He sido infiel a mi novio con su hermano, pero Andrés ha dado su consentimiento. Me siento confusa. Pero el polvo fue increíble. No dejes de leerlo.
Mi chico, Andrés, me dejó a medias el viernes. El sábado al despertar no pude evitar tener una de mis fantasías. Un masajito.
Mientras, nuestro espectador se acariciaba sobre sus vaqueros, alucinado ante el hecho de que dos hembras de aquella categoría estuviesen interpretando tan fielmente sus sueños, totalmente dóciles. El cuadro que dibujaba Vanesa sobre mí, enseñando el culo, con el picardías totalmente remangado por mis maniobras y caricias, a horcajadas sobre mi, con nuestras lenguas enredadas como serpientes en la boca de la otra, era tan espectacular que Santiago permaneció un largo rato callado, disfrutando en silencio de la maravillosa obra de teatro.
Sentía su pene dentro. Nos habíamos quedado callados, concentrados en las pieles de nuestros sexos unidos, las sacudidas involuntarias que la excitación marcaba contrayendo en espasmos aquella epidermis hinchada de sangre y placer.
-Túmbate así Y con la mano obligó al cuerpo de Juana a reposar junto al suyo, pero al revés. La cabeza de mi amiga hacia los pies del sofá. De tal forma, que la cabecita de Juana quedaba a escasos centímetros de la potente y oculta verga de Casiano bajo el vaquero.