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Tetas y sexo oral

en Hetero: Primera vez

Llegué a casa de mi novia Araceli en la noche y decidimos salir en el automóvil a dar una vuelta por la zona arbolada; llegamos, estábamos conversando. Me acerqué a ella y la besé, entre besos y caricias en todo su cuerpo, subí mi brazo derecho por encima de sus hombros por la parte de atrás; mi mano quedó a la altura de su teta derecha; al subir la excitación le tomé la teta y ella se quedó fría, no se movió y le pregunte –qué pasa- ella contestó nerviosa –qué estás haciendo- le dije –quiero tocar tus tetas- se quedó callada, aproveché para besarla mientras por arriba metía la mano a su blusa hasta llegar al sostén y meter la mano por debajo hasta llegar a tomar su teta; ella continuó besándome apasionadamente; le desabroché la blusa por delante y le subí el sostén. Tenía las tetas de fuera, eran pequeñas, su areola era una ruedita y el pezón eran tan pequeño que se confundía con la areola.

Besé sus tetas, chupé sus pezones y les daba pequeñas mordidas con mis labios mientras ella cerraba los ojos, apretando los labios; con sus manos en mi cabeza seguía mis movimientos. De vez en cuando soltaba un gritito de placer, de mucho que disfrutaba. Se estaba haciendo tarde para regresar a casa, así que dejé sus tetas le puse el sostén y ella se abrochó la blusa; de regreso a su casa le dije que era la primera vez que besaba unas tetas y que al hacerlo con ella había sido excitante y hermoso; ella me dijo que al principio sintió miedo, después vergüenza y que con lo excitada que estaba sentía muy rico en su cuerpo, que le había quedado una sensación de cosquilleo en sus pezones y que eso la excitaba. También sentí como me estaba mojando la pantaleta cada vez que me mordías con los labios mis pezones. Llegamos a su casa, nos despedimos, con besos y caricias en sus tetas.

Al día siguiente en la noche fui por mi novia a su casa y como todavía seguía caliente por lo ocurrido un día anterior, le dije que si quería ir al parque para estar a solas, me dijo que sí y nos fuimos. En cuanto llegamos me acerqué a ella y la besé en sus labios, nos estábamos prendiendo; con besos y caricias llegamos a un punto de excitación aceptable para continuar con el siguiente paso.

Le levanté la blusa y como no traía sostén me fui directo a chupar sus pezones; mi pene ya parado deseaba recibir ser estimulado, así que le dije a mi novia que si me acariciaba mi pena, le pedí que lo sacara ella para que fuera más excitante, me lo sacó y lo acariciaba, de tanto estarnos excitando mutuamente, yo tenía ganas de disparar y le dije que si me ayudaba a eyacular y me contestó que cómo, si estábamos en el coche mancharía de semen; entonces le dije que si metía la cabeza del pene en su boca y disparaba, ahí se quedaría el semen, aceptó muy poco mi propuesta, pero como me había dejado caliente desde ayer, me quería complacer.

Araceli metió mi pene en su boca y con sus labios lo chupó, acariciándolo con su lengua; mi excitación iba en aumento y ella frotaba la punta de su lengua en el agujero de la punta del pene, lo que me calentó por completo y ya estaba a punto de venirme; le pedí ayuda y con su mano derecha me empezó a masturbar, le dije que me iba a venir y me recosté sobre el asiento en espera de la eyaculación.

Le dije me vengo; sentí un calor que recorrió todo mi cuerpo, una tensión en mis pelotas, y disparé toda la leche que tenia, me salio una cantidad considerable; cuando terminé, mi novia chupó la cabeza y se retiró; me tocó del brazo y a señas me dijo que hacia con el semen, a penas le iba a decir, cuando ví que se lo pasó todo, me le quedé viendo e hizo una cara de que no le agradó mucho; la abracé y le di las gracias por la muestra de amor.

Nos quedamos recostados por minutos, ella se levantó y me dijo al oido que si quería que lo hiciera otra vez, le dije que sí; ella empezó a hacer todo y yo me quedé recostado para disfrutar el orgasmo. Me empezó a chupar la cabeza del pene, estimulándome con la lengua en el orificio de la cabeza, me acariciaba los testículos y para finalizar me masturbó hasta que me vine descargándome dentro de su boca lo más que pude, me limpió la cabeza y el pene con sus labios, terminando para regresar a casa.