, metió su boca por debajo y abriéndola los cachetes le lamió el ano, a lo que el con cara de agrado dijo:

- Muy bien Miri, esto empieza a funcionar.

Yo estaba con los pantalones bajados, no podía parar de pajearme y a la vez no quería correrme, todo esto me ponía a mil por hora.

Jose Manuel me miró y me guiño un ojo. Cogió a Mirian del pelo y trayéndola de rodillas la puso delante de mí. Mi mujer se relamía, ella quería comérmela y darme ese placer, y yo lo deseaba mas que nadie, estaba a punto de estallar.

A escasos centímetros de la boca de mi mujer, era Jose Manuel quien controlaba su cabeza y la distancia. Sujetándola fuerte, para que ella no hiciera nada que el no manejase y yo no avanzara más de lo que él permitía.

- Llegados a este punto parejita y dado que hoy va a ser nuestra gran noche de estreno, sobre todo la de la puta de tu mujer, esta claro que ni tu ni ella sabíais que ibais a llegar hasta aquí.

- Os voy a decir que me tenéis que dar vuestra palabra que desde ahora, haga lo que haga, como lo haga, donde lo haga y con quien quiera que lo haga Miri, será de mi propiedad absoluta y me obedecerá sin ningún, pero ni queja.

- ¿Estás de acuerdo Julio?

Mire a mi mujer, sujeta del pelo, sometida, mirándome con deseo. Deseando comerme la polla. Con las tetas y la boca rojas de los besos y magreos, los labios del coño irritados de los pollazos que acaba de recibir aun echando leche en el suelo. Restos de semen en su barbilla tras la limpieza que le dio al cerdo este, no podía pensar con claridad, solo quería meterle la polla en la boca a mi mujer y que me la chupara.

- Te doy mi palabra, por mi parte vía libre.

Con una enorme sonrisa Jose Manuel acerco la boca de mi mujer a mi polla.

Se la trago entera, nada mas notar su calor noté que me corría. Fui a agárrala la cabeza, pero un fuerte tirón de Jose Manuel la saco de mi polla, y de mi capullo salieron borbotones de semen que cayeron al suelo y sobre las piernas de mi mujer.

- Una cosa es que te haga un favor y otra que te pases, esta solo toma la leche de quien yo le diga.

El muy cabron me dejo con la miel en los labios nunca mejor dicho, me corrí si, pero me corto el orgasmo lo que me provocó un fuerte dolor de huevos.

Quise disimular y como si nada hubiera ocurrido dije:

- Mirian no ha dicho nada, ¿tú lo aceptas mi amor?

Mi mujer me miró, Jose Manuel la levantó, me dio la espalda y agarrándola la dio unos de sus babosos morreos, a lo que mi mujer respondió con ansia cogiéndole del cuello.

Me dio la espalada para que viera la cara de Mirian mientras la magreaba y la morreaba. Entregada con los ojos cerrados comiéndose con ansia. Estaba claro que ella aceptaba.

Corto el beso me miro con seguridad:

- ¿Lo tienes claro Julito?,

- Date una duchita rápida que nos vamos Miri.

Mi mujer se fue para la ducha contoneándose luciendo su cuerpazo, estaba muy caliente aún.

Jose Manuel aprovecho para acercarse a mi y en todo reconciliador me dijo:

- Sinceramente Julio, esto es un juego, si algo ves que se te va de las manos o que os va a afectar demasiado me lo dices y corto ¿ok?, se que no, que os mola esto, pero que sepas que el control final real es tuyo ¿ok?

El muy cabron de nuevo se ganaba mi confianza absoluta solo pode guiñarle un ojo y decirle ok.

Salió Mirian, parecía una diosa con el pelo recogido. La dio el vestido y se lo puso.

Espectacular vestido blanco ceñido a todo su maravilloso cuerpo (os mandaré foto a los que comentéis y valoréis)

Verla allí de píe con el vestido blanco ceñidísimo, marcando sobre manera sus tetitas y los pezones, que al roce de la tela estaban como piedras, hicieron que mi polla diera de nuevo un tirón hacía arriba. Se notaba a la legua que tampoco llevaba braguitas.

Jose Manuel se acercó a ella la soltó el pelo.

Mirian dijo:

- Jose, ¿quieres que me pinte los labios?

Comentaros a estas alturas, que mi mujer rara vez se maquilla, solo se pinta los labios y la raya de los ojos, pero solo cuando salimos.

- Si putita, de rojo zorra y píntate la raya negra de los ojos, quiero que llames aun mas la atención, todos tienen que ver el bombón que yo me como.

Mientras Mi mujer se pintaba, Jose Manuel se vistió, se puso de sport con un pantalón chino

Y lo que me sorprendió un poco es que no se puso slip, a lo que, al subirse el pantalón, se la notaba un pedazo de bulto exagerado, ya me lo estaba imaginando empalmándose.

Salimos los tres de la habitación. Mi mujer y Jose Manuel delante, él con una mano en la cintura y con la otra la agarrada de su mano, yo detrás cuan amigo sujeta velas. Por detrás era mortal la visión, se la marcaba perfectamente la raja del culo, el puto vestido se ceñía como si fuera de neopreno, y eso me encantaba.

Quedamos frente a la puerta del ascensor, Jose Manuel dijo algo a Mirian al oído, esta hizo un gesto mirando hacia su bulto y el cogió la mano que sujetaba de ella e hizo que la posara sobre su entrepierna. Estaba claro que le había dicho que no llevaba ropa interior.

Mi mujer sopesaba su polla por encima cuando se abrió la puerta del ascensor, una pareja de mediana edad que estaba dentro se dio cuenta de la jugada y pusieron cara de póker.

Entramos todos, el seguía sujetando la mano de mi mujer es su entrepierna, mi mujer roja como un tomate ante la tensión creada, yo disimulaba mirando al suelo.

Salimos del ascensor y entramos al restaurante. Creo que no hubo ni un solo tío, con pareja o no, que no girase la cabeza y mirase con expresión de asombro al ver el pedazo de pibón que acababa de entrar por la puerta.

Noté de manera descarada como camareros y camareras se hacían señas como diciendo, estos son los de ayer. Estaba claro que habíamos sido la comidilla del personal tras la noche anterior con Jose Manuel, algún grito que oirían y lo del medio día con los guarros aquellos.

Volvimos a nuestra mesa rincón, esta vez sin biombo.

Empezamos a cenar de manera distendida, tomamos buen vino y comimos muy bien.

MI mujer y Jose Manuel se daban cositas en la boca para comer como si fueran novios, nos tenia fichado todo el comedor.

A la espera de los postres Jose Manuel dijo:

- Miri levántate y con mucha, pero, mucha tranquilidad y sensualidad te vas al baño, paséate, quiero que te vean bien todos estos mierdas y sus mujeres, que esta noche ya te oirán gritar de gusto.

Mi mujer se levantó, y al pasar por delante de él, se puso de pie, la agarro del culo con una mano y con la otra de la nuca y la clavo la lengua con uno de sus morreos. Creo que todo el mundo se dio cuenta.

Mi mujer se fue para el baño, fugazmente me miró y vi en sus ojos fuego, estaba que ardía de caliente.

Aprovechando nuestra soledad me dijo:

- En un rato cuando juegue con ella un poco mas y la ponga mas caliente aún, te daré la orden de que te subas con ella. En la habitación la pones las medias negras, las bragas que habéis comprado.

- Sacas de la bolsa de mis cositas, unas vendas de seda, una venda para los ojos y la bola de la boca.

- La pones en medio de la habitación de rodillas con el culo apoyado en sus piernas. La atas las manos atrás, la pones la venda de los ojos y la bola en la boca y sin hablar ni tocarla, claro, esperas a que yo suba. Y PROHIBIDO hablar ni comentar nada, ni a solas, ni cuando yo suba, ¿ok? .

- Luego en habitación, cuando yo te haga un gesto, la ayudas a levantarse la pones boca abajo, la atas a la cama con las piernas y los brazos abiertos y la metes un cojín bajo la tripa para que se le quede el culo en pompa.

- Nadie podrá hablar nada, solo yo ¿entendido? Solo se oirá mi voz y sus gemidos.

Asentí de manera rotunda diciéndole que si con la cabeza, no hacia falta que me pronunciara estaba claro que le iba a hacer caso.

Llegó mi mujer, sonriente orgullosa, caliente.

- Que corte, todo el mundo mirándome con un descaro de la leche, además he visto a los panolis de a medio día, solo les faltaba babear, jajaja.

Jose Manuel hizo un gesto, como diciendo vaya vaya….

- ¿Quién son? ¿Los tres mirones de anoche?

- Si los que no quitaron ojo del espectáculo, que hoy a medio día nos han pedido una foto. Comentó Mirian risueña.

Con tono un poco más serio Jose Manuel contesto:

- Lo sé, sé que les has zorreado un poco, a la hora de comer. Cuando he llegado esta tarde seguían en bar de hotel y me han llamado para comentármelo.

De nuevo, otra vez sensación de vértigo, como se lo había callado el cabronazo.

¿Qué le habrían contado? y sobre todo ¿qué les habría contado él?

La charla sobre hacer todo lo que quisiera etc., empezaba a tener sentido. Jose Manuel prosiguió.

- Cuando me han llamado me he mosqueado y he pensado, tengo que llamar a Julio y liarnos a ostias con estos payasos, pero luego han aflojado viendo mi cara de mala ostia y han ido suavizando la historia, al final me he tomado un gin tonic que me han invitado. No son malos tíos, están aquí por trabajo. Un poco fantasma el calvo, pero no son malos tíos. Están flipando con mi zorrita como es normal. Concluyó

Su forma de contarlo me tranquilizo un poco, ya que parecía que no había pasado nada raro, y todo había quedado en agua de borrajas.

Tras los postres pedimos champan y de nuevo Jose Manuel impuso orden:

- Tu Julio no bebas, quiero que estés bien sereno, esta botellita nos la bebemos tu mujer y yo.

Como ya comenté, no me importó, ya que no solemos beber de manera habitual, pero que mi mujer bebiera mas de la cuenta, estaba claro que era presagio de tormenta.

Mientras bebían, Jose Manuel y Mirian se besaban, el con total descaro la acariciaba y daba pellizcos en los pezones, la mordía la lengua y el labio, mi mujer estaba que no podía dejar de apretar y mover las piernas del calentón.

Acerco su boca al iodo de mi mujer, mordiéndola el lóbulo y con tono rotundo:

- Súbete el vestido y abre las piernas.

Mirian obedeció como si tuviera un resorte, estaba deseando que la tocara para seguro correrse al primer toque.

Jose Manuel bajo su mano sobándola desde las tetas hasta justo encima del pubis:

- Quieres que te agarre el coño y te lo apriete para correrte verdad zorra.

Mirándole a los ojos con cara de ruego y sumisión total mi mujer gimió:

- Si por favor Jose agárrame, pellízcame o tócame, pero por favor necesito correrme.

Jose Manuel amagaba con la mano, bajando y subiendo sin llegar a tocarla.

Mirian le agarraba la mano como queriendo metérsela entre las piernas, con los ojos cerrados, respirando muy profundo, no podía más, necesitaba correrse.

De un tirón, Jose Manuel saco la mano, la agarro de la cara y la dio un morreo. Al retirar su cara, mirando con cara de cabron a mi mujer me dijo:

- Tirar para arriba, que en 15 min subo yo. Tu sabes Julio y tu zorra lo que tu marido te diga a rajatabla, como le preguntes algo o yo vea que habéis hablado o no le haces caso, según entre en la habitación cojo mi maleta y me largo. LO TENEIS CLARO LOS DOS.

Mi mujer sorprendida, con cara de circunstancias me miró no entendiendo nada, hasta que me oyó:

- Si Jose Manuel, no te preocupes que tu zorra estará preparada.

Una enorme sonrisa, a la vez que asentía con la cabeza fue la respuesta de Jose Manuel.

Agarré con decisión a mi mujer del brazo, que, tras bajarse el vestido, avanzábamos hasta el hall a coger el ascensor.

No hablamos, tuvimos la suerte de que subía vacío. Mi mujer aprovechó:

- Que habéis hablado cabrones. Dijo sonriéndome con cara de picara.

La agarre de la cara y la di un morreo de infarto, estaba como loco por besarla y por follarmela, lo hubiera hecho ahí mismo, pero el juego era el juego:

- Nada tu obedece y calla ese es el juego.

Sonrió. Entramos a la habitación la ayudé a quitarse el vestido. La até las manos atrás, se puso de rodillas, la amordacé con la bola y la vendé los ojos.

El silencio fue rotundo, no dijimos nada, yo era un autómata y ella mi muñeca.

La espera se me hico larga, me quedé en slips, no quería perder el tiempo luego.

Ella respiraba profundo, yo estaba ansioso por que empezara el espectáculo.

Pasos por el pasillo, varias personas. Hablan en voz baja. Reconozco la voz de Jose Manuel.

Se abre la puerta, Jose Manuel no entra y dice:

- Muy bien Julito, lo has hecho muy bien.

Mira a mi mujer con deseo, mucho deseo. Abre la puerta y haciendo un gesto de que no hagan ruido y no hablen entran los tres guarros de los que habíamos hablado.

Le miro con cara de mala ostia, y le hago el gesto de que está pasando aquí. Él es rotundo:

- ¿Confías en mí no?, tu tranquilo, hazme caso.

Acepto con reticencias, pero acepto.

Se acerca a mi mujer y empieza a sobarla la cara el cuello, las tetitas, juega con sus pezones.

Mi mujer esta que se funde de caliente se la cae la baba a través de la bola.

La magrea el culo comprobando que todo esta donde tiene que estar, y la muestra a los tíos como diciendo ¿veis que buena esta?

Los tipos no se lo creen, se mueven con sigilo a los gestos de Jose Manuel que les enseña como la pellizca, como saca sus dedos empapados de su coño y la abre el culo para que vean como se lo dilata con el plug.

Está claro que mi mujer intuye y siente que hay mas gente y al igual que yo lo sospechaba en el fondo sabe quiénes son.

- Quítala la mordaza, me ordena.

Libero la boca de mí mujer y sin que nadie la ordene nada, la abre y se relame como sabiendo lo que viene ahora.

- Que bien Miri como vas aprendiendo, se regodea mirando a los colegas.

Jose Manuel se desnuda por completo, el biberón esta a media asta y se lo da a tomar a mi mujer que, con ansia, desencaja la boca sacando la lengua para recibirlo.

Los tres tíos se soban por encima del pantalón sus pollas y están sorprendidos con el espectáculo.

Jose Manuel les hace un gesto y los tíos sacan las pollas de los pantalones, uno hace el amago de bajárselo, pero con otro gesto Jose Manuel le deja claro que solo se saque la polla.

Dos de ellos son pollas de lo más normal pero el puto calvo, por eso iba de vacilón. No llegaba a Jose Manuel, pero calzaba también buen rabo.

Los tíos se la empiezan a menear mirando el espectáculo.

Con la polla bien dura, Jose Manuel empieza a follarse a mi mujer por la boca, agarrándola del pelo y haciéndola dar arcadas. La da pequeñas bofetadas mientras se la mete.

La levanta del suelo, con un gesto y mi ayuda la ponemos al borde de la cama a cuatro con la cara en las sabanas y el culo totalmente expuesto, la vuelvo a amordazar.

Coge al calvo del brazo y le pone detrás de mi mujer y con un gesto le dice que se lo coma.

El cabron se tira a muerte lamiéndola con ansia la raja del culo y los alrededores del ano y el plug. Se agacha un poco mas para lamerla el coño y al primer contacto mi mujer se corre con terribles espasmos, llenándole la cara y la boca al cerdo, que en lugar de retirarse y darla unos segundos se viene arriba y con más ansia se lo come, succionándola mientras la lame el clítoris por debajo, y de nuevo mi mujer explota corriéndose otra vez gimiendo desenfrenada con la bola puesta.

Jose Manuel le retira, por cómo actúan estaba claro que ellos sabían quién mandaba aquí y obedecían también, tal vez ese fue el pacto entre ellos para poder estar ahí.

Agarra la base del plug y recreándose se lo empieza a sacar, todos nos acercamos para verlo en primer plano, mi mujer hace ademan de dolor encogiendo los pies, pero un brutal azote hace que se relaje de nuevo.

La dilatación lograda es muy seria. Pero aún seguía siendo mucha polla.

Me dio el plug, acercó el pollon al ano indefenso de Mirian y apretó, ella dio un tirón hacia delante como para liberarse un poco de la presión, pero de nuevo, otro brutal azote la hizo ceder. De un tirón se la clavo entera completamente, mi mujer resoplaba y respirada entrecortada, aguanto uno segundos con ella en lo mas profundo de su culo. Uno de ellos no aguanto y se corrió como un gorrino salpicando la cama.

Jose Manuel se mosqueó y con un gesto con la mano le dijo que se fuera.

El tío no dijo nada, se limpio en el baño y se fue.

Jose Manuel con gesto de cerdo, le hizo una seña al calvo para que empezara a frotarla el clítoris a mi mujer.

El tío encantado empezó a tocarla, frotando y pellizcado su coño, Jose Manuel empezó con el bombeo, sacándola y metiéndola entera hasta la empuñadura, mi mujer ya estaba abierta 100% empezaba a temblar, cuatro golpes con toda su fuerza en el culo y de nuevo se corrió en la mano del puto calvo.

Jose Manuel saco el pollon de su culo y sin ninguna contemplación se la clavo por el coño, un brutal uhmmmm salió de la amordazada boca de mi mujer, estaba deseando que se lo llenara de carne y así estaba siendo.

Mirian jadeaba se corría de nuevo mientras Jose Manuel la embestía como un toro clavándosela hasta la matriz.

- Quítala la mordaza, me ordeno jadeante.

Aceleró el ritmo si cabe aún más, mi mujer al estar liberada de la mordaza y gemía totalmente desinhibida.

- Desátala y quítale la venda.

Raudo obedecí. Mi mujer llevo las manos a la altura de sus hombros y con fuerza agarro las sabanas para aguantar las embestidas de Jose Manuel. Este estaba agarrado fuertemente a sus caderas para manejar completamente el movimiento.

Mi mujer se corría sin remedio de nuevo, a lo que Jose Manuel dándola varios cachetazos en lo alto del glúteo la decía.

- Muy zorra muy bien, vamos VEN.

Como una bala mi mujer salto de la cama y se tiro al suelo, hasta ese momento había tenido los ojos cerrados tras quitarla la venda, pero al ir a por su leche vio al calvo y el melenas allí con las pollas fuera cascándosela.

Hizo como si no estuviesen agarro la polla de Jose Manuel con las dos manos y se la trago entera a lo que este sujetándola la cabeza grito:

- Toma tu leche Miri tómala toda.

Y bramando como un toro empezó a escupir semen que desbordaba la boca de mi mujer saliéndose por la comisura de los labios y cayéndole en el pecho alguna gota.

Ella trago todo lo que pudo, la aparto un poco y con la punta de la polla Jose Manuel recogió lo que se había caído mas lo que tenia en la cara y se lo dio a tragar también.

Mirian trago y empezó a limpiarle con deseo toda la polla, los huevos y a lamerle el culo como ya era costumbre.

Mientras ella acaba su tarea Jose Manuel comento:

- Ahora te vas a portar bien y a estos amigos que los has calentado y han visto que eres mi zorra les vas a dejar que se relajen contigo un poquito, así yo me recupero y te vuelvo a follar como te mereces.

- Poneros unos condones. Les ordenó.

- Y hacéis lo que yo os diga sin tocar, ¿lo tenéis claro?

Los tíos asintieron, se pusieron un condón. Mi mujer solo ponía cara de zorra mientras jugaba con el pollon de Jose Manuel dándole mordisquitos y chupándoselo con cariño. Solo miraba de vez en cuando al puto calvo, estaba claro que ese cerdo la ponía y el rabo que gastaba también.

Yo llevaba mas dos horas con la polla durísima, me dolía todo, pero no quería correrme cuando llegaba al punto de no retorno paraba para así poder gozarlo mas

- Túmbate en el suelo le mando al calvo.

Este se tiro tripa arriba con la polla mirando al cielo. Levanto a mi mujer cogiéndola del pelo y la puso en cuclillas encima de él.

El calvo fue a agarrarla de la cadera a lo que Jose Manuel dándola un tirón para arriba la quito de la postura y le dijo:

- Te he dicho que, sin tocar, si no te gusta te vas a tomar por culo con tu amigo y listo ¿ok?

No hubo que decir más, el tío echo los brazos atrás y Jose Manuel clavo a Mirian en la estaca del calvo. Jose Manuel se agacho y empezó a morrearla a su manera, mi mujer le agarraba de la cabeza, el jugaba con sus pezones y tetas. Bajo una mano a su clítoris y empezó a darle cera.

Mirian empezó a cabalgar clavada, estaba a punto de correrse de nuevo. De un tirón la agacho hacia el pecho del calvo y le dijo al otro:

- Vamos clávasela sin miedo

Jose Manuel la abrió lo cachetes del culo y el melenas se la clavo hasta el fondo del tirón.

Mi mujer gritó, era su primera doble penetración.

El melenas embestía con todas sus ganas, mi mujer se mordía el brazo así misma resoplando.

Un grito deme corrooo díossssss, lleno la habitación, temblado se empezó a correr y dando espasmos de nuevo, se corría sin remedio antes los envites en su culo.

El melenas no aguantó sus temblores y se corrió cogiéndola muy fuerte de la cadera y vaciándose en el condón muy dentro de ella.

Se retiró, pero en esa postura con el pollote del calvo dentro y rozándole todo, Mirian levantó su cuerpo iba de nuevo a por otro.

De un manotazo Jose Manuel, la tumbo de nuevo en el pecho del calvo, ya estaba otra vez el misil preparado. Con sus dedos agarro la cabeza de la polla y se la hundió entera estando en cuclillas. Mi mujer suplicó:

- Jose por favor, son muy grandes, me duele, me llenáis entera noo por favor.

Hice amago de intervenir, pero un gesto con los labios de mi mujer mirándome, me dio a entender que estaba jodida pero que le gustaba.

Jose Manuel acelero los pollazos, y Miran irremediablemente se empezó a correr de nuevo, el calvo la acompañaba con su corrida también, a tras su terrible aggggg, la agarro de la cabeza y la comió la boca, a lo que mi mujer le correspondió con ansia mientras aguantaba los ataques de Jose Manuel y disfrutaba los últimos espasmos de su orgasmo.

Jose Manuel se quitó y la dejo morrearse con el hasta que la polla del calvo flácida salió de su coño.

- Venga tirar los dos que la fiesta se ha acabado ya para vosotros.

Mi mujer en el suelo, agotada con cara de zorra y yo con cara de salido miramos como los mendas se iban.

Jose Manuel con cara de mosqueo se dirigió a mí:

- Has visto ¿no?, la dejo un rato de controlar y le come la boca a ese puto asqueroso.

- Ya la puedes atar corta o se esta zorra se nos va de las manos.

Estaba claro que le había jodido, pero también le había gustado, corto de follarsela por que se habría corrido viendo como se comía la boca con ese asqueroso, tenia el rabo a mil escupiéndole liquido pre seminal.

La agarro del pelo para ponerla de pie, y me dijo ya sabes lo que tienes que hacer.

Cogí a mujer y la tumbé boca abajo, ya la notaba agotada, al atarla y ponerla el cojín debajo de su vientre vi como había pequeños restos de sangre mezclados con sus jugos y como sus labios y ano estaba en carne casi viva, me miro con cara de cordero degollado cuando de nuevo la puse la mordaza, a lo que yo la respondí como venganza como ella me había hecho cuando grito que noooo, la hice el gesto del beso y la guiñe un ojo.

Jose Manuel se subió a la cama, con las manazas la masajeaba el culo:

- Has sido un poco más puta de lo que yo te había mandado y por eso ahora te voy a castigar.

Agarro el plug grande, la escupió en el culo y se lo metió del tirón.

Mi mujer hacia gestos de dolor al sentirse de nuevo invadida por el metal tras la tralla que había recibido.

Acomodo el pollon en la entrada de su coño y se la clavo hasta el fondo.

Empezó a bombear con golpes cortos, profundos, mientras con el dedo daba círculos en la base del plug para movérselo dentro.

En tono suave casi con cariño le decía:

- Vamos Miri, putita, relájate córrete para mí, lléname la polla de tu flujo. Ahora no te follo, te hago el amor.

El ritmo acompasado de sus pollazos, el juego de su dedo en el plug, el ambiente que parecía rebajaba tensión, y mi mujer resoplaba de nuevo y respiraba entre cortado iba a correrse otra vez.

Jose Manuel al notar que Mirian contenía el aire para explotar, la saco de golpe y con la mano la abierta la azotó tres veces, cortándola el orgasmo, haciendo que Mirian se removiera como una fiera atada.

- Que te creías que te ibas a correr de rositas jajaaja, jodete zorra.

Se la volvió a clavar, volvió con al ritmo anterior y de nuevo jugando con el plug.

Mi mujer gemía, le gustaba, pero tras tantos orgasmos y pollazos parecía que ya no le quedaba carrete para más.

Jose Manuel se dio cuenta y me indicó:

- Meta la mano derecha por debajo, tócala el clítoris y con la izquierda me la pasa por detrás y la subas el coño rodeándome la polla.

Así lo hice, me gustaba palpar con ese pedazo de carne se hundía en mi mujer.

Sin ninguna duda empezó a hacer efecto, mi roce, su ritmo, mi mujer suspiraba de nuevo, aumentamos el ritmo para que llegara antes y cuando cogió de nuevo aire para explotar, se la volvió a sacar, apartándome a mi con el brazo, tiró del plug y rápidamente se la incrusto en el culo hasta el fondo, gritando un tomaaaa zorraaaa.

Mi mujer gritaba y chillaba, ya no sé si por que se había corrido, se estaba corriendo, se iba a correr o la estaba reventando.

Tumbado encima de ella los pollazos eran profundos y muy fuertes, hasta que se quedó clavado entero bramando y bufando.

Jose Manuel quedó rendido encima con el pollon clavado hasta el fondo.

- Desátala y quítala todo.

La desate, la quité la mordaza, estaba rota con los ojos cerrados. Al soltarla las manos, poso una de ellas sobre la pierna de Jose Manuel acariciándole. Él fue a levantarse, pero ella sujetándole se lo impidió.

- Espera que se ponga mas blanda, me duele un poquito. Le dijo.

Estaban terriblemente agotados, y yo seguía con la polla como una piedra.

Jose Manuel tras unos minutos se desclavo de ella con la polla ya morcillona, al sacarla la leche se le salía a mi mujer del culo que estaba brutalmente dilatado. Se puso a la altura de su cara.

- ¿Te lo tengo que decir otra vez? La dijo.

Mi mujer se bajo de la cama se poso de rodillas y volvió a engullir el pollon, con cariño limpiando todo.

- Ven Julito ponte aquí a mi lado. Las manitas atrás campeón.

Le obedecí, agarré mis manos por detrás adelantando mi pubis para que mi polla estuviera mas cerca de la suya y la boca de mi mujer.

Mirian se esmeraba comiéndosela.

Jose Manuel sin esperármelo me agarro la polla, y empezó a pajearme.

- Tranquilo Julito no me van los tíos, es para que te queda claro que hago lo que quiero contigo y tu mujer

Notar una mano extraña y el calentón que tenía, me corría sin poder remediarlo.

Cogiendo de nuevo a mi mujer del pelo la ordenó:

- Abre la boca zorra, tomate la leche de mi amigo Julio.

La hundió la boca en mi polla y empecé a derramarme. Mi mujer tragaba como podía, nunca me había corrido tanto, ella abrazaba mi capullo con sus labios mientras el me pajeaba corto pero fuerte para ella succionara todo.

Cuando terminé la levanto del pelo y la acercó a mi boca, Nos besamos y morreamos con ansia. Nos dio un azote a la vez a los dos en plan cariñoso y dijo:

- Sois la ostia, que bien me lo he pasado, vamos para la ducha que son las 6 de la mañana.

De nuevo el cabron demostraba su profesionalidad. Se había acabado la fiesta.

Nos duchamos entre gestos y risas los tres, algún sobo algún magreo por nuestra parte hacia Mirian y ella hacia nosotros, parecíamos tres amigos.

Nos acostamos en su habitación, el en una cama y nosotros en la otra.

A las 10 me desperté, mi mujer dormida como un tronco y Jose Manuel igual. Este estaba boca arriba, en pelotas con las piernas abiertas, ese barrigón enorme y el pollon que le colgaba hacia un lado, lo miraba y pensaba como lo había visto entrar en mi mujer con un misil.

Solo pensarlo y me puse de nuevo cachondo, estaba claro que ellos lo habían disfrutado a tope, pero el que menos sexo había tenido allí era yo.

Me baje a desayunar, el hambre me podía.

Tomé un zumo y unas tostadas y rápido me subí. Abrí con cuidado para no despertarlos, pero… sorpresa, no estaban en la cama. Los oí chismorrear en el baño, con sigilo me acerqué.

Ella en la encimera de las pilas, con una pierna colgando y la otra con el pie en su hombro de él bien abierta, sujetándole la cabeza y susurrando:

- Que bien me comes Jose uffff que rico, así.

Mi mujer me vio, me miró y me hizo un gesto de joder que bien.

El también se dio cuenta, pero me ignoró. Veía como la recorría toda la raja con esa legua gorda y grande, como se la metía en el culo, en el coño y como la mordía el clítoris.

Puso su boca como una ventosa y mi mujer se corrió apretándole la cabeza para que se lo comiera todo. Cosa que el hizo gustoso recreándose en dejárselo impoluto.

Se incorporó, la agarro del cuello y empezó a comerla la boca.

La aparto un poco y la subió las piernas, una a la encimera y la otra se la agarro con una mano del tobillo.

Acerco el pollon a su coño y se la fue clavando milímetro a milímetro, despacio, pero sin pausa.

Cuando ya la tenia ensartaba, se metió uno de sus pies en la boca. Eso es algo que a mí me encanta hacérselo y ella que se lo hagan, sus pies son preciosos y chupándoselo y dándole lengua entre los dedos empezó a bombear.

Eran envites secos fuertes, clavado al fondo, aumento el ritmo, y trayéndola hacia él, empezó a correrse con bufidos como siempre. Del coño de Mirian salían restos de semen y flujos mezclados mientras ella se corría también al sentir como la llenaba de leche caliente.

La soltó y ella se echo al suelo, el sonrió.

Se la cogió y la dejo limpia por completo.

Jose Manuel se metió en la ducha me miro y me dijo:

- Ven cojones follate a tu mujer, Miri apóyate en mí.

Mi mujer se abrazó a él, poniéndome el culo en pompa, la caía agua de la ducha que nos salpicaba a todos, abrió las piernas y se clave desde atrás. Notaba exceso de fluido entre su corrida, la leche de Julio y la dilatación del pollon, poco me rozaba, yo, pero el morbazo era brutal. Empecé a embestir con interés, me iba a correr. Mi mujer bajo su mano y se empezó a tocar. Con un apretón me clavé y a la vez me corrí dentro mi mujer mientras ella soltaba un siiiiiii, anunciando que también se había corrido con su paja.

Nos morreamos apasionadamente, y nos dijimos un te quiero bien sentido.

Jose Manuel sonreía.

Acabamos de ducharnos todos, nos vestimos y bajamos a la recepción.

Jose Manuel había pagado todo.

Nos despedimos muy cordialmente, y de forma muy respetuosa y educada yo un abrazo y mi mujer dos besos.

Estaba claro que volveríamos a vernos, pero eso es ya otra historia.