El último día de vacaciones con papá en la playa fue muy especial.
A lo que tiene que recurrir una joven para comprar el silencio de un cura.
Sandro y su madre van a una playa nudista y allí todo sucede tal y como ella lo tenía planeado.
Sandro descubre en la playa que la lectora tan especial de sus relatos eróticos es su propia madre.
Sandro y su madre comienzan a pasar el fin de semana en la playa. Arena, sol, mar, topless...
Las rosas por San Valentín ya están muy vistas y resultan empalagosas. Mi novio me hizo un regalo mucho más especial y morboso.
La madre se Sandro se entera de que durante la madrugada, después de la fiesta de cumpleaños de su amiga Priscila, ha ocurrido algo entre ésta y el propio Sandro. ¿Qué será?
Un escritor siempre debe complacer las peticiones de sus lectoras.
¿Qué te cuesta hacer feliz a un pobre inválido?
Sin tu pasión, sin tu ardor, sin sexo......Te ansío.
En la fiesta de cumpleaños de Priscila, el alcohol ingerido va a dar lugar a más de una situación sorprendente.
He aprendido la lección: si una vecina me ofrece un café, jamás se lo volveré a rechazar.
A veces, en los cursos para aprender técnicas de masturbación, no sólo te enseñan pura teoría.
La madre de Sandro decide hacerle un regalo un tanto especial a su amiga Priscila y acude a un sexshop para comprarlo. Allí vivirá una situación inesperada, antes de ir con su hijo a la fiesta de cumpleaños de Priscila, en la que acabará bailando muy pegada a él.
La madre de Sandro, encendida y caliente por los escarceos con su hijo, necesita relajarse y acude al gimnasio en el que trabaja como monitor la joven pareja de una de sus mejores amigas.
Después de lo sucedido en el autobús, ¿qué tramará la madre de Sandro en el centro comercial?
El joven Sandro continúa comprobando los juegos provocativos de su madre y logra verle el coño en un trayecto en autobús.
Los relatos eróticos escritos por el joven Sandro siguen llevando a su madre poco a poco a la perdición.
El cura Gerardo se folla a una feligresa exhibicionista.
Unos relatos eróticos escritos por su hijo emputecen a una madre.
Al fin papá se da cuenta de que ya no soy una niña pequeña.
A mi esposa se la folla un negro el día de su cumpleaños.
Mi esposa es manoseada en la playa por un vendedor africano para provocarme.
Viciosa, ardiente, provocativa: una auténtica puta en la cama.
A veces surgen inconvenientes y terminas con tu madre y con tu tía en una playa nudista jugando al voley con un negro.