Te vuelves y miras a tu mujer que todavía está dormida, la observas con detenimiento grabando esa imagen en tu corazón, te acercas cauteloso y le acaricias el cabello con suavidad y cuidado para no despertarla.
Sin saber porque mi corazón comienza a palpitar alocadamente.
observar como las minúsculas gotas de agua caen una tras otra en una perfecta armonía salpicándolo todo, sin dejarse nada en su camino, refrescando el ambiente.
Escribo estas líneas sin esperanza de volver a tenerte...
Todo comenzo cuando nuestros padres decidieron casarse...
Una invitación hace que dos antiguos amantes se encuentren.