Yo era como una perra en celo delante de mi sobrino que me miraba lascivamente sin decir una palabra, tenía el placer de verme depravada ante él
Notaba lenguas en mis pechos y sobre mi piel.No dejaba de escucharles decirme obscenidades.
De repente sentimos que se abrió la puerta, para dar paso a mi sobrino quien tiene llaves de mi casa...
Mi subconsciente alimentaba el placer y la lujuria, repitiendo en mi mente, - ¡tranquila no estas haciendo nada malo¡ es solo sexo...
veo a un macho joven imponiendo su poder ante una mujer adulta que gozaba cada embate, no recordaba haber tenido un placer tan profundo.
Saber que había sido yo quien tomara desde el principio la iniciativa de conquistar a aquel hombre que era mi sobrino me tenia fuera de control.
Emprendo el camino del placer.