Cuando me decidí a dar clases particulares, nunca creí imaginar todo lo que deparaban en casa de Dª Amelia.
Un profesor revive con sus alumnas la inocencia de la juventud y descubre el sexo con ellas.
Mi amigo Guillermo y yo descubirmos a su hermana en un película porno. A partir de ahí, se suceden unos acontecimentos excitantes.
Nuestros amigos nos prepararon una despedida de soltero que jamás podré olvidar con mucho sexo.
En ese momento Jose parecía haberme leido el pensamiento, me cogío del hombre y me sacó fuera para que me diera un poco el aire, salimos por la puerta de atrás. Salimos fuera, era tarde, me dijo que cerca había un parquecito con unos bancos donde se podía estar tranquilos.
Ella sin dudarlo se quita la camiseta, y a mi casi me da algo. Nunca he visto algo tan bonito, unos pechos perfectos, un sujetador blanco de encaje, "puf, vaya cuerpazo". Ahora me toca a mi, me quito mi casieta. A ella le gusto, me abraza, yo sin dudarlo hago lo mismo. Noto sus pechos contra mí, me encanta, mis dedos bordean su sujetador de atrás hacia delante, sus tirantitos.... y por un instante rozo su pezó...