Relato erótico de la fantasía de una pupila por su maestro.
Cuando la desesperación de una Alumna y la lascivia de un profesor se juntan en el mismo despacho.
Una noche calurosa de verano, dos hombres en un tren descubrieron lo bien que se agradecer los favores.
En la oscuridad, los ojos que no ven, cuerpo que si siente así se llamaba aquel misterioso bar en el que las vibraciones del sexo salvaje, anónimo y explícito se podían palpar por las calles más recónditas de aquella ciudad.
Cuando una apuesta algo... ha de cumplirlo.