Estar enamorado de la chica más guapa y arrogante del instituto es una putada. Más aún si esa chica resulta ser tu mejor amiga. No digamos ya si eres tan feo, delgaducho y falto de atractivo como yo. Por todo esto, lo que al final pasó entre Sofía y yo fue algo que ni en mis mejores sueños me habría imaginado.