El último día de clase, antes de las vacaciones de Navidad, mi profesora de matemáticas me pide ayuda para llevar unos paquetes a su despacho.
Le empresa nos envió a dos compañeras de trabajo y a mi a un cursillo en Madrid.
Aburrido en casa, me pongo a espiar a la vecina y me sorprende mi hermana.
Mi hija, fisioterapeuta diplomada, se ofrece a darme unos masajes, después de un día de senderismo que me había dejado molido.