Comencé como asistenta en casa de unos vecinos mayores y termine siendo la amante de ambos.
Cristina Salazar Romero abrió la puerta de la calle de su casa. Ante ella apareció un hombre mayor, bastante alto, delgado y muy elegante. Le calculó, a primera vista, unos cincuenta años. Le impactó su presencia, el aspecto varonil, el donaire de hombre de mundo, activo y desenvuelto. Se quedó mirándolo y esperó que se presentara.
Tomó una rápida ducha pero no se vistió, sólo se puso encima un camisón semitranspa-rente y descalza salió de la alcoba. Encontró a Ricardo viendo televisión. Había cambiado la ropa anterior por otra más informal. Calzaba zapatillas y una de ellas bailaba al son que él marcaba teniendo una pierna encaramada en la otra. Entró en el comedor y saludó con un Buenas noches frío, cortés, sin mirarlo apenas.
Feliz cumpleaños... de Manuel a Sergio.
- Prof.Leopoldo: me gustaría cogerme esa niña.
Ese domingo se celebraba la fiesta del barrio. El plato fuerte de la mañana era el tradicional partido de solteros contra casados siempre muy disputado.
La primera experiencia de una nena que es tocada, acariciada y disfrutada por el amigo de su padre. El inicio de su vida sexual.
O como se puede despertar a la lujuria en una residencia de ancianos.
Dos días y tres noches estuvimos Elisa y yo encerrados en la habitación, solos, amándonos intensamente mañana, tarde y noche. Sólo salíamos a almorzar, a cenar y a bailar un poco, para desentumecernos y estirar las piernas porque, unas veces ella, otras yo o los dos a la vez, a la media hora nos reclamábamos. Elisa caló hondo, muy hondo en mi corazón y eso, pensaba con tristeza, era acumular desesperación en los momentos de tranquilidad. Sabíamos que la separación estaba próxima.
Con mis 18 años el mecánico, amigo de mi padre, me hace sentir la mujer más satisfecha del mundo.
Acababa de bajar del avión 787 procedente de Canarias. Sólo iba a pasar cinco días con los compañeros de la célula 11. De pronto alguien tropezó conmigo, era una joven más alta que yo que llevaba gafas oscuras de cristales al aire, moderna. Fijó sus ojos en mí con indiferencia, no me había visto y observé que iba colgada a un móvil, gesticulando frenéticamente con su mano derecha de uñas largas cuadradas, lacadas al natural. -Perdón, señor, no me di cuenta
Conociendo los mejores orgasmos.
Un amigo inesperado... que se volvió íntimo.
-Tendero: si quiere echar un calmado vistazo tiene todo el tiempo del mundo, y si en algún momento necesita de mi ayuda sólo tiéneme que preguntar.
Parada como a unos 3 o 4 metros había una chiquilla de unos 12 o 14 años, no muy alta y flacucha que me miraba entre curiosa y divertida. Me incorporé a medias, le pregunté quien era...
Como todas las chicas de mi edad en esa época deseaba tener un tatuaje en la cadera, pero además del tatuaje tuve otra cosa deliciosa dentro de mi cadera.
Para los que os quedasteis con ganas de saber que paso con el taxista de morbosa 3, aqui os envio la cuarta entrega de mis relatos. Espero q os guste!
Temina el encierro de Viviana,pero aun continuan sus aventuras, el final de finales.
Lo pasaba bien con mis amigas... aunque un buen polvo con el profesor nunca viene del todo mal.
Mi adonis me dijo que me amaba y que era de el y nadie mas...
Priscila friega orgullosa el suelo del bar en que recién ha empezado a trabajar.
Cada vez mas, cada vez mejor.
Continúa la aventura con mi viejo Claudio.
El pequeño niño descubre a temprana edad el placer del sexo, el amor y su gusto por los hombres de la mano de un pescador muy especial
El mejor polvo de mi vida.