Érase una vez... una versión del más que conocido cuento de los tres cerditos.
Te encuentras sola, desnuda sin que nada te disturbe, toda esa extensión de agua es solo para ti y tus más íntimos deseos.
Estamos en lo alto de un monte de esos que adornan un bello paisaje, y desde aquí podemos ver un precioso valle, esta atardeciendo.