De la vista nace el amor, dicen ¿será? En mi caso, del olfato nace una fantasía, nada me parece más excitante que un abrazo que dure varios minutos
Los que asume reales los reta a pensar si ese recorrido de tus labios por mi boca, por mi cuello, por mis pechos, realmente fueron sobre MI boca y MI cuello, MI cuerpo
Así en la misma posición sobre ti, acerco mis senos a tu cara, para que tus labios apenas los prueben, intentas perseguirme y te detengo,
Hay días que se necesitan amantes de ésos que aman, sí, me queda claro que en cada encuentro nuestro hay algo de amor o una cosa parecida, porque tampoco es un servicio prestado a cambio de algún beneficio monetario
Contra la pared desearías que continúe, que también mi blusa sobre, que mis pechos estén al aire, que mis manos continúen jugando en ti
Es una cuestión de actitud que se verá reflejada en el físico: un rico baño tibio, una crema con aroma suave para todo el cuerpo, lencería adecuada para la ocasión, algo pequeño y muy cómodo, un sexy vestido negro corto
En fin, qué rico sexo tuvimos, pero lo que quería escribir es qué tan delicioso hicimos el amor
. Una camiseta, shorts y la ventana abierta, quizá circule un poco de aire que ventile mis pensamientos.
Por diferentes razones nuestro trato debía seguir, ser solo amantes de ocasión, un día, después de desayunar al despedirnos me abrazaste de una manera muy especial, sí, algo pasó en ese abrazo, algo que al sentir tu respiración en mi cuello, tu cuerpo rozar el mío, provocó un sinnúmero de sensacione
Me gusta la mujer que es inteligente, porque si es inteligente sabe ser perversa, si es perversa escribe bonito y si escribe bonito, por lo general sabe querer y coger.
Hoy mientras me vestía luego de un regaderazo mañanero para terminar de despertar, me observaba frente al espejo, me sentía atractiva, me gustaba la tonalidad de mi piel haciendo juego con el tono de mi blusa. Pensaba en el juego de colores y texturas de mi ropa interior y me sentía sensual.
Poco a poco nuestros labios se reconocieron, se gustaron, se disfrutaron. Así, conocí tu lengua, cómo olvidar aquel beso intenso y precipitado, aquella despedida en la ventanilla de mi auto en que, sin duda, fue el beso más intenso que he vivido