La gente se ríe del infeliz que se ablanda con las lágrimas de la adúltera y le llama cornudo, consentido y no sé cuántas cosas más; pero ¿no es mejor vivir engañado que dejarse consumir por los celos y convertido todo en escena de tragedia? Si comprendes y tienes identificado lo que te excita como cornudo, esa mezcla de morbo, celos, excitación y dolor en la tripa, sigue leyendo.