ANAIS HISTORIA DE MI VIDA (PARTE 11)

FINALIZACION DE MI ENTRENAMIENTO COMO SUMISA

Pasaron alrededor de 6 meses. Digo alrededor porque nunca tuve acceso a un calendario o informacion alguna del dia que pasaba. No sali del bar en ninguna oportunidad y Deborah no me daba acceso a nada. El unico acceso que tuve era recibir pene por todos mis agujeros continuamente y varias veces al dia. Era una enferma del pene. No podia vivir sin el ni un rato. Cuando no tenia los de carne en mis agujeros, Deborah me ponia consoladores, vivradores, bolas chinas y otros artilugios en mi concha y en mi ano. De por si Deborah habia obtenido lo que queria de mi: ser toda una sumisa a sus pies. Desde el primer dia que Deborah me sometio, no probe concha alguna y eso estaba mal porque las extrañaba mucho. Sobretodo la de Rosalba y Jimena. Los ultimas dias de mi entrenamiento Deborah me dejaba dormir en la cama. Era un alivio. Mi cabello era un asco. Desde aquella vez no me lo habia teñido y estaba desarreglado y feo. En mi cara se notaba el cansancio de recibir tantos penes a la vez. Tenia las uñas desarregladas y toda yo me veia fatal. Lo unico que me gustaba es que tenia mi cuca y mi ano mas grandes que los de Jimenas de recibir tanto guevo. Eso me excitaba mucho.

Amanecio y Deborah abre la puerta y me dice:

Fui a su baño y me di una ducha. Me sentia divina luego de esa ducha tan relajante. Sali del baño y comence a vestirme. Era un vestido negro ajustado a mi cuerpo cortito en la cual se me veia media nalga y una botas negras hasta los tibillos tacon 18. No llevababa panty ni brasier como siempre. Era un atuendo bastante decente a como me ponia Deborah en mis ultimos meses de entrenamiento.

Deborah me tapo los ojos con una tela negra y me condujo hacia Pedro.

Pedro y Deborah me metieron en un carro. Yo estaba algo asustada. Al rato se detuvo el carro y me bajaron. Subi unas escaleras y escuche una voz que no me era conocida.

Llego una mujer, creo que la asistente del señor. A todas esta todavia tenia los ojos vendados. Me llevo a otro sitio, me desnudo y me acosto en una cama. El sitio olia como a hospital. Me coloco algo en la cara y hasta ahí supe de mi.

Cuando me desperte, me sentia como si me habian caido a golpes. Mi vision era borrosa. Imagino serian los efectos de la anestesia. Escuche una voz.

Era Deborah que estaba sentada en una silla.

Pasamos dos dias en la clinica a ver si habia tenido alguna reaccion negativa pero todo salio bien. Ama Deborah me coloco un vestido bastante suelto, porque con la hinchazon y el dolor no me hubiera podido poner uno de mis vestidos y me llevo al bar. Al llegar me desnude y me vi en el espejo del cuarto. Tenia todo mi cuerpo morado de las operaciones y me asuste.

Mis senos eran inmensos. Me gustaba su forma redonda y abultada. Mis gluteos eran redondos y grandes. Mi rostro se veia hinchado sobretodo mis labios, me encantaban de lo grueso que me los habian puesto y mis ojos achinados con todo y cara hinchada se veian maravillosos. Era distinta. Era otra persona.

Pasaron tres semanas. Mis puntos se cayeron solos, y ya no tenia hinchazon ni moretones. Durante todo ese tiempo lo unico que hacia era ver television, comer y dormir. Deborah habia escondido todos los consoladores para que no me masturbara. Me sentia ya como una drogadicta pero ansiosa de recibir pene. Ni siquiera podia masturbarme ya que ama Deborah, me habia colocado unos guantes en las manos para que no me tocara. Estaba ansiosa de tener sexo. Ama Deborah me dijo que me vistiera y maquillara. Me coloque unos shorts de jean pegaditos y corticos con un top tipo sosten de jean tambien. Mis senos casi se salian del pedacito de tela tan pequeño de mi sosten y mi culo se veia espectacular. Me veia divina. El short lo habia mojado con mis flujos de la excitación de verme asi. Me puse unas botas de jean tacon 18 hasta los muslos y me maquille. No tan exagerada porque ama Deborah estaba apurada como siempre.

Salimos del bar y cogimos un taxi. Llegamos a una tienda donde colocaban piercings y tatuajes. El encargado era un tipo gordo. Deborah lo saludo.

Me acoste en una cama como de medico y Manuel me dijo que me desnudara. Mientras tanto Manuel le estaba enseñando a Deborah lo que queria que me colocaran. Deborah le enseño varias cosas. Luego Manuel entro, se puso unos guantes de cirujano y me anestecio la cuca. Yo estaba mojada. El me coloco dos anillos grandisimos en mi cuca, ademas de dos en mis pezones y cuatro piercing pequeñitos tipo joya en mi cejas, ademas de uno en mi lengua. Luego metio su lengua en mi cuca y me vine como en tres orgamos seguidos. Tenia tiempo que no recibia placer. Deborah saco una minifalda de su cartera, ya que no me podia poner el short porque me iba a doler. Manuel le dio un candado medio raro y ama Deborah lo coloco juntando mis dos anillos que me habian colocado en mi cuca y se quedo con la llave. Nos despedimos de manuel y me llevo a la peluqueria. Alla me decoloraron el pelo totalmente dejandomelo blanco y me hicieron unas mechas rojas. Ademas me colocaron uñas postizas bien largas y me pintaro de rojo las uñas de las manos y pies. Me veia demasiado putona. Ademas que me lo alisaron. Nos fuimos al bar. Todavia no era hora de abrir y ama Deborah y yo nos metimos en el cuarto y me le acerque y le di un beso de lengua que duro como cinco minutos, mientras mi mano bajaba su pantalon y su panty y le comenzaba a tocar su gran pene. No aguantaba mas y comenze a mamarselo. Primero lentamente y luego con furia me lo meti todo hasta tocar sus bolas depiladas con mi boca. Cuando note que se venia, deje de mamarselo, Deborah quito el candado de mi cua y se la entregue toda. Metio su pene con facilidad y me bombeo duro. Yo gozaba de lo rico que era. Me estuvo cogiendo media hora y de pronto senti su semen dentro de mi. Que rico y putona me sentia. Nos volvimos a vestir y salimos a trabajar. Vi a Rosalba y ella no me reconocia.

Nos dimos un divino beso mientras las dos tocabamos nuestras conchas.

Estuve con tres hombres disfrutando con mi cuca deseosa y luego Rosalba y yo nos fuimos a San Diego.

En el proximo capitulo les contare del viaje de mi mama hacia San Diego.

BESOS

ANAIS