Bueno la historia comienza una noche de lluvia, me dirigía a jugar indor en la calle principal del Barrio cuando salí la vi parada en su balcón con una batona que solo le llegaba hasta las rodillas, mirando a los panas jugando. Mientras que yo estaba por debajo de su balcón un aire fresco, hizo que se le levantara la batona y le viera el hilo color rojo que llevaba. , Muy picara la condenada dije yo en mi mente. Cuando vi alrededor de mí y me di cuenta que era el único afortunado de ver tan llevo espectáculo. , Poniéndome a mil.