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Las crueles colonias

en Fetichismo

Hola a todos/as, tengo 22 añitos, soy moreno, delgado y bastante guapete. De pequeñito me iba de colónias y campamentos, lo que os voy a contar tiene que ver con las colónias que hice a los 9 años:

Me tocó dormir en una habitación con 3 literas, y yo era el único del grupo de mi edad los otros 5 chicos eran del grupo de los mayores. Kevin, Luis y Sergi de 12 años, y Jonathan y Jordi de 13.

Todo empezó a la media hora de estar en la habitación, empecé a sacar cosas de mi mochila y una moneda se cayó al suelo rodando asta meterse debajo de la cama de enfrente, en ella, estaba sentado Kevin, un chico rubio y delgado (de echo los 6 lo éramos). Me tuve que estirar en el suelo alargando el brazo para poder coger la moneda, y tuve que pedirle a Kevin que apartara un momento su pie (descalzo) para poder colocar mi cabeza justo donde lo tenía. Él lo hizo, pero decidió apoyar su pie sobre mi cabeza, llevaba calcetines blancos. Me tuvo retenido así con mi cabeza pisada y dijo a los demás:

"Hey, mirad como tengo a Carlitos, lo tengo a mis pies jejeje!!"

Los demás al verme en esa posición (tumbado en el suelo con la cabeza bajo el pie de Kevin) decidieron descalzarse para poder pisarme también, mientras se quitaban las botas de montaña escuché que decían:

"Que guay! Podemos abusar de Carlitos todo lo que queramos sin que ningún monitor nos pueda decir nada jeje!, durante 15 días te haremos en esta habitación toda clase de guarradas que jamás podrás olvidar jejeje!!"

Y así sucedía dia tras dia, no tenia valor de chivarme y aguanté los 15 dias estoicamente.

Era entrar en la habitación y al instante ya tenia o un pie, o un calcetín, o una bota, o un calzoncillo pegado a mi cara.

Deseaba que calzaran calcetines oscuros (negros, azul marino, marrón oscuro...) porque si utilizaban algún calcetín blanco me lo hacían limpiar con la boca ya que la suciedad era visible, me lo metían en la boca y me la tapaban para que no me pudiera sacar el calcetín, mi saliva se entremezclaba con el tejido y reblandecía la suciedad, cada trago de saliva que daba era un trago de limpieza del calcetín, luego comparaban el calcetín que me habían metido en la boca con el otro y se notaba la diferencia, el de la boca estaba mucho mas blanco (o sea limpio).

También dormía cada noche con mi cabeza rodeada de calcetines sucios, cada día más.

La sesión de lamida y chupada de pies, era diaria, a los 5 les lamía las plantas de los pies como si fuera un perrito, y les chupaba uno a uno cada dedito.

Lo cierto es que aunque la intensidad en la olor de aquellos pies, botas y calcetines iba subiendo de tono cada día, me habían acostumbrado tanto a la olor que no me daba mucho asco.

Aparte de ponerse de pie sobre mi, y pisotearme, también se sentaban encima mío, y además todos los pedos que se tiraban, se los tiraban en mi cara, incluso se aguantaban la cagada sólo para poder tirarse un mayor número de pedos apestosos en mi cara.

Una vez Jonathan, completamente desnudo, se sentó en mi cara, quedando totalmente acoplada en su culo, mi nariz y mi boca quedaron metidos en la raja de su ano, y entonces se tiró el pedo más largo y apestoso de todos los que se habían tirado en mi cara (cuando cagais, el último pedo que os tirais antes de que salga la mierda), noté como se me hincharon los pulmones, fue como si me hiciera el boca a boca, pero con el culo. Se levantó y empezó a reirse de mi, me había dejado la cara manchada de marrón, un poco más y se caga en ella.

"Porque te crees que me he quitado los calzoncillos jeje!, para no mancharlos jejeje!!" decía. Yo me quedé pálido, sin aire y con los ojos lagrimosos del pestazo.

Pero sin duda, lo peor de lo peor, fue las corridas.

Ellos se excitaban muchísimo hacíendome toda clase de guarradas y como bien sabéis a la edad de 12 y 13 años la polla siempre está tiesa. Se la pelaban más que un mono, como unas 4 o 5 veces al día, y me obligaban a tragar todas y cada una de las corridas, hasta la última gota de semen. Calculé una media de 20 corrídas diarias que durante 15 días salen unas 300 corridas que yo me tragué a la fuerza.

En fin, fueron unas colonias inolvidables, pero no les guardo ningún rencor, ya que de hecho desde que tengo uso de razón siempre me he sentido atraído por los pies, soy un fetichista empedernido.

Quiero decir que me gustaría poder lamer y chupar algún pie de algún joven que se ponga en contacto conmigo, prometo contestar seguro, mi mail: carlxgon@yahoo.es