Aquel hombre de prisión, me estaba enloqueciendo de placer, al grado de desear a verlo... cada vez que me lo pidiera.
Lo que sucedía era demasiado morboso, Arturo me cogía mientras Mario mi esposo, se masturbaba mirando la leche de mi amante en turno, escurrir por mis piernas.
Verme vestida de rojo, fue algo nuevo, tanga roja,zapatillas rojas y el babi doll rojo, como Adrian dijo, invitas a darte una buena cogida.
¡creo que este es el momento ideal de ver lo que hay debajo de ese hermoso vestido! ¡desnúdate Sonia, solo déjate puestas las zapatillas!
El final de la semana llego y la sorpresa que me tenian resulto ser una descomunal verga.
Jamas en mi vida imagine pasar toda una semana con un desconocido, y mucho menos cogiendo a diario con diferentes hombres.
El roce de sus vellos, me hacian enloquecer de placer.
Cuando escuche a las tias y a mi suegra comentar cosas del tio Fabian, senti la curiocidad por descubrir tan callado misterio.
Aquella mujer me convencio, y termine entregandome a ella en un momento de deseo, gracias Laura.
La segunda noche fue en realidad mas de lo que imagine, 5 hombres maduros y aquel chico, me llenaron de su leche, fue genial quede satisfecha con tanta leche en mis orificios.
Esa noche fue magica me ano cayo en un éxtasis de deso y placer anal, ahora se que no me equivoque al acceder a a las relasiones anales.
Aquella noche de bodas, fue magica, el sexo que recibi fue algo maravilloso, me subio y bajo al mismo cielo.
Cuando imagine que aquel hombre maduro no me daria placer, me dejo con la boca habierta, la raja y el ano llenos de leche,
Los gustos de mario, me estaban resultando cada ves mas deliciosas, esta ves me sorprendio al entregarme a un hombre de una verga deliciosa. mi ano fue habierto y lleno de leche como nunca.
Cada ves que chupaba mi ano, me enloquecia de placer, no pude mas y suplique me cogiera.
Esperaba con deseo aquel día, por fin esa noche le entregaría mi ano a Roberto.
A principio lo dude,pero con su insistencia me convenció y acepte.ahora yo le enseño lo que mi amante me enseña en cada encuentro.