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Los tiernos pies de las niñas...

en Fetichismo

Los tiernos pies de las niñas del internado (Gabi 1).

Mi prima Gabriela realizó todos sus estudios en un lujoso y selectivo internado de niñas ubicado en Glasgow, Inglaterra.

Cuando yo tenia 17 años, me gradúe con muchos honores en mi humilde instituto de la ciudad de San Salvador y como premio mis padres me obsequiaron un pasaje a Inglaterra para conocer no solo el antiguo país europeo, sino también a mi prima Gabriela de 16 años.

Gabriela lucia bellicima en las fotos que mi tío habían enviado de ella, y la idea de conocerla me emocionaba aun mas que la de visitar aquel lejano país.

A esta edad yo ya contaba con al menos 7 experiencias sexuales con mujeres mayores que yo y mi alto grado de perversión me había caracterizado desde muy pequeño.

El gran día llego trayendo con sigo muchas esperanzas para mi degenerado pene de vivir nuevas aventuras al lado de mi prima Gabriela.


Mi tío, quien era un reconocido biólogo marino, se presento al aeropuerto acompañado de su esposa, Isabel y de mi prima Gabriela. MI tía era una Inglesa muy despampanante con un cuerpo hermoso, pero el show se lo robaba mi prima quien tenia una cara muy tierna y cándida. En esa época media mas o menos 1.55 m y su figura era muy fina e inocente, sus pequeños pechos se notaban apenas por debajo de su camiseta y sus diminutos pies herméticamente guardados, parecían los de una niña de 12 años.

Mi tío había triunfado en su trabajo y gozaba de una posición social privilegiada en Inglaterra. Yo me sentía un poco extraño con ellos, ya que se notaba que eran personas con mucha clase.

Mientras nos conducíamos hacia la casa en el elegante auto Jaguar de mi tío, yo intente entablar una conversación con mi rica prima y al darme cuenta en seguida que el español se le dificultaba mucho, me avente con mi Ingles!

Ellos se asombraron mucho ya que sabían que mis padres no tenían suficiente dinero para enviarme a un colegio bilingüe. Así que les explique que había aprendido el idioma escuchando música Inglesa y leyendo revistas americanas.

La verdad es que siempre fui muy buen estudiante y además de hablar Ingles me defendía un poco en Francés

En este momento ya me había ganado el respeto de todos, aunque lo que en realidad me interesaba era ganarme la confianza de mi prima. MI tía estaba muy apetitosa también, pero siempre he respetado la mujer del prójimo y en este caso con mas razón ya que se trataba de la esposa de mi tio. Evidentemente, esto no impedía que fantaseara suciamente con ambas.


Después de un par de horas de camino, llegamos su suntuoso castillo. Era una casa enorme, con habitaciones mas grandes que mi casa entera.

En los primeros días de mi estadía mi tío falto a su trabajo y visitamos lugares turísticos, fuimos de compras y me invitaran a restaurantes de lujo. Pero 2 días después, mis tíos y Gabi volvieron a sus actividades cotidianas.

Por alguna razón mi tío trabajaba todo el fin de semana lejos de la ciudad y su esposa lo acompañaba siempre, Gabi en cambio, estudiaba durante toda la semana y el fin de semana acostumbraba invitar algunas de sus compañeras del internado a casa.

Fue muy triste despedirme de Gabi el día Lunes ya que se ausentaría toda la semana, pero ella me prometio que volvería el viernes por la tarde con unas amigas y que la pasaríamos muy bien.

Pase una semana muy interesante ya que por momentos me quedaba completamente solo en la casa y me dedicaba a husmear entre las cosas de mi tía y mi prima, oliendo sus calzones, sostenes y zapatos.

Curiosamente los zapatos de mi prima, tenían un olor extremadamente fuerte al grado que la primera vez que introduje mi nariz dentro de ellos, me retrocedí instantáneamente sorprendido por el penetrante mal olor.

Pero poco a poco mi olfato fue acostumbrandose a ellos, al punto que me quedaba horas oliéndolos y pasando mi lengua sobre la plantilla que fielmente conservaba el sabor de cada gota del sudor que aquellos pies miniaturas habian derramado.

Su colección de zapatos y sandalias de talla 5.1/2 era inmensa. Y por si esto fuera poco, Gabi guardaba también todos aquellos zapatos que en algún momento de su vida habían sido usados por ella, es decir que se encontraban incluso sandalitas de cuando ella tenia 2 años. Aproximadamente unos 300 pares en total y todos y cada uno de ellos con olores extenuantes y alucinantes, lo que quería decir que el sudor de aquellos pies había sido intenso desde que Gabi era muy pequeña.

Una de las sandalias que mas atrajo mi atención fue una que resaltaba sobre todas por su color rosado y su desesperante olor.

Por el grandor de la chancla, yo estimo que habían sido calzadas cuando Gabi tenia unos 9 o 10 años máximo, la planta de su pies se encontraba marcada e impresa sobre la plantilla, pudiendo apreciar la inocencia de aquellas diminutos manantiales aromáticos.

Yo sometía las sandalias a toda clase de test para determinar la fuente de tan inexplicable perfume:

1-Introducir mi nariz en la parte delantera de la sandalia o zapato.

2-Inhalar profunda y suavemente para recolectar el máximo posible del aroma disponible.

3-Mantener la preciosa fragancia por un momento.

4-Dejar que la esencia reprimida del pie circule ampliamente por los pulmones

5-Lamer de principio a fin la plantilla de la sandalia por donde se a reposado el pie

6-Saborear la substancia recogida, como todo buen catador

7-Escarbar con lengua y los dientes sobre aquellos lugares de la chancla en donde las huellas del pie son mas evidentes

8-Chupar fuertemente, para extraer el sudor de pie impregnado

9-Arrimar la sandalia al ene, para que este pueda también tener contacto con los legados históricos del pie

10-Restregar la chancla o el zapato por el rostro de manera a poder sentir toda la forma de las fieles acompañantes de arduas caminatas en la cara

Yo procedi con dicho reconocimiento para la mayoría de ejemplares, dejando como resultado la conclusión siguiente: "Todo calzado que se somete al pie de Gabi, experimenta un desgaste de abajo y de arriba, representativo de la silueta y la forma de la masa "piedal" sostenida. Además, este recibe un despliegue de sudor "piedorifico" que se atrinchera por los poros del material que conforma su plantilla, equivalente a los días anteriores a la cesión, en los que Gabi no a lavado sus pies"

Finalmente, sacaba todos sus zapatos del guardarropa, los extendía sobre la cama y me acostaba sobre ellos para sentir los sabores y olores mezclados de los piececitos de Gabi y de los distintos materiales de las zapatillas como cuero, plástico, caucho...

El día viernes por fin llego y yo esperaba con ansias el arrivo de mi prima y de sus amigas del colegio.

Ese día por la mañana, me conduje temprano a su recamara para devolver algunas pantuflas que había tomado prestadas para dormir con ellas la noche anterior. Luego me dedique a ordenar su guardarropa, colocando las alpargatas en el mismo lugar en donde las había encontrado para no despertar sospechas. También limpie el semen que había dejado sobre algunas de ellas.

Al medio día me di un buen baño, y debo decir que esto me tomo mucho tiempo ya que le olor a pies de Gabi me había quedado impregnado en todos lados y era muy difícil erradicarlo.

Gabi llego acompañada por acompañada por cuatro chicas mas, todas ellas muy bonitas y uniformadas con una falda a cuadros azul, blusas blancas con corbata fina, chaleco corto, calcetas blancas y zapatillas cerradas a tacón bajo negras.


Las chicas me saludaron y subieron a instalarse en las recamaras de invitados.

Espere un buen rato en la sala y ya cuando empezaba a decesperarme pude ver que Gabi bajaba las escaleras. Charlamos unos minutos y en untento por introducir el tema de sus pies a la conversación, le dije:

- Y por que no te has quitado los zapatos todavía?

- Es que huelen mucho, me respondió ella con tono gracioso

- No importa, a mi me encanta ese olor

- Te gusta el olor a "pata chuca", me dijo ella en lenguaje muy salvadoreño, que significa "pies sucios"

- La verdad es que si, me gusta mucho!

- Eso lo dices porque todavía no has sentido el mío, dijo ella con voz retadora

- Por que no te sacas un pie, y veras que si me gusta.

- Estoy segura que no resistirás!

Y riéndose se metió dos dedos de su mano entre medio de su calceta blanca y su pie, rasco ligeramente con sus pequeñas uñas el arco de su pie, los saco un tanto humedecidos y me amenazo con ellos diciendo:

- Ahora tuve clases de educación física y sude mucho de mis piecitos, así que ten mucho cuidado!

Cuando termino su frase, yo ya estaba tirado en el piso con mi nariz pegada a sus dedos.

El olor era increíble y aquellos que conocen de esto saben bien que no hay nada mejor que un buen pie tierno, tufoso y caliente que a permanecido largo rato dentro de la horma de su calzado.

No podía esconder mi excitación inmediata y febril, mis inhalaciones eran como las de un cocainomano que jala su primera línea después de una semana de abstención.

Trataba de recolectar cada sumo de aquella salvaje diaforesis descadenada.

Gabi al darse cuenta de la locura desatada con el olor de sus pies me dijo:

- Te gusta realmente?

- Me fascina, es el mas rico que he sentido en mi vida, respondí yo emocionado.

Fue entonces que Gabi, me contó que a ella desde que era una niña, le había gustado que sus pies apestaran ya que aquel olor la estimulaba y la relajaba como una poción mágica.

También me confío que en el internado su afición por los pies había contagiado a muchas de sus amigas hasta el punto que acostumbraban llevar las mismas calcetas durante toda la semana, mantener sus pies todo el día dentro de sus zapatos y en la noche destaparlos y dejarlos libres para disfrutar de todo el olor acumulado.

Además de esto, se bañaban con bolsas de hule o de cuero en sus pies para conservar el olor que les encantaba dormir en parejas una al lado de los pies de la otra y que se arropaban completamente con una sabana para que el tufo no se escapara.


Ya que habíamos roto el hielo, decidimos subir a encontrarnos con las demás chicas que también compartían esta adorable inclinación y apego por la adoración de sus tiernos pies.

Al confesarles de mi vocación por olfatear, acariciar y besar todo aquello que se relacionara con el pie, las chicas se mostraron muy interesadas y empezaron todas a relatar historias, anécdotas y fantasías fetichistas con pies, zapatos y calcetas.

Estas niñas no hablaban de otra cosa aparte que de sus pies y esto me encantaba.

Shila, por ejemplo, quien era una preciosa mulata de 14 años, pies trigueños y uñas muy recortadas y pintadas con brillo.

Ella declaro haber usado el mismo par de calcetas durante mas de un año y que las preservaba en un cofre fuerte como un gran tesoro.

Kathy, también almacenaba medias que habían sido usadas durante años por sus pies rosados y tímidos.

Vanesssa, en cambio prefería mantener la transpiración de sus pies durante semanas y despedir todo el sudor en una hoya para mezclarlo con agua y dar después de tomar a sus mejores amigas.


Nunca antes había escuchado hablar tan natural y ampliamente de este tema, pero lo mas asombroso era que se trataba de niñas de edades oscilantes entre los 14 y 17 años.

Creo que los estupendos pies de Gabi, provocaban toda esta euforia y que su olor tan perspicaz e intenso, habia anestesiado las mentes frescas de las jóvenes hembras.

A pesar que cada una de ellas se iba desnudando los pies poco a poco, el olor de los pies de Gabi, permanecía presente y sobresalía entre todos.

En unos minutos aquella habitacion se habia convertido en un veritable salon de fumadores en donde el humo no provenioa de la nicotina, sino de los encantadores e inofensivos piecesitos de las niñas que fumigaban por completo el cuarto.

Que orgullo mas grande de ser el primo de tan exquisitos pies!

Que suerte la mía de encontrarme con tantos pies apestosos a mi al rededor!

Que haré con todos estos pies en mi cara?

Gracias por leer mis historias

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Balcop