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Vejaciones a mi familia (I)

en No Consentido

Quiero agradecer los mails recibidos por mis relatos anteriores y espero que este les guste y me lo comenten

ger47b@hotmail.com

Cuando, debido al stres de mi trabajo, mi jefe me propuso ir a su casa de campo por tres meses, no lo dude, y nos fuimos con mi esposa Carla y mis hijas Lorena y Lucía. Debo decir que Carla con sus 38 años se conserva muy bien, es alta, cabello rubio, ojos celestes y tiene un culo y unas tetas que serían la envidia de cualquier mujer, su único defecto es que en materia de sexo es muy conservadora y jamás toma la iniciativa, ni hablar de entregarme su hermoso culo, ya que para ella eso era obsceno y antinatural y en muy pocas ocasiones habia logrado (ruegos de por medio) que me la mamara. Como veran mi vida sexual era bastante aburrida, una o dos veces por semana me entregaba su concha peluda, ya que tampoco nunca quiso afeitarse.

Mi hija Lorena rubia como su madre con sus 16 años ya tenía un cuerpo espectacular y casi inexplorado, solamente había tenido un noviecito pero duró muy poco. Y mi pequeña Lucía, con sus 13 añitos tiene un culito muy bien formadito y una hermosas tetitas

muy desarrolladas para su edad

Lejos estaba yo de imaginar que todo este entorno familiar cambiaría bruscamente en un par de días...y para siempre, con lo que nos ocurriría en esa casa de campo.

Llevábamos ya cuatro días disfrutando de la tranquilidad, caminatas matinales, juegos en la pileta de natación, paseo a caballo, etc. Mi única tarea era darle de comer a los animales a la mañana bien temprano. Estaba en esa tarea cuando ya de regreso, al entrar en la casa, siento que alguien me pone una navaja en la garganta.

-Quietito, entrá sin intentar nada o te degüello -me dijo-

Cuando entré quedé paralizado, mi mujer y mis hijas, las tres en camisón, estaban sentadas muy asustadas en el sofá mientras seis hombres sucios y harapientos comían y reían al verme entrar con el séptimo tipo. En ese instante recordé haber escuchado por radio el día anterior que siete peligrosos presos habían escapado.

-Ustedes deben ser los prófugos que escaparon de la cárcel -les dije-, les daré provisiones y el dinero que tengo y prometo no avisar a la policía

-Por empezar, vos no nos darás nada, ya que tomaremos lo que queremos y en nuestros planes por lo pronto no esta marcharnos -dijo uno de ellos-. Y menos después de ver las bellezas que tenemos acá, -dijo otro mirando a mi mujer y mis hijas-

En ese momento me di cuenta de sus intenciones, pero cuando quise reaccionar me golpearon en el estómago, y mientras trataba de recuperarme me sacaron el cinturón y me ataron las muñecas por detrás de mi espalda.

-Ahora cabrón -dijo un gordo cincuentón de tupida barba, que parecía ser el jefe y al que los demás llamaban burro- vas a presenciar como transformamos a estas tres damiselas en tres putas come pijas. A ver vos, -le dijo a mi esposa- parate acá en el medio y elegí a los dos primeros que querés que te follen.

- Noooo por favor, por amor a Dios, soy una mujer decente, se los suplico, no me

-Ya cállate, dijo el burro, visto que no coopera lo haremos a nuestro modo, muchachos hagan que la dama pida que la follen.

En ese instante yo pensé que agarrarían a Carla y comenzarían a violarla, pero en cambio tres de ellos se dirigieron a mi pequeña Lucía y de un tirón le arrancaron el camisón quedando sus hermosas tetitas al descubierto y luego mientras dos la tenían el tercero le arranco la bombachita y le abrió la piernas quedando su pequeño coño a la vista de los mal vivientes que reían mientras mis hijas lloraban y Carla suplicaba piedad.

-Supongo que no querrás ver a tu pequeña ser penetrada delante tuyo. -dijo uno de ellos apodado buitre, mientras todos se desnudaban al unísono-

-No por favor no le hagan nada suplicaba Carla al ver semejantes vergas, todas erectas.

-Entonces rogá que te culiemos -dijo el burro-

-No me humillen por favor

-No escucho tu ruego y me estoy impacientando.

-Hagan de mi lo que quieran pero no toquen a mi hijita -dijo Carla en voz baja-.

-Noooo -gritó el burro- quiero que ruegues que te culiemos, y fuerte para que todos escuchen.

-Culeenme, se los ruego dijo Carla entre sollozos.

-Tu marido no escuchó bien, mas fuerte!!!

-CULEENME POR FAVOR. - grito Carla, cosa que jamás pensé escuchar de su boca-.

Entonces el Burro se adelantó a los demás, tomó a Carla de las manos, la hizo poner de pie y lentamente comenzó a levantarle el camizón, dejando sus grandes tetas a la vista de todos, luego, y mientras Carla seguía llorando desconsoladamente, comenzó a bajarle las bragas dejando expuesto su peludo coño. Una vez desnuda por completo le pidió por favor que se acostara en el suelo. Carla obedeció sin decir palabra, el Burro tomó sus tobillos y los fue separando lentamente hasta dejarla completamente abierta de piernas. Entonces comenzó a lamerle los tobillos subiendo lentamente con su lengua por las piernas hasta llegar a su sexo, una vez allí se lo comenzó a chpar de tal manera que hizo que Carla se empezara a contornear y a levantar su torso con los pezones ya endurecidos, lo que hizo que otros dos se acercaran y mientras uno le manoseaba las tetas el otro le tomaba la mandibula intentando metérsela en la boca, pero Carla apretaba fuertemente los labios, entonces el que le manoseaba las tetas le retorció los pezones, cuando Carla quiso gritar sintió una gruesa verga que llenaba toda su boca y como no le entraba toda el tipo la tomó de los cabellos y comenzó a empujar la cabeza de Carla contra sus testículos en un mete y saca frenético. El Burro dejó de chuparle la ya lubricada concha y on su verga al tope la colocó en la entrada de su concha y tomándola de las caderas de una embestida se la metió hasta los testículos. Carla estaba desencajada, con los ojos que parecían saltar de su órbitas. Los dos hombres acabaron casi al mismo tiempo inundando la concha y la boca de mi mujer de semen que el muy hijo de puta le hizo tragar, pero era tal la cantidad que le caia por la comisura de los labios mientras que el que le manoseaba las tetas se masturbó y eyaculó gran cantidad de semen sobre el vientre de Carla, luego pasó su mano por el espeso líquido y se lo refregó en la cara

-Estás gozando puta? - le dijo el burro-. Quiero que digas que estas gozando!!!

-Estoy gozando -dijo Carla con restos de semen todavía en su boca-

-Pedí que te den mas verga !!!

-Basta, se lo ruego

-No me gusta repetir las cosas...puta esto recién empieza, así que por tu bien obedece, y fuerte para que tus hijas y tu marido se den cuenta lo puta que sos!!!

-Quiero que me den más verga -dijo Carla con la voz entrecortada-

-No escuchamos bien, más fuerte.

-QUIERO MAS VERGA -gritó Carla-

Un rubio musculoso de unos 35 años que estaba sentado en el sofa, en medio de mis hijas que seguían llorando, Lucia desnudita y Lorena todavía con la bombacha pero ya sin el camisón que este tipo le habia arrancado y con una mano manoseaba las hermosas tetas de Lorena y con la otra el pezoncito de Lucia le ijo a Carla:

-Vení en cuatro patas como una puta perra que sos y empezá a chuparmela.

Carla obedeció, y gateando llegó hasta el sofá y comenzó a mamar la enorme verga. No pude evitar que mi pija reaccionara al ver a mi mujer en cuatro patas mamando esa enorme verga y ofreciendo su hermoso y virgen culo al resto. Parece que esto también motivo a los demás ya que uno de ellos desapareció para regresar de la cocina con un pote de mantequilla. Los tres fueron acercándose por detras y aprovechando que el rubio la tenía de los pelos y se la metía hasta la garganta los otros agarraron una nalga cada uno y se la abrieron con fuerza mientras el tercero le untaba la mantequilla en la entrada del culo. Carla al darse cuenta de lo que pasaba, comenzó a resistirse moviendo el culo para tratar de evitar lo inevitable, esto no hizo más que excitar aun más a los tres que le daban fuertes palmadas el las nalgas mientras el que tenía la mantequilla ahora le introducía con violencia un dedo en el culo de mi mujer, que no podíagritar porque estaba atragantada con la verga del rubio.

Uno por uno fueron taladrando el culo Carla que cuando el rubio le permitía sacrse la verga de la boca gritaba de tal forma que evidentemente eso era una tortura para ella. Cuando los seis acabaron y llenaron el culo de Carla de leche, esta ya estaba completamente indefensa, entonces el rubio, que no habia eyaculado en su boca, la puso de espaldas, le levanto la piernas, le puso las rodillas a la altura de los hombros, quedando su dilatado y chorriante ano hacia arriba, puso el capullo de su enorme verga en la entrada y de una estocada se sentó sobre ella. El grito desgarrador de mi mujer hizo que mis hijas y yo nos estremeciéramos mientras los demás reían a carcajadas. El rubio la ensartaba por el culo sin piedad mientras Carla gritaba:

-Basta por favo ahhhhhhhhh, me destrozan, aaaayyyyyyyyyyy

Cuando el rubio terminó de sodomizar a Carla esta ya estaba en un estado de semi-inconsciencia. Y yo me preguntaba...Ahora le tocará a Lorena?

CONTINUARA

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