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Noche de brujas (otra versión)

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Tenía la fiesta de noche de brujas, qué me pongo, pesé. Lo de siempre me contesté... el traje de colegiala que pone locos a los tipos; pero... era como que estaba cansada de serla tonta que nunca se tranzaba a nadie; tenía ganas de soltarme. Siempre quise ser una perra, bien puta; total, estoy sola, mi ex no quiere ni verme, ya soy grande, tengo derecho a pasarla bien, me dije. Así que me vestí de colegiala inocente; pero con ese toque de no tan inocente.

Legué a la fiesta, supe que muchas de las miradas fueron hacia mi. Yo estaba comiendo un chupetín y como tenía muchas ganas de provocar, le pasaba la lengua al chupetín, me lo metía en la boca, lo sacaba, todo muy sensualmente y mirando fijamente a ciertos tipos, sobre todo a esos que ya me había dado cuenta que me miraban deseosos.

Comenzó la fiesta, estuve toda la noche en el escenario provocando a la mayoría de los hombres, hasta que un mensaje que me mandaron para mi me hizo pensar. El mensaje decía: Se que no soy tu onda, pero podríamos probar, y lo firmaba Samanta. Busqué entre la gente hasta que por su mirada me di cuenta de quien era. Una rubia, delgada, pero con muy buenas tetas, de pelo corto vestida de una forma muy provocativa. En ese momento tuve ganas de probar algo diferente. Por qué no me dije.

Como era el turno de un show, me fui al baño, pero cuando pasé por al lado de ella la miré muy sugestivamente. Ella me siguió. Entré al baño, detrás mío entró ella. Me di vuelta y la miré fijamente. -Tenés ganas de probar algo diferente, no?- me preguntó. -No- le contesté, -la verdad que tu onda no me interesa. Ella, sabiendo lo que hacía se acercó a mi oído y me dijo muy sensualmente: -conmigo no te hagás la inocente porque yo se que dentro tuyo hay una verdadera puta con ganas de probarlo todo-. -Estás equivocada- le contesté. Tengo que reconocer que la situación me había puesto un poco tensa, pero también un poco excitada. Ella, me dijo -a ver, dejame verte, da una vuelta- Yo lo hice y cuando estaba llegando a quedar de frente a ella, se acercó y rozó sus tetas con las mías.

Eso me gustó mucho y no pude evitar fijar mi vista en esos pechos provocativos. -Te gustan me preguntó. No contesté, seguí mirándolos. Se abrió la camisa transparente negra que tenía puesta, dejando ver el corpiño que a penas tapaba los pezones. -Tocalas, me dijo. No pude resistirme, llevé mi mano tímidamente y los toqué. Ella agarró mi mano con la suya y la metió adentro del corpiño. Me excitó muchísimo sentir sus pezones, cerré los ojos, ella supo en ese momento que pasaría algo más... y yo también. Se sacó la camisa y el corpiño y suavemente comenzó a sacarme mi ropa. Apenas tocándome. Yo seguía con los ojos cerrados, dejando que ella hiciera lo que quería. De repente los abrí, y ahí estábamos las dos, sólo con las tangas puestas. No podía dejar de mirar sus pechos. Ella apoyó suavemente sus manos en mis pechos y noté como mis pezones se endurecían. -Date vuelta- me dijo, así lo hice, lentamente, me puso de espaldas a ella, me pasó su lengua por mi cuello y agarró mis tetas de atrás apretándolas.

Volví a abrir los ojos y en ese momento vi algo que jamás me hubiera imaginado. Un par de ojos espiándonos desde uno de los bañitos. No me costó ni un segundo reconocer quién era. Mi ex, ahí estaba él escondido adentro de uno de los bañitos (después me enteré que había entrado al restaurante antes que empezara la fiesta y que había ido para espiarme). En ese momento quise gritarle y echarlo de ahí, pero no, lo miré fijamente a los ojos, agarré la mano de Samanta y la bajé muy despacio hasta mi entrepierna sin dejar de mirarlo. Me di cuenta como ella se estaba calentando muchísimo. Con una mano apretaba mis tetas, la otra la pasaba suavemente por mi entrepierna mientras no dejaba de apoyar sus inmensas tetas en mi espalda. Como toda una experta, subía y bajaba con sus tetas por mi espalda, sabiendo perfectamente lo que me gustaba. Yo no dejaba de mirar a mi ex, mientras empezaba a gozar cada vez más. De repente ella me dio vuelta y me dijo sentate en la pileta, lo hice. Ella abrió mis piernas, se agachó y soplo suavemente mi clítoris, tiré la cabeza hacia atrás, me encantó eso. Tomó los labios de mi conchita terriblemente excitada y los abrió, pasó muy suave su lengua por alrededor de mi clítoris. -Siiiii- le dije.

Dejó correr su lengua suave, caliente y húmeda por toda la zona. Yo volví a mirar a mi ex que seguía ahí, noté que se estaba apretando fuertemente la pija. Ella siguió chupándome como toda una experta, haciéndome gozar muchísimo. Subía y bajaba con su lengua, de a ratos agarraba mi clítoris con sus labios y lo movía de un lado a otro. -Siiii, quiero acabar muchas veces esta noche- le dije. Entonces, comenzó a pasarme suave pero rápidamente su lengua por el clítoris mientras pellizcaba mis pezones. Eso me volvió loca, sentí que mi primer orgasmo iba a venir, entonces, fijé mi vista en los ojos de mi ex en el momento que los espasmos de mi cuerpo empezaron. No quise cerrar los ojos (como lo hago siempre que tengo un orgasmo) esta vez quise tenerlos bien abiertos, mirándolo fijamente y así fue. Un quejido de placer salió de mi boca y los golpecitos empezaron, no podía parar. -Qué placer pensé- Justo en ese momento se abrió la puerta. Dos tipos entraron rápidamente y cerraron la puerta con una traba.

Las dos pegamos un salto hacia atrás. -No se asusten- dijo uno de ellos, mirándonos con ojos de degenerados. Pensé que mi ex iba a salir del baño a defendernos, pero como era de imaginarse, se limitó a esconderse bien. -Nosotros podemos hacerlas gozar mucho más- dijo el otro apretándose la pija por encima del pantalón. -Nooo- dijo Samanta. -Pero qué no!- dijo uno mientras comenzaba a sacarse la ropa. Yo, hasta el momento no había abierto la boca. La verdad, la situación me estaba gustando. Los tipos tenían muy buenos lomos y yo tenía ganas de sexo desenfrenado.

Samanta dijo: - a mi no me gustan las pijas- Para este momento ya estaban los dos desnudos. -Ahora vas a probar la mía y te va a gustar-. Ella se acercó a mi buscando protección. Yo la miré y le dije -Relajate y gozalo. Ella me miró extrañada. -Acostate en el suelo y abrí las piernas- le dije. Ella me obedeció y los tipos me miraron sorprendidos. Yo me agaché, me puse en 4 patas a un costado de ella y comencé a acariciarle la tetas, después le pasé suavemente la lengua por sus pezones, ella para ese momento ya había empezado a relajarse. Entonces bajé mi mano hasta su entrepierna y empecé a pajearla suavemente.

Miré hacia el baño donde estaba mi ex y vi que estaba espiando nuevamente. Los tipos me miraban atónitos, sin poder creer lo que veían y terriblemente calientes. Cuando supe que Samanta estaba bien relajada le dije a uno de ellos. Agachate entre sus piernas y empezá a chuparla y vos, le dije al otro no tenés nada mejor que hacer? Uno se agachó entre las piernas de Samanta y empezó a pasarle suave la lengua mientras yo la pajeaba, humedeciéndola bien.

El otro se puso detrás mío y empezó a pasar su lengua por mi cola, mi vagina, mi clítoris y todos los lugares hasta donde podía llegar. Yo volví a mirar a mi ex a los ojos mientras emitía gemidos de placer y me retorcía al sentir la lengua del tipo en mi cuerpo. Samanta comenzó a hacer sonidos de placer, estaba gozando y justo unos segundos antes que tuviera su primer orgasmo, le dije al tipo que se la estaba chupando que parara, ella, desesperada gritó -Seguíiii- Yo le dije -Metésela ahora- El tipo se recostó sobre ella, abrió bien las piernas de Samanta con sus rodillas y comenzó a meterle la pija con movimientos suaves mientras yo seguía masajeando su clítoris.

Mientras el otro tipo seguía jugando con su lengua en mi colita y ya había metido un dedo por adelante y otro estaba entrandome por detrás, yo gozaba como loca al ver como se la estaban empezando a cogera a samanta y al sentir lo que el tipo me estaba haciendo. La pija del tipo comenzó a entrar en Samanta, ella gozaba. Siguió entrando más y más hasta que los testículos de él se apretaron contra el cuerpo de ella. En ese momento ella abrió bien las piernas para que la pija le entrara toda. Se retorcía de placer. Supe que ese era el momento para dejarlos y seguir yo con el tipo que me había tocado. Me di cuenta que de tanto chuparme mi colita estaba bien abierta y con muchas ganas que una pija entrara. Seguí en cuatro paras, miré hacia atrás y le dije -meteme la pija en el culo. Volví a dar vuelta la cabeza para mirar a mi ex a los ojos... él siempre había querido cogerme por el culo y yo nunca lo había dejado.

-Dale, metémela- le dije. El apoyó la cabeza de su pija y comenzó a moverse en círculos, la pija comenzó a entrar en mi, yo, sin dejar de mirar a mi ex me retorcía de placer. -Más, más adentro le decía jadeando- El la metía, la pija entraba en mi sin ningún problema, resbalando porque estaba muy mojada. Era una pija un poco chica y angosta, ideal para la colita, pensé. El tipo estaba enloquecido de ver como me culeaba y eso lo hacía moverse cada vez más rápido. Yo, de a ratos lo miraba a los ojos a mi ex y de a ratos, miraba hacia atrás para ver como entraba la pija en mi culo. De repente algo me hizo mirar hacia delante. Fueron los gritos de samanta que estaba teniendo un orgasmo.

Eso me calentó mucho más, entonces agarré la mano del tipo que me estaba cogiendo lo puse en mi vagina y le dije: -Haceme acabar. Metió su dedo adentro mío mientras su pija resbalaba en mi cola. -Acabá puta-me decía mientras sus movimientos eran cada vez más rápidos. Un grito de placer hizo que todos se dieran cuenta que estaba teniendo un orgasmo en ese momento miré a mi ex y pude darme cuenta que él estaba pajeándose, escondido en el bañito, mirando como un tipo se culeaba a su ex... algo que él siempre había querido hacer. La leche caliente y resbaladiza del tipo se desparramó adentro de mi cola. Pero antes que le saliera toda la leche, sacó su pija, yo me di vuelta, se la agarré con mi mano y seguí pajeándolo y chupándosela para que largara hasta la última gotita de cheche que, por supuesto me la tragué.

Nos paramos nos vestimos. -Vamos a mi casa a seguirla dijo uno de ellos- -Si, le contesté.

Cuando estábamos saliendo, les dije: -Yo ya los alcanzo- Me volví abrí la puerta del baño donde estaba mi ex. Aún tenía leche saliendo de su pija, me agache, le chupé toda la leche que le quedaba. En eso su pija se puso inmensamente dura otra vez y cuando llevó su mano a mis tetas le dije: -No, me esperan, me voy. Y me fui a seguir disfrutando de mi nueva vida de puta descontrolada.