Hola, soy yo otra vez. Sé que quedamos en no vernos más, pero he tenido tantas ganas de ti últimamente, de estar contigo, de tocarte, acariciarte, besarte, lamer y morder tu cuello y...ummmm. No sabes todo lo que se me ocurre hacerte ¡¡Sé que no debemos!! Pero ya que no puedo entrar a tu casa, me dejas entrar en tu mente?