Lo he visto hacerle masajes de un modo algo lascivo, pero como ya dije soy muy ingenua y jamás vi nada mal en eso
Sintiéndome resignada lo dejé hacerme lo que él quiso, primero me metió la mano dentro de mí pantalón y me masturbó y aquí fue donde todo se puso raro puesto que sentí varios orgasmos.
Un día los descubrí platicando a solas, en las afueras del pueblo y aunque me llene de celos no actué ni hice nada
La abuela estaba un poco preocupada por dejarnos a solas con nuestro abuelo, ya que era un poco desastre en las cosas del hogar
Llegamos a una gran huerta, donde habían tres grandes almendros en un extremo, y un burro gris pastando a la sombra de los arboles, atado con una cuerda a uno de ellos.
Bajando por el camino, ya podíamos notar el característico olor de las granjas (olor a heno seco con el que alimentan a las vacas, a hierba del campo, y a estiércol de los animales).
- Dime hija mía, cuales son tus pecados?, decía yo a mi hermana desde el interior del confesionario. -Padre, me confieso de que he pecado jijiji.
¿Sabías que por aquí cerca pasa el río Guadalquivir?, nos podemos poner el bañador debajo de la ropa para darnos un chapuzón cuando lleguemos!
A mi tía no le hacia gracia ponernos a mi hermana y a mi solos en un tren nocturno que tardaría casi 8 horas en alcanzar su destino en un pueblo de Jaén, pero nos hacía mucha ilusión irnos al pueblo donde tendríamos mucha libertad.
Todos los veranos, cuando finalizaba el colegio, nuestros padres nos mandaban a la península a casa de mis abuelos, que vivían en un pueblo pequeño de la provincia de Jaén, situado en lo alto de un cerro.
Tengo mucho que contaros de yo y mi hermana
Yo detrás de la cortina, miraba de vez en cuando, y veía al viejo de lado, con su gran panza, su polla (que aunque no muy larga, era muy gorda) bien tiesa, y a mi hermana sentada abriendo la boca todo lo que podía para tragarse aquel trozo de carne en barra jejeje.
Cuando llegábamos siempre le miraba el culo y las tetas cuando subíamos la escalera
- hola señor Antonio, mi madre no está en casa, dígame.
Aún con el pijama puesto salgo de casa y me acerco al ascensor.
Desde aquel día, no había vuelto a bajar a la piscina por no encontrarme con el portero al que evitaba. Trataba de salir a la calle cuando él no estuviera de servicio para no encontrármelo, pero hoy bajaría a la piscina a darme un chapuzón y él estaba, en su habitáculo de portero, distraído
Cuando había bajado 3 plantas, me topé en un tramo con el portero, un hombre bastante obeso, calvo y maloliente, un tío que daba asco nada más verlo
Nos arreglamos y tomados de la mano vamos a dar una vuelta al parque.
- ¿te apetece una ducha?
- ya está abuelo, espero que te guste. Le dije mientras servía el abadejo en la mesa.
Apresados a una gigantesca rueda de tractor se encuentran Batman y Robin. - estamos perdidos, sólo podemos echar una carta, el batcomunicador! -
..una semana en un balneario de Andalucía...a muchos kilómetros de aquí... Ese fue mi regalo de reyes para mis padres.
Se ve aparecer sentada en un taburete, con una copa en una mano y un cigarrillo en la otra.
Miro orgullosa una redonda señal de precaución de peligro niños en la que me siento graciosamente identificada.