Aquella noche iba vestido de mujer y sus planes se le habían echado a perder. Su taxista la intentaría consolar mientras unos representantes de la ley les interrumpían.
En los servicios del Museo Nacional de México va a ocurrir algo fantástico.
Nuestro protagonista entra a un cine X y cambia sus ropas por unas de mujer. A partir de ahí no recibe y da más que placer de los muchos hombres con que se encuentra deambulando por la sala y los urinarios.