Dejó las manos quietas. No quería defraudar a su confesor que tan buenos consejos le daba. Se revolvió en la cama, tomo un almohadón y lo colocó entre las piernas. Lo apretó contra sí intentando calmar el ardor, pero cuanto más apretaba, más ardor sentía.
No tenía nada que perder. Una simple camiseta escotada sin nada debajo y una jarra de té helado serían mis aliados. Llamé. Mis pezones casi se salían de la camiseta.
Ama, me estoy excitando mucho. Se pellizcaba los pezones y se revolvía en el sillón. Cállate, puerca. Me senté a su lado y le quité la peluca. Le besé la boca profundamente. Me cogió la mano para ponerla entre sus piernas, pero no la dejé. Yo mandaba. Ella lo sabía.
· lidia30- cual fue tu mayor locura · mami40- comersela ami novio en el asiento trasero del coche mientras viajábamos con su hermano u el amigo que conducía · mami40- creo · lidia30- se masturbaron ellos? · mami40- no, se hicieron los locos
-¿has bebido en la comida? -unas cuantas copas de vino... -entonces estarás caliente -muy caliente, pero no me avergüences. -No quiero avergonzarte, quiero calentarte más.
Cuando enciendo la radio, a veces me enciendo yo.
Sentada, frente a mi ordenador, imagino...