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Los pies infantiles de André

en Fetichismo

Cuando tenia aproximadamente 14 años, una de mis costumbres favoritas era la de salir a mi balcón para ver a la gente que pasaba al frente de mi casa. Debido a la posición en la que estaba situado mi balcón, yo podía ver con mis binoculares a toda la gente sin que esta se diera cuenta, y me divertía mucho viendo diferentes clases de pies, ya que desde muy chico mostré una gran atracción por los pies sin saber que se trataba de un fetiche. Crecí en un país muy tropical en donde muchos acostumbran calzar sandalias y a mi me gustaba mucho ver las variedades de pies y sandalias que desfilaban frente a mis ojos, mientras me acariciaba el pene, hasta terminar extremamente húmedo y excitado.

No me importaba si se trataba de pies femeninos, varoniles, viejos, jóvenes, morenos, blancos, gordos, flacos, sucios, grandes o pequeños; lo que me queria era ver pies sin importar como fueran o a quien pertenecieran. Disfrutaba de todos los pies en general y aunque algunos me excitaban mas que otros, no había ni uno que yo no encontrara entretenido.

Un día que yo me encontraba haciendo de las mías, con mi mano derecha sosteniendo mis anteojos larga vistas y la otra sobando mi pene, pude ver por primera vez en mi cuadra, a un niño de unos 13 años que paseaba inocentemente su perro. Creo que era nuevo en mi barrio, ya que no parecía tener ningún amigo mas que su fiel bestia acompañante.

En seguida, enfoque el lente de mis binoculares hacia abajo, para ver como eran sus zapatos y para mi agradable sorpresa se trataban de unas lindas chanclas verdes de marca "Par2", muy populares en mi país, sobre todo entre las personas de bajos recursos. A pesar de esto a mi me gustaban mucho ya que el material de el que estaban hechas, era una especie de hule que hacia sudar mucho los pies de sus portadores y producía olores muy atractivos para mi calenturiento olfato.

A mis 14 años yo ya contaba con una amplia experiencia en lo que a fetichismo de los pies se refería ya que había comenzado a muy temprana edad a "hacer el amor" con las viejas chanclas de mi empleada domestica, lamiéndo oliendo y masturbando con ellas. Este niño lucia muy inocente sus chanclas verdes en sus lindos pies blancos finos y delicados. Pero lo extraño de todo esto es que por primera vez en mi vida la atracción no solo se limitaba a lo sexual, ya que sentía algo raro en mi corazón . Un sentimiento de atracción y de cariño invadía mi cuerpo, al ver tan simpático chico... Este niño tenia la piel muy blanca, el cabello laceo y castaño, su cuerpo muy delgado y vestía unos shorts rojos con una camiseta blanca. A pesar que lo que mas llamaba mi atención eran sus bellas sandalias verdes y sus inmaduros pies, yo trataba de ver con mas claridad su rostro fino e inocente.

El niño siguió caminando de espaldas hacia mi, moviendo sensualmente de un lado hacia otro sus minúsculas nalgas redondas como espantando, sin querer a los demás chicos del barrio, a cada paso. Creo que esta vez el cuerpo y los movimientos sugerentes e inconscientes de este pequeño muñeco, no solo habían agrandado mi órgano reproductor, sino también habían tocado con una varita mágica mi corazón virgen y hambriento. Sentí, mucha ternura y sentimiento por aquel chico, hasta el punto de perseguirlo e investigar todo acerca de él: donde vivía? como se llamaba? a que colegio iba? en que parte de su casa dormía? Y sobre todo que talla calzaba.... Se había apoderado por completo de todos mis sueños eróticos, con sus encantadores pies y su inolvidable carita de angel.

Pesaba en lo delicioso que olerían sus pies y sus sandalias, en lamerlos y quedarme dormido en sus plantas, recorrer sus dedos con mi lengua, acariciarlos y ponerlos en mi rostro, en apretarlos y consentirlos, cortar limar y pintar sus uñas, en maquillarlos con aros y tomarles fotos, en morderlos y hacerles cosquillas..... en fin que no hacer con tan lindos piecesillos. La idea de besar sus labios y otras partes de su cuerpo comenzó a converse en una obsesión para mi.

Me había enamorado perdidamente de este niño y no hacia otra cosa que verlo y pesar en él. El momento de conocernos y de hacernos amigos llego en una tarde nublada, en la que la lluvia esporádicamente comenzó a caer, tomando por sorpresa a este chico que pasaba casualmente por mi casa. Curiosamente el corrió a protegerse de la lluvia, muy cerca de mi casa... Yo rápidamente sin pensarlo dos veces salí a abrir el portón y lo llame:" Ven, ven aquí no te mojes", y el sin responderme una palabra entro a mi casa y me miro con sus intensos ojos asustados y movió su cabeza como en señal de agradecimiento. - Estas todo empapado, quieres que te traiga algo para que te seques? pregunte yo. -Si gracias, esta lluvia no me dio tiempo de llegar a mi casa.. Le lleve una toalla y se la entregue mientras le preguntaba: -Y como te llamas? -André, vivo aquí desde hace mas o menos dos meses. -Yo ya te había visto antes -Si yo también a ti. Lógico... si lo perseguía a todos lados donde él iba... Estaba tan maravillado con su cara que no había visto hacia abajo para ver como andaba calzado ese dia.

Cuando baje mi mirada, me di cuenta que andaba sus hermosas chanclas verdes, usadas, viejas y en esta ocasión mojadas. -Si quieres pasamos adentro y te quitas las sandalias para secarte los pies. -Si, vamos, respondio él Pasamos directamente a mi cuarto que se encontraba al fondo de la casa. En seguida André se sentó en mi cama, se quito sus sandalias y extendió sus piernas en el aire dejando ver un poco de las mojadas plantas de sus pies. Luego se dispuso a abrir y serrar sus piernas como para secar sus pies, dejando entre ver entre la aventura de sus shorts, sus encajes y en poco de carne de sus pequeños testículos.

Ante todo este espectáculo sutil de este chico mostrándome de manera no intencional partes de sus cuerpo, mi pene se se encontraba completamente descontrolado, como queriendo salirse de mis calzoncillos. Y le dije: - Puedes secarte los pies con la toalla que te di, no hay ningún problema. - Pero te va a quedar con olor a mis pies. - No, no te lo juro que no me molesta.. dale, dale!! - Ok, pero que conste que mis pies tienen un olor muy fuerte - No te preocupes..dale con confianza Yo en mi mente ya me imaginaba durmiendo con la toalla en mi cara... teniendo el olor de sus preciosos pies en mi nariz durante toda la noche. - Me da un poco de vergüenza, me dijo él - Bueno entonces lo voy a hacer yo... Y sin tanto rodeo, le arrebate la toalla y haciendo como si se tratase de una broma, me dispuse a secar sus pies, tomándolos en mis manos con mucha delicadeza y desplazando la toalla despacio, aprovechando cada momento junto a ellos. Creo que a André no le molesto en lo mas mínimo y me dijo: - Que rico se siente! - Que bonitos son tus pies, me gustaría que los míos fueran así, le dije yo - Y como son los tuyos? - Son mas grandes y mas anchos - Muéstramelos, para ver como son... Rápidamente me zafe mis zapatillas reebok blancas y puse mis pies señidos por la forma de mis calcetas, sobre la cama. "A mi me gustaría tener unos pies así de grandes como los tuyos", me dijo él. "entonces deja los tuyos aquí un tiempo y te llevas los míos a tu casa" le respondí yo con un tono gracioso.

Nos reímos los dos y él se acomodo en la cama para que yo continuara masajeando y secando sus diminutos y codiciados pies. Mientras yo acariciaba sus plantas y sus dedos, conversábamos de todo un poco... de su escuela, de mis amigos, de su familia, e incluso de nuestras experiencias masturbandonos. - Y ya te has corrido una paja?, pregunto él ya con mas confianza - Si muchas veces y tu? - Si lo hago casi todos los días, y tu como lo haces? - Con la mano o con cualquier cosa que sea blanda.... - Con algo como que?, pregunto él intrigado "No se'', respondí y para no despertar sospechas hice como si buscaba dudoso en el cuarto algo que pudiera servir, hasta detener repentinamente mi vista sobre sus sandalias y dije: - Por ejemplo tus chanclas, te las metes en el pene y lo comienzas a frotar con ellas. - Como así, no entiendo..???? - Si quieres te enseño un dia de estos como hacerlo yo ya lo intente y fue muy rico, es como hacerle el amor a una chancla... Después de mas de una hora sobando y acariciando sus pies, el chico se fue quedando dormido.

Y no me quedo mas remedio que acercarme mas sus pies para sentir su olor que a pesar de la lluvia, permanecía muy intenso sobre todo entre medio de sus tímidos y frios dedos. Me acosté yo también en la cama y me puse a oler y besar sus sabrosos pies, recorriendo con mi lengua cada rincon de ellos, André seguía durmiendo y por momentos una sonrisa de satisfacción se dibujaba en su rostro inocente. Yo chupaba sus dedos, uno a uno, y luego todos de un solo ya que debido a su diminuto tamaño yo era capas de meterme todo el pie en mi boca. Puedo jurarles que esto era muy excitante y mi verga se había mantenido erecta durante toda esta sesión de fetichismo infantil e inexperimentado.

Me mantenía despierto jugando con sus piesecitos mordiendolos, colocandolos en mi cara para sentir la forma de su planta, colocandole sus sandalias para sentir el olor de sus pies mezclado con el de sus chanclas viejas. Poco a poco mi lengua se aproximaba cada vez mas de su pene que dormía entre sus piernas. Yo tocaba sus piernas y deslizaba mi mano cautelosamente por su verga y al darme cuenta que estas caricias provocaban una sonrisa en su rostro, decidí acercar mi boca a su pequeño órgano, puse mi cara en frente de el y moviéndo de abajo hacia arriba haciendo mucha presión cada vez que bajaba, fui sintiendo como su polla, como dicen en España, se iba inflando desesperadamente. Entonces no pude resistir la tentación y me lance sobre ella y me la metí en la boca, la apreté con mis labios y la empece a chupar desenfrenadamente. André, dio unos dos o tres pujidos y se despertó asombrado, pero en ese momento no me importaba nada, y seguí mamando su verga fuerte y apasionadamente.

Creo que André no se escurría bien el pene cuando orinaba ya que el sabor de su órgano era muy salado y esto a mi me excitaba aun mas. André sin comprender lo que estaba sucediendo dejo que yo siguiera mamando su deliciosa verga y me dijo: - Que rico, esto es lo mas rico que he sentido en mi vida - Quiero que te vengas en mi boca, no pares - Deja sentir lo que tu sientes Y me desnude por completo y puse mi verga en su boca y automáticamente la empezó a chupar. Hicimos sin saber un 69 perfecto, y no solo nos limitamos a lamer nuestros penes, sino también lo hacíamos con nuestros pies y nuestros culos mal limpiados y con pequeños reductos en sus orillas. Pero nada nos importaba y disfrutábamos al máximo de nuestros cuerpos.

Cuando André se vino cortado yo no deje rebalsar ni una gota de su semen y me lo trague todo, sintiendo su pene temblar en mi boca. Sin sacar su verga de mi boca tome su cabeza con mis manos y le sugerí de comerse todo mi semen a lo que el accedió gustoso y ansioso. André se lo tomo todo y dejamos que los penes descansaran dentro de nuestras bocas para sentir como poco a poco se empezaban a dormir. Cerramos nuestro encuentro con un largo beso de intercambio de espermatozoides que duro mas o menos 20 minutos... continuamos acariciando nuestro cuerpos toda la tarde hasta que la lluvia dejo de caer y la hora de despedirnos llego, no sin antes planear nuestro próximo encuentro.

Desde ese día André se convirtió en mi novio y en el dueño de mi corazón. Nos encontrábamos todas las tardes en mi casa ya que yo siempre las pasaba solo con mi empleada domestica y ella era muy comprenciba y encubridora, ya que le encantaba que le lamiera sus pies sucios y sus sandalias visjas. Este próximo 14 de marzo André y yo cumpliremos 10 años de estar juntos y tenemos planeado viajar a la ciudad de París para festejar nuestro aniversario. Aunque la fidelidad nunca a sido la cualidad característica de nuestra relación, nos amamos mucho y compartimos grandes aventuras juntos...