Me vi en la nesecidad de comprar un cono anal, para calmar mis ganas y un desconocido me enseño a utilizarlo.
Mi esposo acepto que yo pasara una semana con Andrés, para que me iniciara en la sumisión, y fue una semana excitante, quizá sea apenas el inicio pero estoy dispuesta a seguir obedeciendo todo lo que mi esposo me pida.
Estaba nerviosa quiza pensando que seria nuevamente dolorosa,pero mi ano se dilato amoldandose a aquella formidable verga,
Despues de la primera ves era cierto mi ano se dilataba, y sin problemas la verga de felipe entraba y salia provocando un placer que me volvia loca de lujuria.
Decidimos aprender de hombres expertos y terminamos siendo los esclavos sexuales mas felices de aquel hombre que nos supo guiar poco a poco en todo lo prohibido hasta ese dia.