La niña no razona del todo mal pero es lentita de reflejos, por ello los hombres se aprovechan de su temeramento ardiente.
Un jovenzuelo, aún imberbe, se deleita al máximo haciendo realidad sus fantasias sexuales,lo que provoca en su tía carnal una voracidad inesperada.
Sorprendido el mozalbete in fraganti, es drásticamente sancionado por su hermana novicia que le dobla la edad. ¡Envidiable castigo!.
Cali de 11 años pero muy bien dotado, le brinda a su hermana de 16 todo el placer que el novio está impedido de darle; para beneplácito de dos testigos.