Llegó a casa con algunas sorpresas para su amada, tendría que ser una buena chica porque quería llevar mas allá sus intenciones.
Tras intimar a través de Internet, había llegado la excitante hora de conocerse en persona.
Habían vuelto del aeropuerto y en casa les esperaría una nueva y maravillosa experiencia rebosante de placer y deseo.