Las tres juntas en la gran casa. Y vestidas con ropa interior femenina, disparados sus sentidos y sin barreras, disfrutando a todo dar.
Nuestro amigos gozan juntos de los placeres que les proporcionan sus cuerpos llenos de deseo.
Nuestros amigos se consolidan como pareja sexual, con el morbo añadido de la discapacidad de uno de ellos. Y disfrutan sus encuentros y sus fines de semana juntos, en perfecta armonía sexual y de amistad.
Los dos amigos acuden a una reunión de discapacitados en diverso grado. En ella nuestro protagonista tiene ocasión de mantener un miembro de hombre en su mano y excitarse muchísimo con ello, lo que hará las delicias de su compañero cuando se encuentran a solas.
El círculo de amigos y cómplices sexuales se amplía con otro joven, también discapacitado.
Un hombre conoce a otro que por su condición física debe llevar un aparato ortopédico en una de sus piernas. Tras bailar juntos van a su piso y allí se entregan al amor y al placer, con el morbo añadido de la prótesis.