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Una noche con Luciah

en Zoofilia

Hola amigos de Todorelatos.com, les escribo porque habitualmente suelo visitar su pagina. Sobre todo la sección de zoofilia. No me preguntan por qué, pero me es sumamente excitante leer los relatos de esas mujeres tan candentes que mantienen relaciones con sus mascotas. Aunque yo no practico ese tipo de sexo, periódicamente entro a la pagina solo con el objeto de ver si hay nuevos relatos para leer vorazmente. Como les decía, yo no practico ese tipo de relaciones, pero a pesar de ello me gustaría mucho que sumaran el relato que a continuación voy a narrar a la sección de zoofilia.

Acá les va, espero sea lo suficientemente digno como para que lo publiquen en la sección; de esa forma espero contactarme con chicas o mujeres que tengan esta pasión, y a lo mejor si tengo alguna experiencia a través de Uds. Seguramente se las voy a mandar a fines de compartir con todos los que asiduamente visitamos esta web.

Hola a todas y todos, qué tal, todo bien??? Espero que sí. A lo mejor este relato no debería estar acá ya que en realidad no voy a narrar un encuentro sexual con un can. Sin embargo quería compartir con todos lo que me sucedió una noche mientras leía un relato de zoofilia en esta misma pagina.

Antes que nada es preciso aclarar que yo no he tenido la suerte de experimentar algún tipo de relación zoofilica, ni mucho menos pude presenciar alguna. De modo que mientras sólo me conformo, aunque no sé por cuánto tiempo más, con leer sus excitantes relatos.

Como sea, todo comenzó hace más o menos dos meses. Yo sabía qué era la zoofilia y la idea de ver algo siempre me llamaba mucho la atención, aunque nunca había visto ni leído nada.

Un día mientras navegaba por la web, como suelo hacerlo, se me prendió la lamparita de buscar algo sobre esta cuestión. El caso es que creo que esa fue una de las mejores ideas que se le pueden haber ocurrido a mi loca cabecita.

En esa oportunidad me encontraba en un cyber, así es que no podía ponerme a ver fotos y mucho menos videos. Entonces fue cuando di con esta divina pagina.

Muy a pesar de lo que pueda creerse acerca de eso que una imagen vale más que mil palabras; yo diría que un relato vale, y excita, mucho más que una simple fotografía.

A partir de ese momento casi como un adicto visito la pagina en busca de relatos tanto sea de mujeres maduras, como de pendejas que se desvirgan con sus mascotas. Y no sólo eso, sino que en mi maquina tengo guardados varios relatos que a mi criterio han sido los mejores que se hayan publicado en los últimos meses.

De entre todos ellos uno de los que más me gustó fue uno de una chica que dice llamarse Luciah. Relato en el que narra una relación con su ex novio y, por supuesto, acompañados por el perro del muchacho.

Comencé a leerlo esperando excitarme mucho; lo que yo no imaginé nunca es que esa vez iba a ser tanto que… mejor esperen que antes quiero contarles todo desde el comienzo.

Como estoy de vacaciones, ya que la facultad por suerte terminó, suelo sentarme a la computadora muy tarde por la noche y me quedo hasta altas horas de la madrugada. Encima, acá donde vivo el clima es bastante caluroso por lo que en generalmente estoy de shorts y remeras, cuando no estoy semidesnudo a causa del clima de la región.

Esa noche, hace no mucho tiempo me dispuse a pasar una gran noche con sus relatos y yo; sólo ellos y mi hambriento cuerpo ansioso de estimulación.

Durante toda la tarde había estado pensando en algunas chicas teniendo relaciones con sus perros, como por ejemplo Sonia de México, o Marcela de Buenos aires, entre muchas otras. Tanto pensé que luego de almorzar me recosté a dormir un poco; y al levantarme o sorpresa, me había mojado toda mi ropa interior con una abundante cantidad de semen.

No podía aguantarlo más, esperé a que llegara la noche cuando todos en casa se acostaran para poder liberar mis más bajos instintos frente a la pantalla. Entonces sucedió lo que les voy a contar a continuación.

Luciah a través de su relato empezaba a excitarme. Podía por medio de sus palabras recrear la situación, y mientras ella avanzaba en su relato, detallando cómo se excitaba, al mismo tiempo yo en mi silla comenzaba a ver como se me endurecía la verga.

De alguna manera su relato me permitía presenciar ese grandioso y arrobador momento que compatía con su ex novio y el perro de aquel. En tanto el relato seguía un decurso que cada vez se hacía más y más caliente, yo en mi habitación daba rienda suelta a mi libido.

Primero me saqué la remera que llevaba puesta. El calor del ambiente, y el que me producía ese erótico relato hacían insoportable las fibras de aquella. Gotas de sudor rodaban por mi pecho hasta dar con mi ropa interior que para aquel entonces ya estaba empapada de sudor y otros jugos que fluían torrencialmente.

El relato cada vez se ponía más candente y yo no podía aguantarme más las ganas de tomar mi pene entre mis manos para autosatisfacerme. No lo pude resistir más y lo tomé con fuerza. Lo que no pensaba era que iba a estar tan duro. Me sorprendió gratamente verlo de esa forma. Tenía las venas muy marcadas y duras. Parecían estar petrificadas. En tanto que mi gorda verga, con su cabeza brillante y exudante de flujos, latía notablemente entre mis manos. Estaba tan rígida que hasta me dolía un poco.

Al tiempo que esto sucedía, Luciah detallaba cómo su novio después de haberla penetrado por su dulce y jugoso ano le proponía tener relaciones con su perro Nipur. Mientras eso recreaba el relato, yo casi sin control sobre mis actos untaba en mis dedos parte de los jugos que salían de pija para con ellos estimular mis pezones, que para ese momento ya estaban bien aguzados y duros.

El corazón me palpitaba a mil, y en tanto las cosas siguieran así de descontroladas no sabía en que iban a terminar. No les voy a mentir, tuve que dejar de leer para masturbarme. No podía hacer ambas cosas al mismo tiempo. Tenía que parar de leer para descargar un poco de leche. Si hasta me dolían un poco los huevos. Todas las chicas deberían saber que eso sucede cuando un hombre no puede evacuar parte de la leche que tiene acumulada.

El caso es que postergué la lectura por unos instantes a fin de masturbarme placidamente. Tomé mi pene como mi mano derecha, al tiempo que con la izquierda me acariciaba el cuerpo. De vez en cuando cambiaba de mano sólo a los efectos de poder usar mi mano derecha toda chorreada de mis jugos para poder acariciarme con ella.

Ya no me importaba más nada, sólo quería desahogar mis pasiones por medio de las eróticas sentecias de Luciah. Para entonces, si me hubieran visto se habrían dado cuanta de que todo mi pecho estaba brillante producto de mi mano cubierta de leche que me acariciaba. Mientras que la otra continuaba deslizándose de arriba hacía abajo sobre mi verga enjugada de mis secreciones.

Había logrado eyacular por primera vez una abundante cantidad de semen que, a propósito, derramé encima de mi abdomen. Esta tibia y espesa como pocas veces la había visto. Casi puedo decir que por su aspecto hasta para mí se hizo apetecible.

Retomé la lectura, esta vez pensé: "ya que eyaculé bastante, ahora no me voy excitar mucho hasta dentro de un buen tiempo" ¡¡¡Gran error!!! Ni bien inicié la lectura nuevamente, mi verga que aun se encontraba un poco erecta, largando las últimas gotas de semen, comenzó a endurecerse nuevamente.

Y es que mi querida Lu describía con lujo de detalle cómo la penetraba Nipur, y cómo ella le pedía que le introdujera su bola bien adentro. Supongo que la situación dentro del recinto en el que se desarrollaron fue por demás excitante. Ahora de lo que sí estoy muy seguro es que dentro de mi habitación la escena era arrobadora; tanto que sólo de pensarme a mí mismo me excitaba.

Ahora era inevitable, tenía que seguir leyendo lo que Lu contaba tan bien, pero al mismo tiempo no podía dejar de masturbarme. Tenía mis dos manos ocupadas, por lo que cada vez que tenía que deslizar la barra del explorador se hacía una gran molestia, pero de no hacerlo no podía seguir leyendo. Estaba atrapado por ese relato. No podía escapar de sus líneas.

Para esto yo ya iba por mi segunda eyaculación y mi verga no me permitía dejar de frotarla enérgicamente. Se imaginan que mi torso se encontraba cubierto de leche que aun no se secaba. Alguna vez leí acá que una chica adoraba que se le secara la leche de su perrito en sus piernas porque después le tiraba los pelitos. Yo no es que tenía las mismas intenciones, pero realmente estaba descontrolado, muy excitado, y no me importaba más nada. Estaba entregado al placer.

Pronto se acercaba el final del relato lo cual significaba conocer el desenlace de esa muy excitante experiencia relatada por aquella chica. Pensaba en que luego de ello podría masturbarme aun más todavía pensando, recreando en mi mente esas escenas que detalladamente narraba el relato.

Como les decía, mi torso se encontraba cubierto de leche y sudor. La temperatura era alta, y el relato la había elevado notablemente más. Ya estaba fuera de mí; algo así como alienado. Tanto que de sentir tanto calor experimentaba unos espasmos de escalofríos que cada vez se repetían más seguidos. La excitación era tan grande para entonces que les puedo asegurar que con sólo masturbarme no me alcanzaba para saciar mi sed de placer.

Ahora es cuando lo que hice me sorprendió hasta a mí. Como no me bastaba con frotar mi verga prácticamente irritada de tanto pajearmela, comencé a darme masajes entre mi ano y el escroto. Esa es una parte muy estimulante para los hombres, sólo que algunos no se dejan tocar por miedo a que las mujeres les introduzcan un dedo en el ano. Ese masaje contribuyó con la animal excitación que estaba teniendo; además, por si no lo saben chicas, presionando esa parte es posible retardar la eyaculación.

Mientras yo masajeaba esa parte Lu se disponía a limpiar con su boca la verga de ese gran animal; en tanto que por su dulce, jugosa y dilatada vagina se escurrían grandes cantidades de la leche de Nipur. No puedo olvidar la forma en la que describe cómo saboreaba los jugos de ella y los de Nipur, que se mezclaban en la punta de la afilada verga de Nipur que aun seguía exudando cantidades de rica leche.

En tanto Lu saboreaba las esencias de Nipur, yo masajeaba esa parte de mi cuerpo, y de vez en cuando baja un dedo hasta mi ano. Para aumentar la excitación aun más, si es que era posible, mojaba mis dedos en mi leche y demás jugos para lubricar mi ano de modo tal que pudiera introducir aunque más no sea sólo un dedo.

No podía creer lo que estaba haciendo. Y no es que sea homosexual, pero era tal el hambre de excitación que tenía que me descontrolé como nunca lo había hecho antes en mi vida. No tengo prejuicios, es más, este año entrevisté a un travesti para un trabajo de la facultad. En fin… como sea.

Si es que tienen novio no dejen de experimentar la sensación que produce esto en los hombres, fue una lastima no tener con quien compartir ese momento tan intimo. Sólo yo y el relato de Lu nos encontrábamos en mi habitación.

El relato concluyó, y junto a él yo acabé por tercera vez. A lo mejor les parezca mentira que haya acabado tres veces para un relato que sólo lleva unos minutos leer, pero es cierto, no es que haya acabado tres veces en un par de minutos. Creo que leer completo el relato me llevó algo más de hora y media entre lecturas y masturbación y nuevamente retomar la lectura.

La última eyaculación fue la más excitante de todas ya que mientras por la punta de mi verga salían chorros de espesa y caliente leche, yo tenía mi dedo indice metido en mi lubricado ano. Era tanto lo excitado que estaba que no pude evitar gemir fuertemente de placer. En tanto que la leche que tenía encima comenzaba a cercase mientras el último chorro caía sobre mi pecho. No pude evitar la tentación y la probé, pero debo ser sincero, como los jugos que brotan de sus mojadas conchitas no hay. Nada en el mundo es más sabroso que una abundante cantidad de flujo en mi boca. Les juro que me pasaría horas lamiendo la conchita de Uds. a fin de obtener la mayor cantidad de sus ricas esencias.

Bueno, acá termina mi relato. Espero que las haya excitado sólo una parte de lo que a mí me excitan los suyos. En próximas ocasiones contaré nuevas experiencias. Por el momento sólo me queda despedirme muy atentamente de todas. Si es que quieren escribirme contándome sus experiencias zoofilicas están más que bienvenidas. Espero ansioso sus mensajes, además, me gustaría recibir alguna foto que tengan con sus mascotas practicando sexo, y si no tienen, yo podría serviles de fotógrafo si me lo permiten.

Un beso en sus ricas y mojadas conchitas y hasta pronto. Que tengan muchas y muy buenas cogidas con sus mascotas para que las sigamos disfrutando. Besos a todas y hasta pronto.

P.D: saludos a Lu. Sus relatos son grandiosos. ¡¡¡Besos bombón!!!

P.D: Mi dire es zoovoyeur@hotmail.com. Ahhh!!! Agréguenme a sus contactos en el msn para excitarnos vía chat

Bueno amigos de todorelatos.com, me despido y espero mi relato sea lo suficientemente bueno e interesante como para que lo publique en la sección de zoofilia. Desde ya muchas gracias por la atención y por el excelente trabajo que hacen en su pagina.

P.D: Mi dire de mail es zoovoyeur@hotmail.com