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Mis aventuras con adolecentes (2)

en Jovencit@s

Esta es la segunda parte de la historia de mi vida, como se los prometí, ahora les hablare de Dulce, una deliciosa adolescente de 15 años, misma que me la tiro, aprovechando que había terminado con su novio.

Durante los siguientes días que siguieron a aquel viernes maravilloso, Ivonne y su Papa dejaron de frecuentar el negocio, quizás porque finalmente a Raúl le entro el remordimiento o lo que es más seguro: se la tiraba más a menudo. En esos días no pensaba en otra cosa que ella, recordaba con lujo de detalles lo sucedido esa tarde: el delicioso 69 que nos pusimos, las dos venidas dentro de ella, el roce de su piel, ufff, tremendas pajas que me pegaba con solo recordarlo.

Fue así que a la semana no aguante más y pensé en ir a buscar a Ivonne a su casa, para espiar por su ventana y con suerte pillarlos en plena relación. Aprovechando que mi madre había ido de compras con mi hermana, cerré el negocio y me dispuse a salir, cuando entonces se presento mi siguiente victima: Dulce.

(A dulce la conozco desde que era niña, su madre Amalia fue amante de mi tío hace unos 15 o 16 años, por lo que se corre el rumor que es mi prima, mas nunca se ha comprobado. Mi tío las dejo a su suerte ya hace buen rato por problemas con su esposa. Fue así que Amalia desde hace tiempo trabaja todo el día para mantener a su hija, por si fuera poco hace 10 años tuvo otra niña: Diana, por lo que ahora mantiene a 2 personas)

- Hola, ¿me puedes despachar?

Mierda dije entre mi, solo esta me faltaba y con lo caliente que andaba.

- No puedo, es que ya voy de salida.

- Andale que te cuesta, es que quiero comprar un garrafón de agua y la otra tienda esta bien lejos. Y es cierto, la tienda mas cercana esta como a medio kilómetro, mientras que la casa de Dulce queda a dos milpas de aquí (una milpa mide algo así como 50 metros).

- Pe…ro, y entonces me puso una carita de suplica, que por fin accedí, total solo serian unos minutos dije entre mi.

- Esta bien, deja abro de nuevo. Abrí la tienda y la invite a pasar. Cuando iba entrando me di cuenta de la niña que conocía desde hace tiempo se había convertido en una bonita adolescente con un cuerpo privilegiado. Vestía una pequeña minifalda a cuadros roja y una blusa blanca, de las que tienen botones al frente, cuyos últimos botones los llevaba desabotonados y través de la abertura que dejaba observe unos senos ya bien desarrolladitos, incluso mas grandes que los de Ivonne. La punta de sus pezones se marcaba en la tela de la blusa, no usaba aun sujetador. Su cara de niña tenia algunas pecas, y como hacia un poco de calor unas gotas de sudor bañaban su rostro y cuello, dándole una apariencia única, por si fuera poco llevaba el pelo arreglado en 2 trenzas a los lados, que la hacían resaltar aun mas su belleza. Toda esta escena me perturbo un poco.

- To…to… ma el garrafón, ahí en la esquina. Y cuando menos me lo esperaba se agacho para alzar el garrafón de agua, pero no se agacho flexionando las piernas, sino solo doblando su cintura, por lo que al agacharse me dejo ver todo lo que llevaba debajo de la mini. Que visión mas maravillosa, sus nalgas bien formaditas, que contrastaban con sus bien torneadas piernas. Sus braguitas color blanco, ya bien desgastadas, marcaban perfectamente la región de su vagina, y no solo eso, al ser ya muy viejas y venir mojadas por el sudor se transparentaban, dejándome ver unos carnosos labios de su conchita. Tardo así agachada como 15 segundos, durante los cuales no perdí detalle de lo que veía. Mi pene respondió a todos estos estímulos, por lo que comencé a tener una erección tremenda, que me apretaba los pantalones. Poco falto para que me bajara los pantalones y me empezara a pajear ahí mismo

- Cuanto te debo, dijo después de tomar su garrafón y ya lista para irse.

- 18 pesos.

- Toma, dijo pagandome y haciendo un esfuerzo tremendo para aguantar el garrafón de 20 litros. Obviamente me tenía que ofrecer a ayudarle, como todo buen caballero que soy

- Ten tu cambio, pero espera, ¿Cómo te lo vas a llevar?

- Pues no se, ahorita veo.

- No como crees, déjame ayudarte, yo te lo llevo a tu casa.

- Gracias, pero no, ya te quite bastante tiempo, además vas a salir ¿no?

- Si, pero no es importante (ya para entonces me olvide por completo de ir a buscar a Ivonne). – Nada mas deja cierro y te acompaño.

- Bueno, esta bien ¿pero seguro que no tienes otra cosa que hacer?

- No, no te preocupes por eso. Cerré el negocio de nueva cuenta, cargue su garrafón y nos pusimos en marcha.

- Hay que lindo eres, muchas gracias por ayudarme.

- De nada, para eso son los amigos ¿no?

Para llegar a su casa como lo dije antes hay que atravesar dos milpas, solo que para hacer mas corto el trayecto, la gente hace unos "caminos" pequeños a través de las milpas, por en medio del maíz desde antes que este salga, dichos caminos les llaman vesanas, para los que viven en la ciudad es algo así como un callejón pequeño, ya que los maizales ocultan todo a los lados y prácticamente no se ve nada.

Como estas vesanas son pequeñas, difícilmente pueden caminar a la par dos personas, es por eso que Dulce iba delante de mi, yo no perdía detalle de ese par de piernas que se asomaban debajo de su minifalda. Como a la mitad de camino, se le cayo el cambio y de nuevo se agacho, permitiéndome una vez mas disfrutar otra escena como la de hace un momento, esta vez tardo mas tiempo en levantarse durante el cual imaginaba que la poseía ahí en la tierra húmeda de la milpa, que sentía los músculos de su vagina apretando mi pene; metí mi mano rápidamente entre mis pantalones y me chaquetie un poco para bajar mi calentura. Finalmente llegamos a su casa

- Pásate, déjalo ahí en la mesa. Hice lo que me ordeno, en su casa namas estaba su pequeña hermana Diana, como dije antes su mama trabaja todo el día, por lo que pasan la mayor parte del tiempo solas. Su casa son apenas 2 habitaciones pequeñas.

- ¿Estas cansado? Me pregunto.

- Si un poco conteste.

- Si quieres siéntate un ratito, ahorita te vas, deja te traigo un vaso de agua.

- Gracias, me vendrá bien. Me senté en una silla y ella hizo lo propio enfrente de mi, cruzo las piernas, provocando que su falda se le hubiera casi por completo dejándome ver de nuevo sus braguitas a través de las cuales se le marcaba la rajita de su vagina, yo veía todo este espectáculo lo mas discreto que podía, y ella no se daba cuenta o no quizo enterarse que la observaba. Empezó ella a platicarme.

- ¿No te aburres de estar toda la tarde en la tienda?

- Si un poco, a veces me pongo a leer, pero paso el tiempo lo mejor que puedo.

- Yo si me aburro aquí, me gustaría salir a pasear, estar en cualquier lado, menos aquí.

- Y a poco Ivan no te saca a pasear – pregunte. Ivan era compañero mío de primaria, es un hijo de la chingada que se ha cogido a todas sus novias, cuando logra su objetivo las cambia por otra, hoy en día se convirtió en un vago que para mantenerse se dedica al robo de casa habitación. Hace más o menos 2 años andaba con Dulce, por lo que no dudo que se la haya tirado en ese tiempo. Se sorprendió con mi pregunta, pues nadie supo que fueron novios, a no ser por que el me lo dijo, yo tampoco sabría.

- Ya no ando con Ivan desde hace 6 meses, y al decirlo puso una carita triste.

Quise cambiar el tema por lo que le pregunte que porque no había ido a la escuela.

- Me expulsaron, agredí a una compañera y me echaron de la secundaria - dijo divertida, - mi mama ya no quizo meterme a otra y pues mientras me dedico al quehacer de la casa. "Vaya, tiene su carácter" – pensé "debo tener cuidado con ella". Siguió contándome su vida pero no puse mucha atención ya que esta vez separa las piernas por completo y echo su cabeza hacia atrás, dejándome de ver, por lo que pude ver a mi antojo el espectáculo que me ofrecía. Ya para entonces estaba a 100, pero la presencia de su hermana Diana que jugaba en el otro cuarto no me permitió llegar a mas. Al final tuve que despedirme.

- Tengo que irme, otro día seguimos platicando.

- Bueno - dijo poniendo una carita triste, - pero luego vienes ¿no?

- Si, otro día te visito para que tengas compañía. Me puse de pie y al estar en la puerta me toma del cuello de la camisa y me dice:

- Gracias por todo, te espero otro día, y dicho esto se despide dándome un besito en los labios, se voltio y cerro su puerta, yo quede sorprendido por esta acción, quedándome inmóvil por unos instantes, regrese a mi casa, y como ya no aguantaba las ganas me pegue una paja tremenda.

Regrese al otro día, le había dicho a mi madre que iría a visitar un amigo. La encontré lavando su ropa, en el tendedero estaba colgado, aparte de su ropa normal, 3 braguitas, ya bastante viejas por cierto, se ve de que eran de hace tiempo, por que las vi muy chicas para ella. Se alegro de verme.

Hola ¿Cómo estas? – dijo saludándome con un besito en los labios (esto se me hacia raro, pero pensé que era normal para ella saludar de esa forma).

- Bien, ¿Qué haces? (que pregunta mas tonta, pues era obvio).

- Lavando mi ropa, es que ya no tengo que ponerme, esperame deja saco una silla para que te sientes. Esta ves traía puesto un vestido de tela ligera, de color blanco estampado con flores. Quizás era también de hace unos años, porque le quedaba muy ajustado, denotando perfectamente su figura (si que esta buena pensé). Apenas si le cubría un poco sus muslos. En la parte de enfrente se había empapado al estar lavando, por lo que sus tetas se transparentaban a través de la tela, ya que como dije no acostumbraba a usar sujetador.

Regreso con una silla y me senté, ella me dio la espalda y siguió lavando, fue cuando mis ojos se abrieron al máximo para ver lo que tenia enfrente: su pequeño vestido, que apenas le cubría unos centímetros debajo de su cadera, al agacharse para lavar se había levantado hasta mitad de su cadera. ¡¡¡¡Abajo no llevaba ropa interior!!!!!

No podía creer lo que estaba viendo. Si que ya no tenia ropa limpia – pensé. Su coñito desnudo era maravilloso, los labios superiores de su vagina se veían muy carnosos, casi sin vello, estaban un poco entreabiertos, empecé a fantasear de nuevo, me imaginaba que mi boca succionaba ese coñito jugoso, que le metía mi lengua hasta su clítoris, y muchas otras cosas mas. Mi pene como siempre respondió a mis estímulos por lo que tuve una erección que apretaba mi bermuda que llevaba. Lamentablemente termino de lavar, y tuve que recuperar la compostura.

- ¿Y no has tenido novia? – la pregunta me tomo por sorpresa.

- No tu crees, la escuela no me ha dejado.

- Pobrecito, debe ser difícil no saber lo que es amar.

- Pues si (ella no sabia lo de Ivonne).

Entonces sin esperármelo, me tomo con ambas manos de la cara y empezó a besarme. Se sentó en mis piernas y como debajo del vestido no llevaba nada, pude sentir su calida vagina rozando directamente en mi pierna izquierda. Desgraciadamente fue solo un instante porque en ese momento llego su hermana Dulce y tuvimos que dejar la posición en que estábamos. Finalmente acordamos ir al cine al otro día y me despidió a su ya clásica manera.

Al otro día, en vez de ir a la escuela, fui por ella a la hora acordada, la encontré ya lista: se había puesto una minifalda color negro, de esas que tienen aberturas a los lados. Debió notar que la observaba por lo que me dijo:

- Era de mi mami, ¿te gusta como se ve? pregunto dándose una vuelta.

- Te vez preciosa. Completaban su atuendo una blusa blanca de licra, por supuesto sin sujetador, a través de la delgada tela se le marcaban sus pechos, bastante firmes que contrastaban con su cintura delgada sin nada de llantitas, en verdad que cuerpazo se botaba a esa edad. Yo no hacia otra cosa que babear por ella.

- ¿Nos vamos? dijo divertida por la expresión de mi rostro.

- S…i, va….mos. La subí al carro (un Tsuru por si acaso deseaban saberlo) y nos pusimos en camino. Durante el trayecto me atreví a tocarle las piernas. Ella no dijo nada, así que fui subiendo mi mano hasta su entrepierna, llegando a tocar sus braguitas, por respuesta namas soltó un gemido, era evidente que deseaba hacerlo, pero todo a su tiempo - pensé. Llegamos al complejo cinemex que acaban de abrir cerca de Carrefour. Escogí la película mas aburrida que se me ocurrió, creo que fue una de nombre "Luis XIV".

Me gustaba mucho ver como los demás se nos quedaban viendo, ir de la mano de esa adolescente tan bien formada que provocaba morbo entre los que la veían, todo esto era muy nuevo para mi, pues como les dije nunca había tenido novia y me causaba un placer muy grande. Entramos a la sala, debido al horario y a lo aburrido de la película, en la sala namas había 4 chavas en la parte de en medio, la función ya había empezado, nos sentamos hasta la parte de atrás. Al principio me limite a abrazarla, podía escuchar que aumentaba el ritmo de su respiración, después nos empezamos a besar, yo no sabia bien como hacerlo pero ella si era una experta. Después de un rato las chavas que estaban se salieron, pues si que era aburrida la película, dejándonos totalmente solos en la sala. Fue cuando aproveche para de nuevo acariciarle las piernas, luego la entrepierna, posteriormente envalentonado por su silencio, agache mi cabeza y la metí adentro de su minifalda (no fue difícil, las aberturas a los lados ayudaban mucho), fue así que por fin tuve en mi cara su coñito cubierto solo por sus braguitas, ya para entonces mojadas por sus jugos. Por la oscuridad de la sala no veía nada, pero si podía oler el aroma tan delicioso que emana de las mujeres en esas situaciones. Hice a un lado sus braguitas para comenzar a succionarle su vagina, por fin sentía esos labios carnosos que tanto había deseado. Ella por única respuesta, me estrujaba el cabello, empujándome a la vez mas hacia su coño y apretaba sus muslos alrededor de mi cabeza. Después le baje sus braguitas, que al deslizarse se iban enredando, las g guarde en mi bolsillo y ya no se las regresaría nunca, así ya sin ningún estorbo, me dedique a comerle el coño por un buen rato, ella se mordía los labios para no gritar por el placer que esto le causaba, su vagina se iba haciendo mas y mas húmeda, al tiempo que el calor subía de intensidad. Finalmente de su coño broto un liquido viscoso que me empapo el rostro y soltó un gemido prolongado que se escucho a pesar del audio de la película. Había tenido el primer orgasmo de su vida.

Paso un rato, en el que se quedo recostada en la butaca, no decía nada, solo respiraba apuradamente, seguramente se estaba recuperando del momento anterior.

- Gracias Javi, nunca había sentido nada igual, Ivan nunca me hizo - esto me dijo condensándome de esta forma que ya había cogido con su anterior novio (del que les platique).

- ¿No habías echo esto antes con Ivan?, ¿entonces? – pregunte incrédulo.

- Solo se dedicaba a penetrarme y a satisfacerse el solo.

- Que malo, y ………. ¿quieres que te penetre yo? – dije atrevidamente.

- Si, quiero sentirte dentro de mi - respondió sin titubear.

Ya para entonces mi pene me apretaba con fuerza el pantalón, estaba teniendo una de sus erecciones "especiales", de esas que rara vez conseguía al masturbarme yo solo. Me baje mi pantalón y lo libre de la opresión que tenia. Saque un condón y empezaba a quitarle la envoltura cuando entonces me susurra al oído:

- No te preocupes, he tomado pastillas antes de venir – la canija ya sabia que cogeriamos antes de venir, vaya que si me tenia sorprendido.

Tire el condón, y me recosté en la butaca, ella entendió el mensaje y se coloco encima mío de espaldas a mi. Con una de sus manos tomo mi pene y empezó a pasarlo entre su rajita, lubricándolo de la punta a los huevos, con los jugos que aun había en su vagina. Finalmente lo apunto a la entrada de su cuevita y empezó a meterlo, lentamente, era maravilloso sentir como mi pene iba entrando en su cavidad, era aun tan estrecha y apretaba muy rico, un escalofrió invadió mi cuerpo, así poco a poco se lo metió, hasta que sentí mis que mis huevos chocaban contra sus labios exteriores. Después empezó a cabalgarme, a cada que mi pene salía o entraba ella apretaba los músculos de su vagina para aumentar mas la fricción entre nuestras carnes. Ella de nuevo se mordía los labios para no gritar, yo me aguantaba como los machos. Le subí su blusa de licra para acariciarle los pechos con mis manos, no se si esto les excite mucho a las mujeres porque ella ya no hizo mas esfuerzos y empezó a gemir, tanto así que sus gritos se confundían con el audio de la película que afortunadamente pasaba por una de sus pocas escenas de acción. Después empezó a hablarme:

- Así Javi, sigue así, me gusta mucho, no pares.

- Mmmm, mmm, ……..¿Te gusta?

- Si mucho, me encanta. Ahhh.

- ¿Con… mmm …… con Ivan nunca habías sentido lo mismo?

- No nunca, sigue por favor, no te detengas, ya casi viene.

Tome su cara y la acerque la mía, mi lengua busco la suya y empezamos a juguetear con nuestras lenguas. Estaba a punto de correrme, pero aguante, quería que durara mas. Ella por el contrario se vino primero que yo, sus jugos inundaron su coño y dada la posición en que estábamos estos se escurrían a través de mi pene, hasta llegar a mis huevos, de ahí a mi culo, y de mi culo a la butaca. Unos instantes después yo también me corría, por lo que clave mi pene lo más dentro que pude y me vine dentro de ella, inundándola por completo de mi semen, eyacule varias veces, durante las cuales me decía:

- Ahhhhhhh, si que rico sentir tu semen quemándome mis entrañas .Finalmente nos quedamos recostados un rato en esa posición. Al flaquear mi pene, la leche con la que la había inundado comenzó a chorrearse de nuevo por mi pene, al igual que sus jugos, hasta llegar a la butaca (de manera que si alguien en la siguiente función se sentaba ahí, iba notar algo pegajoso). Finalmente nos reincorporamos, la función ya casi terminaba, por lo que nos vestimos, entonces busco sus braguitas…

- Yo las llevo, te las doy en tu casa.

No dijo nada, pero se sonrió, le gustaba la idea de andar con el coño al aire. Salimos del cine, íbamos besándonos apasionadamente, ella caminando de espaldas a mí. Sin querer se me cayo mi cartera (en verdad, fue sin querer) y antes de darme tiempo de agacharme ella se agacho para recogerla. Al hacerlo su minifalda se le subió hasta la mitad de las caderas, dándoles un espectáculo único a unos bueyes que estaban detrás de ella, que miraron sorprendidos y a la vez morbosos, seguimos nuestro camino y ellos no le quitaron la vista de encima hasta que la subí al carro, esta situación a mi me gustaba mucho, se siente como cuando andas presumiendo un carro o una chamarra única, valga la comparación. Aunque habíamos pasado un rato maravilloso en el cine, esto aun no terminaba.

Maneje lo mas rápido que pude hacia su casa, Dulce se había empezado a calentar de nuevo, y por que no decirlo, yo también, que me hago güey. Durante el trayecto ella iba pegadita a mi, besándome por todo el rostro, a duras penas podía meter las velocidades. De nuevo en su semáforo, la gente que iba a un lado en un camión se quedo viéndonos, y me di cuenta que era porque Dulce en la posición que estaba, recostada a su izquierda en el asiento, había dejado al descubierto parte de sus nalgas, quizás dejandoles ver su coñito apretujado por sus piernas.

Por fin llegamos, tuve cuidado de no pasar por enfrente de mi casa, afortunadamente su casa se encuentra en un lugar muy solitario y las milpas ayudan a esconderla aun mas. Su hermana Diana estaba afuera, Dulce le dijo que fuera a jugar con su amiga y que regresara hasta la tarda, Diana ni siquiera sospecho y acepto gustosa la oferta. Cuando se hubo marchado se dirigió hacia mi y empezó a besarme de nuevo, ya no eran besos inocentes sino besos totalmente cachondos, me empezó a desabotonar mi camisa, mientras caminábamos hacia dentro de su casa, ya adentro termino de bajarme los pantalones y ella se quito primero su blusa y luego su falda, quedando totalmente desnudos, ahí por fin pude apreciar sus pechos a detalle, en el cine no los vi bien, si que se veían magníficos, totalmente erectos y coronados por unos pezones rojos, tampoco eran muy grandes como los de una mujer adulta, pero dado la complexión de su cuerpo resaltaban a lo lindo. Se agacho y tomo mi verga entre sus manos, la miro por un instante insegura……

- ¿Sabes chuparla? pregunte.

- No, Ivan siempre quería que se la chupara pero nunca me atreví, pero ahora quiero hacerlo, namas dime como se hace. Aunque yo había visto en películas como la chupaban las mujeres, no sabia a ciencia cierta como explicarle, pero lo intente.

- Primero pasas tu lengua en círculos alrededor de la puntita.

- ¿Así?.

- Mmm si, ahora con tus labios chupa la puntita, luego alrededor. Andale así, lo estaba haciendo bien, ahora chupas los huevos, si, que sienta tus labios aprentandolos.

- Mmmm, ¿Qué mas?

- Ahora te la metes en tu boca lo más que puedas, y succionas, metela y sacala. Ah si que ricoooooooo. Era fabuloso sentir su boquita inexperta chapándomela.

- Sabe rica, mmmm - decía.

- Repite todos los movimientos que te dije, andale así, saboréala, échale creatividad. Es delicioso sentir que se la chupen a uno, sentir esos labios chupando cada centímetro de mi polla, sentir su boca succionando el interior de mi verga, como tratando de sacar el semen a fuerza de succión, a la vez de que mi verga se introducía hasta tocar la campanilla de su boca.

Ya estaba a punto de venirme, pero no quería terminar aun, así que hice que se pusiera de pie, la coloque a espaldas a mi, la tome por la cintura, me repegue por completo a su cuerpo, hasta sentir que mi polla se acomodaba entre la raja de sus nalgas, la fui encaminando poco a poco a su cama, mientras la besaba por toda la espalda y cuello. Al llegar a su cama nos tumbamos los dos, quedando de lado yo detrás de ella, no paraba de besarla mientras frotaba mi polla por toda la raja de su nalgas, pasando por su culito hasta llegar a la rajita de su coño, me estaba preparando para penetrarla de nuevo. La coloque boca abajo, con una de sus piernas ligeramente flexionada hacia delante, me coloque encima de ella y empecé a penetrarla lentamente. Ella hundió su cara en las almohadas, que amortiguaron sus gritos, yo me dedique a follarla en esa posición, moviendo mi cadera para metérsela y sacársela con ritmo, sin despegarme de su cuerpo, ya que era delicioso sentir su calorcito quemandome de la cabeza a los pies.

A punto de venirme me detuve de nuevo.

- No pares por favor, me gusta mucho, me dijo suplicante.

La gire para que quedara boca arriba, le separe cariñosamente las piernas y esta vez se la volví a meter, de un solo empujón, ella soltó un grito, que ahogue con un beso cachondo, empecé de nuevo a cogerla, sus pechos se apretaban contra mi cuerpo, ella rodeo sus piernas alrededor de mi cadera para que empujara mas fuerte, su manos rodearon mi cuello y estrujaban mi cabello.

- Ahhh, creo que voy a venirme, decía, en ese instante también yo estaba a punto de correrme. Esta vez mí venida concidio con la de ella por lo que mi semen se mezclaba con sus jugos en el interior de su vulva. Durante ese tiempo, permanecimos abrazados, con nuestros cuerpos sudados pegado el uno con el otro. Giramos para quedar de lado en esa posición y caímos rendidos. Nos quedamos por un buen rato dormidos, abrazados los dos juntos, hasta que mi pene de nuevo se flaqueo.

Finalmente nos despertamos, ella se levanto y de un cajón saco un cortisimo y ligero camisón, que para variar era de su madre. Fue la única ropa que se puso, empezó a cepillarse el pelo frente al espejo, yo permanecía desnudo en su cama, contemplaba lo linda que se veía, ella a través del espejo, me lanzaba miradas de ¿amor?

Me puse de pie, me acerque de espaldas a ella y me le pegue de nuevo, a través de la delgada tela podía sentir su cuerpo todavía calientito, le acaricie las tetas una vez mas y hubiéramos follado de nuevo de no ser porque ella se dio la vuelta y me dijo.

- Tienes que irte, hoy pase un día maravilloso contigo, pero tengo que hacer otras cosas, antes que venga mi mami. Me hiciste sentir lo que nunca experimente con Ivan, te quiero Javi, muackkkk - dijo esto dándome un beso.

- Bueno, ya vistete, otro día seguimos.

Me puse mis pantalones y mi camisa y me dispuse a marcharme, no soy muy bueno para las despedidas por lo que solo atine a decir un "te quiero Dulce", no se si lo que sentía por ella era amor o solo fue que me gusto follar con ella.

- Yo también te quiero, andale ya vete, dándome un último beso antes de marcharme. Llegue a mi casa como si nada y como costumbre me dedique a atender mi negocio.

 

Al otro día pensaba que Dulce se convertiría en mi amante para siempre, pero no seria así, pues en la tarde me visito su hermana diciéndome que me esperaba en la milpa. Yo a esa altura pensé que quería repetir, pero no, era para decirme que no debíamos vernos por un tiempo, pues su madre el día de ayer se había lastimado en su trabajo (es obrera en una fabrica de botellas de plástico) y le habían dado incapacidad por un mes (destino cruel, justo un día después de haberla "conocido" - pensé).

- No quiero que mi mami se entere, no te aceptaría nunca, pues eres muy mayor para mi ( y era verdad, ya para entonces llevaba poco mas de 22 años, mientras que ella tenia 15).

- ¿A Ivan tampoco lo acepto?

- Tampoco se entero que andaba con el. Tengo que irme, le dije que iría a la tienda por un refresco. Y sellamos nuestra conversación con un beso tierno.

A la semana que ocurrió esa conversación, llego al pueblo un hermanastro de la señora Amalia, no sabia como se llamaba pero se que le decían "El Tijuana", porque allá vivía y trabajaba en los EU. Al parecer no le iba nada mal, que hasta carro traía. Paso una semana en el pueblo y después la gente se sorprendió con la noticia de que se había robado a "Dulce" llevándosela con el. Esta noticia me puso triste, pero supongo que Dulce hizo lo correcto, pues yo en ese entonces no tenía un futuro que ofrecerle, nunca mas he sabido de ella, pero espero que sea muy feliz con su medio tío. Por otra parte, si el Tijuana la trata con cariño, debe ser muy feliz, no se encuentran adolescentes de este tipo a la vuelta de la esquina. De no haber sido por el, quizás ahorita ya estaría haciendo planes de boda.

Después de unos 15 días, me pegue tremendas pajas con la única prenda que tengo de Dulce: sus braguitas que llevaba puesta la vez que fuimos al cine, las conservo como un trofeo de mi aventura, guardadas en lo mas oculto de mi closet, nunca las he lavabo y hoy en día todavía conservan el aroma de su coñito. Decidí volver a las andanzas, quería mas después de haber probado 2 veces, de nuevo pensé en Ivonne, pero el destino me reservaba una sorpresa: la oportunidad de por fin desvirgar a alguien, su nombre, Tina, esta vez una chica de 13 años. Pero esa es otra historia, se las contare en el siguiente relato, claro, si es que quieren que siga contando, la historia de mi vida.

Alguien podrá pensar que esto que me ha estado pasando es muy bueno para ser verdad, sobretodo en un lugar como este, y con justificada razón, yo en estos días me sigo preguntando como fue posible, pero creo que existen muchas personas que han vivido algo similar, sobre todo los chavos de las grandes ciudades, donde hay mas chavitas fogosas, esperando ser iniciadas por alguien.

Quisiera saber si alguno de ustedes lo ha hecho en el cine y no han tenido problemas, como por ejemplo que se las haga de pedo el encargado o que los hayan pillado, porque me caí que yo no me atrevería de nuevo.

Por ultimo, procure hacer este relato mas corto que el anterior, por lo que omití muchos detalles pero trate de mantener la escencia de lo ocurrido, por lo que si alguien tiene alguna duda acerca del mismo, les dejo como siempre mi dirección de correo para que escriban.

Javier Dorantes