¿Te imaginas que tu novio te dice que tiene una AMANTE? ¿Te imaginas que te dice que la amante... eres TÚ? ¿Te imaginas siendo LA OTRA?
Lo peor que te puede pasar si te encuentras al diablo disfrazado de hombre, tentándote... es que acabes cenando foie.
¿Y si lo que excitara del sexo infiel fuera la traición al marido? Si lo que importa sobre todo es llevar un anillo en el dedo mientras te folla un desconocido... y sentirte mala, sucia y una golfa. Gozarlo...
Tocar al timbre del centro de salud a las tres de la mañana y que abra la puerta un médico con el cabello revuelto, cara de sueño, y una enorme erección encerrada en el pantalón del uniforme...
¿Por qué te empeñas en saber cuanto mido, o como tengo las tetas? Si lo que ha de importarte de mi, al fin y al cabo, es que soy morbosa...
Y llega la noche en la que has quedado, tras veinte años, con tus compañeros de colegio para recordar los días de clase y patio. El jugar a los médicos, los besos que no se dieron y los primeros amores quedaron lejanos...
¿Te has preguntado alguna vez lo que puede pasar si envías un correo como lector a una escritora de Todorrelatos? Decirle a Magela Gracia que consiguió levantarte la polla...
¿Cómo pasas la última noche con una compañera que nunca más trabajará contigo? A veces, hacer turno nocturno, es mucho más divertido que trabajar de día. Y más si eres enfermera...
Los olores nos evocan muchas veces más que las palabras. Y tu olor, prendido de los cojines, no me dejaba pasar noches en la cama... con otras.
Detrás de una cámara he podido fotografiar casi de todo. Pero no esperaba tener que hacer un reportaje mientras dos tíos se la follaban, y yo deseaba su piel... negra y brillante.
Tras un fracaso amoroso, puede que el mejor sitio para dejar volar la imaginación sea... la playa.
Cuando los dos son tan tontos como para desearse tanto, de vez en cuando hay que mentirse a uno mismo para que el deseo, simplemente, se libere.
Y de repente, sin casi creerlo, estamos los tres bajo el mismo techo, juntos... Tú, empalmado; yo, mojada; mi marido, sin enterarse de nada.
Traicionarte... ¡Qué delicia! Me lo follé, sí. Lo disfruté, sí. ¿Te vale si te digo que me arrepiento? Y, si no te vale... bueno, no sé si importa si no te vale. Ni si quiero ser perdonada.
Me resistiré, no te será fácil... Pero estoy deseando que lo hagas.
Mi perverso amo... haría cualquier cosa que me pidieras, lo sabes. Entregarte el orgasmo de mi marido es un placer para mí.
Hoy quiero cumplir tu fantasía. Mi boca, tu polla, y unas esposas.
Un regalo para ti puede ser también una sorpresa para mí...
Lo más difícil era, sin duda alguna, traspasar el dintel de la puerta de la casa que compartes con tu esposa...
Cuando no se es libre, la mejor opción puede ser pedirte que beses el interior de mis muñecas.
Hay sitios donde una mujer nunca debiera ir excitada. Pero hay también sitios, que por más que una lo intente, no dejan de excitarte...
Hay cosas que por diferentes motivos no se recuerdan bien... Puede ser por el alcohol, por un golpe en la cabeza,o porque directamente quiera olvidar como me folló... la tabernera...
Hay una cosa que quiero confesarte ahora, amor mío. Y sé que no te va a gustar ni lo que te diga en contenido... ni en la forma...
Si tras ver cómo lo hace tu amiga a mí se me moja el coño, probablemente acabe deseando lo mismo... Mi máscara de leche...
Cuando un encuentro fatal te hace plantearte que lo único que quieres es salir con vida...