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The water palace

en Bisexuales

Cansado de intentos de concretar algún encuentro con activo por face, me decidí por la apuesta segura de volver a ir a los Baños de Vapor de la ciudad. Existen 3, pero en este había tenido muy buenas experiencias realizando oral y dos encuentros tórridos. Sabía que existía una probabilidad alta de volver a tener otra buena repasada. En supuestas páginas de encuentros es medio complicado lograr concretar algún encuentro. ¿Por qué será que le dan tantas vueltas al asunto de reunirse en algún lugar? Primero los consabidos y trillados saludos de: hola, ¿Dónde vives? Porque quieren saber dónde vives, al parecer muchos no saben leer bien…primero aclarar que no eres mujer, luego en otros casos explicar que es una TS, una TV a full, una TV de closet ocasional como yo…en fin, luego darle muchas vueltas para decir lo que se quiere: ver la posibilidad de encuentro. Y luego darle vueltas a ponerse de acuerdo…hasta el grado de que cierta hora, te dicen: ay no es muy temprano…ufff tras de que uno es la que ésta poniendo la carne, jejeje, se ponen “especiales”. Aclarara que no hay lugar disponible (es a motel) dinero, alcohol y drogas de por medio y dale que dale. Compruebo, muchos no leen. Por ello esta alternativa que descubrí de los baños de vapor que también tiene toda su cultura, señas y especies de humanos que llegan. Lo cierto es que es ambiente gay, solo hombres entran. Precios módicos, lugar discreto y accesible, solo un poco de problemas para encontrar estacionamiento seguro. Contaba con dos horas más o menos, así que debía llegar partiendo plaza. Sabía que muchos tipos se dan su “taco”, nada más van a exhibir su mal humor, otros tantos son igual que uno…son pasivos, otros solo van a mirar, otros super raros, así que en esta ocasión se tendría que ver que pasaría. Uno entra, hay un vestíbulo, paga la módica entrada, se va a un área de vestidores para encuerarse por completo si así se desea (casi todos los asistentes lo hacen) y solo con una toalla te cubres. Me fui directo a la sala de vapor, es oscura, no se alcanza a ver muy bien, aun cuando ya te acostumbras, se ve en penumbras, de cualquier forma es muy bueno darle al cuerpo esta sesión porque relaja, hace que sudes y te desintoxicas. Estaba un maduro igual a mí, él muy flaquito más bajito, yo de 1.76, él como de 1.69…de inmediato note que si me miraba, y más cuando me senté en una banca me despoje de la toalla y me cruce muy femenina de piernas, era obvio que mi piel estaba limpia y con firmeza, He notado que se deben enviar señales claras de cuál es tu rol y si quieres lograr algo rápido, si solo vas a darte el vapor y tontear viendo, pues no hay nada que hacer. Su mirada era inquisidora. Para mayor realce y comunicación me puse de pie, dándole la espalda e inclinándome un poco simulando hacer ejercicio para que viera mis 104 cm de nalgatorio blanco, limpio, firme y respingón. De reojo sentí su mirada de fuego. Me viré y le extendí la mano…hola soy Ricardo con la voz más de mujer que podía y el la acepto, contestando: Hola soy Pepe y me pregunto: estresado? Siiii le conteste casi como en un gemidooo….a lo cual se puso atrás de mi para empezar a darme un rico masaje en los hombros, se veía que tenía que estirar sus brazos . Yo le decía …ahhh que rico…muchas gracias, parando mi nalga para de a poco repegarme a su ingle, el acepto y empezó a puntillarme, también se quitó la toalla y así empezó un perreo y masajeo a mis hombros y nalga con su daga ya medio erecta. Fue un buen ratito, yo ya con mi mano rozaba su glande, lo adivinaba larguísimo ya que al ser más bajo, sentía su punta en medio de mis nalgotas. De repente me volteo y me agacho para que pudiera ver ya en su gloriosa majestuosidad ese monstruo que tenía, de verdad la más grande, gruesa y larga verga que yo he visto hasta entonces. Ya estaba super erecta, me dijo: Te gusta mamar, te gusta que te cojan…yo: siiii, ya besando suavemente sus hombros, su pecho, sus pezones e ir bajando poco a poco hasta quedarme primero en cuclillas toda mujercita y luego hincadita para empezar a darle una mamada de campeonato. Al empezar mi femenina manita no alcanzaba a cubrir el grosor del pene, mucho menos mi boca, pero por primera vez me tuve que tragar toda, el me forzaba suavemente desde mi nuca, mandándome: ¡chiquita abre toda tu boca para que te quepa!, yo cual sumisa obediente lo hice y maravillada sentí como después de aguantar la primera arqueada, si podía yo recibir tamaño falo. Una vez acostumbrada le mame, hasta que de repente alguien más entro al vapor y se mosqueo, nos retiramos, unos minutos más se salió, yo platique con el nuevo que entro, pero estaba medio remilgoso, así que me retire para ver si encontraba al flaco. Existe una sala de proyección de películas porno gay, aquí hay hasta tres salas y un cuarto oscuro, me

dirigí hacia esas habitaciones pero solo vi a otros tipos, pero al salir de nuevo a la estancia me lo tope y él con la mirada me dijo vamos para la planta alta. En la planta alta hay terrazas, sala de fumar, otras salas de proyección, regadera, una zona con alberca y cuartitos en donde existe una banca y sillón en algunas. Con señas me indico nos metiéramos a la sala de proyección, pero como que no le gusto y entonces ya me hablo diciéndome vamos a un cuartito…escogimos uno de los más retirados y escondidos para seguirlo mamando. No fue mucho, él estaba para coger y yo ser enculada. Esa coincidencia tremenda, porque a muchos machos solo les agrada ser mamados. Traía condones y gel, yo temerosa de verdad, pero sin dejar de agarrarle su garrote para recorrerlo con mi manita, en un hilo de voz: ¡no se va a poder, esta enorme !. El con voz segura pero de susurro también: ¡Claro que se va a poder, vas a ver…no hagas mucho ruido no más, no me gusta…! Me empezó a dedear con el gel, poco a poco, ayyy era tan rico Se agacho para darme lengua, combinando chupadas, dedeadas y una que otra nalgadita, susurrándome al oído: pero que buenas estas chiquita, que nalgas tan finas, limpias tienes. Estas bien nalgona. Ponme el condón me ordeno, ufff batalle para que le entrara, se puso gel en la punta, yo estaba entregada a lo que debiera suceder. Después de un buen rato de agarrarle la masacuata y el de dedearme, me ordeno: empínate…me puse en la banca de cuclillas, el me acomodo el nalgatorio para ponérselo a su altura, yo solo tenía que variar el ángulo de inclinación. Una vez acoplados me la empezó a empujar despacio pero firme…ufffff una vez que paso la dimensión normal que suele tenerse sentí clarito que profundizaba…ayyyyy gemí quedito, ya que me había dicho al oído que no le gustaba que hiciéramos mucho ruido, ufff la aguante, pero si dolía, solo atine a decirle que despacittooo y que no se moviera para amoldarme….él también obediente y con suma maestría siguió hasta que sentí que ya la tenía toda dentro ya que su piel chocaba con mis pompas…empezó a zumbarme primero lento para de repente en empellón inesperado dejármela ir hasta dentro, pero yo ya sentía 100 % placer puro…hasta echaba más hacia atrás mi nalga para acoplarnos en una deliciosa copula de entre saca, la culeada estaba al máximo, de repente lo hacía más rápido y si tenía que resoplar, gemir. Así me estuvo dando en forma riquísima, hasta que en un empellón se salió toda, sintiendo como la gruesa víbora, ya que además de larga es de un grosor considerable. Yo al estar en cuclillas me pare un tanto entumida de las piernas. Habían sido como unos 6 minutos. Me dijo como quieres ahora, me acosté en la alargada banca y él sabio: ¡con las patas pa arriba, sin más se puso mis largas y trabajadas piernas en sus hombros y apunto de nuevo su mástil, pensé que no entraria, pero entro topándome aún más…ahuuuuummm, ayyyyyyy papiiiii, él escuchándome fue acompasando la penetración hasta que ya su pene entraba y salía con buena fuerza, de repente se inclinaba para prácticamente tenerme doblada sobre mí y yo sujetándome de sus brazos, agarrándole con fuerza y acariciándolo de ellos para que la copula no dejara de aminorar. Yo trataba de ahogar mis gemidos, pero estos se escapaban quedamente y él sus resoplidos, así como el ruidito de la banca al pegar sus patas con el movimiento hacia el suelo. Para evitar el ruidito, después de un buen tiempo, que serían unos 8 minutos, se desacoplo, clarito sentí como el salchichón grueso se deslizaba hacia afuera como en una succión. Ya llevaba cerca de un cuarto de hora tupiéndome. Me acomodo de pie inclinada para que me apoyara con mis manos en una de las paredes, una vez que tuvo a su medida el nalgatorio, me volvió a amasar mis montañas y a hacerme el beso negro de una manera ahora mucho más profunda, exquisita, con maestría. Estando así, le volvió a dar, pensé que no se podría al haber dejado pasar un poquito de tiempo, pero no…otra vez, de a poco a poco la fue enterrando hasta que casi me levanta, tuve que ponerme de puntillas aguantando de nueva cuenta el dolorcillo inicial…ayyyyyyy…no sé cómo de repente me tenía ya casi abrazada y yo casi prácticamente sobre mis plantas sin tener que levantarme. Si era más bajo que yo, supo inclinarme para que me siguiera bombeando ahora si durísimo, mediando la fuerza del enculamiento hacia lento y vuelta a darle…se escuchaban clarísimo el típico plap,plap,plap que se hace al choque de pieles. Estaba como en 90 % grados, pero incluso con los brazos ya sin apoyar en la pared, de esta manera solo era el ruido de pieles y mis gemiditos callados…hummmmm. Ufff han de ver sido otros 8 minutos. Mientras me susurraba con cálido aliento cerca de mis orejitas…así me gusta chiquita, peor que buena estas, que nalga tan fina, tan limpia tienes, y te las tragas toda, estas riquísima.

Me dejo de culear, para pedirme que me acostara en la mesita boca abajo cual largo era, una vez así, sin preámbulo me la dejo ir. Por momentos se apoyaba en sus piernas y por momentos él estaba por completo en forma horizontal sobre mí. Ayyyyy yyy ahora si ya no podía evitar el gemir más y empezar a decirle palabras de aliento: papppiiii, ppaaciittoooo y él chiquita…que culo me estoy comiendo… Así me dio otro buen, hasta que me susurró ya casi, se zafo y me volvió a poner de patitas al hombro, para en un momento salirse, quitarse el condón, volverme a voltear para que sintiera en mis nalgas el líquido caliente que salió de este flaquito…así me gustan las chiquitas, que no se den su taco, que no se den sus moños y que me la aguanten. Eres buenísima, toda se te fue, me la aguantaste…nos veremos los viernes que quieras aquí…y se salió.