Tras haber firmado, insensatamente, el contrato de sumisión, todo cambiará por completo. Según me indica la que en adelante debo llamar Ama, mi cuerpo debe prepararlo antes de partir a un desconocido lugar para educarme como esclava.
Tras la muerte de su esposo en accidente descubre que una red de tráfico sexual le exigen el pago de una importante deuda y se ve obligada a tener que pagar entregando su cuerpo para poder liquidarla.