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La esclava

en No Consentido

LA ESCLAVA

Lo que les contare, paso en el siglo 19, cuando las esclavas eran para todo uso.

I

Brasil, estado de Mato Grosso, año 1838 ,en una gran plantación de cacao y bananas, el dueño era el señor Pedro Barbosa, descendiente indirecto del gran Pedro primero, acostumbrado a hacer y deshacer a su antojo lo que quisiera, manejaba con mano dura sus posesiones, en ello incluía a todo su personal, no importaba si era esclavo o contratados.

Entre sus posesiones mas preciadas contaba con 34 esclavos de diferente edades, 20 eran mujeres y 14 hombres que utilizaba como sementales para multiplicar sus ganancias , cuando las mujeres tenían entre 24 y 30 años eran juntadas con el macho mas fuerte para que las embarazara, ellas tenían la orden de tener como mínimos 5 hijos, en forma continua, todos de piel negra ( si eran mulatos no valían tanto) , si por alguna razón en uno de esos años no quedaba embarazada era mandada como castigo a la barraca de los hombres solteros a vivir con ellos, para que hicieran con ella lo que quisieran después de las horas de trabajo.

Don Pedro se hacia un regalo cada dos años, que consistía en comprar una esclava nueva para su uso personal, a la que de vez en cuando compartía con sus amigos, es decir, con los otros Hacendados de esa comarca.

Este era justamente ese año, así que preparaba el viaje con ansias, ya que la ultima que compro hace dos años la perdió en un juego de naipes en una de esas famosas borracheras que se agarraba. Esto paso casi un año atrás, y hasta ahora se estuvo entreteniendo con una que ya tenia muchos años en la finca y eso no lo estimulaba para nada, quería algo nuevo.

Pedro era casado con una mujer de distinguida familia, que vino expresamente desde Portugal a contraer matrimonio, esto aconteció hace muchos años, 17 para ser más preciso, de esa unión nacieron tres hijos, Manuel, el cual estaba a punto de cumplir 16 años, Cristina de 14 y Joaquín de 12, como el mayor ya estaba en la edad de tener su primera experiencia sexual, decidió llevarlo con El hasta la capital del estado, para poder conversar y ver su grado de evolución con respecto a la vida.

 

 

II

Mercado central de la capital del estado, el ruido frenético de las transacciones comerciales se entremezclaban con las risas y los sonidos de la música que salían de alguna taberna de las inmediaciones, Manuel miraba todo con gran asombro, pues nunca había salido de la plantación, a acepción del puerto que quedaba en el pueblo que dominaba su padre. Esto era impresionante e increíble para su corta vida, fue así que llegaron al área donde se exhibían los esclavos que estaban a la venta, en la primera sala están los hombres recién adiestrados para el servicio, su edad oscilaba entre los 18 y 25 años y eran los mas caros, ninguno valía menos que 50 monedas de oro, pero quien los compraba tenia asegurada su inversión, ya que como mínimo vivirían 25 o 30 años y les darían varios crios como descendencia, pero siguieron de largo, no era eso lo que Don Pedro quería, el ya tenia en mente lo que iría a comprar...

 

Pasan por una puerta que separa el griterío infernal de la subasta a una sala poco iluminada donde Manuel ve que su padre se reúne con unas personas muy bien vestidas a las cuales les pregunta dónde esta la mercadería especial, ellos señalan una cortina a la derecha y ahí se dirigen, cuando Manuel pasa la cortina lo que ve lo agarra de sorpresa, un hombre muy elegante con los pantalones a la altura de las rodillas, y el sombrero puesto, tiene a una mujer negra y encadenada a la pared chapándole el miembro, Manuel queda paralizado, pero a la vez muy excitado, su corazón empieza a latir con fuerza y siente en su estomago un cosquilleo muy intenso, aunque ya se a masturbado mirando cuando su hermana se baña, esto es mucho mas excitante y no puede quitar su mirada de esa escena.

Don Pedro lo saca de ese trance de un tirón del brazo, - ¡Vamos Manuel!!- le dice, que vamos a quedarnos sin nada o por lo menos con nada que valga la pena tan largo viaje.

En una pequeña sala iluminada por varias antorchas, se encuentran lo que para Manuel son solamente sombras, cuando ellos entran se les acerca un tipo no muy limpio, y un aspecto de malandra con una cicatriz debajo de la barbilla, que daba para entender que en algún momento tubo una cuerda al cuello, pero quien sabe por que designio del destino, logro sobrevivir.- ¡ Hola don Pedro! Exclamo el hombretón, -ya estaba pensando que este año no vendría, y estuve a punto de vender su mercadería, - - varios ofrecieron mucho oro por ella, - No me venga con eso Ismael- dijo Don Pedro,- no me quiera sacar mas oro de lo que vale su pobre mercadería,- - por favor muéstrame lo que tiene -, acto seguido Ismael agarro una antorcha y los llevo hasta un pequeño cuarto sin luz, -pase y elija- , dijo el esclavista, Manuel no podía creer, en las sombras había 4 mujeres, la mas chica no tendría mas de 15 años y la mayor 18, todas estaban desnudas y por mas que hacia mucho calor, temblaban .

Don Pedro con ojo critico le pregunto al vendedor, - ¿todas hablan portugués?- no, respondió Ismael, solamente 2, algunos amos no quieren que puedan hablar con las amas, no quieren que les cuenten lo que les hacen, -ah- reflexiono Don Pedro, eso esta bien, cuales son las que no hablan?, Estas -dijo señalando a una que se encontraba arrodillada y otra que estaba aun encadenada a la pared, la primera tenia 15 y la atada 17, esta bien, dijo el terrateniente, como mi hijo aquí presente dentro de poco cumplirá los 16, me llevare las dos para después darle una de presente, a todo esto Manuel lo miraba sin entender que pasaba, ya que no podía sacar la vista de esos cuerpos desnudos, - ¡Vístelas, que me las llevo!- dijo Don Pedro con autoridad.

 

III

Manuel y su padre iban por el camino polvoriento junto con Isaac, un esclavo que hacia de mayordomo de Don Pedro y que dirigía una pequeña carreta donde iban las dos esclavas, Manuel no podía dejar de mirarlas, sentía algo en su estomago que le erizaba la piel y lo ponía incomodo, estuvo así como 3 horas hasta que no aguanto mas y se lo dijo a su padre. –no sé que me pasa, me transpiran las manos y no puedo dejar de mirar a las esclavas- te estas haciendo hombre- respondió Pedro,- estas excitado ,tu cuerpo pide descargarse. – Isaac- dijo el viejo mirando el cielo, -falta poco para que oscurezca- -vamos a pasar la noche aquí- prepara todo- si amo- respondió el pobre anciano.

Después de cenar, Don Pedro pregunto a Manuel si ya había tenido sexo con alguien, -no – respondió el chico casi avergonzado, -aun no-, -bueno, vamos a ver que podemos hacer, -se levanto y fue hacia la carreta donde estaban las esclavas le dijo que elija una, Manuel no entendía para que, pero eligió a la mayor, Don Pedro la tomo del brazo y la llevo hasta donde estaba la hoguera, sin mucha delicadeza la arrojo al suelo y le levanto el pobre vestido que llevaba, le paso su mano por sus piernas y llego hasta su entrepierna, allí sintió su bello pubico bastante duro y mal oliente, y maldijo,- este hijo de puta de Ismael no las baño-, - están todas sucias,- llamo a Isaac que estaba dormitando bajo un árbol con un gran alarido, el mismo pego un salto muy asustado, si mi amo, respondió, tembloroso, -ve hasta el río y tráeme un balde lleno de agua para lavar esta mugre, - a todo esto Manuel no podía dar crédito como su Padre trataba a esas mujeres, para el no eran seres humanos, cuando Isaac estuvo de vuelta con el pedido, Don Pedro saco el vestido a la mujer y le echo abundante agua en sus zonas genitales, esta temblaba como una hoja al viento, Don pedro pidió a Isaac que le dijera en su idioma a la esclava que se enjabonara bien la concha y el culo, lo que la mujer realizo en forma inmediata, como sabiendo que ella estaba muy sucia desde hace mucho tiempo.

Don Pedro le explicaba a Manuel algunas cosas de la vida, de cómo el comercio de esclavos había hecho grande a Portugal y varios países europeos, que los africanos no eran como ellos (los blancos) y que no tenia que tenerles lastimas, Manuel asentía con la cabeza pero por dentro no podía comprender ese odio.

Una vez finalizada la tarea de limpieza Don Pedro llevo a la Mujer hasta unas mantas debajo de las ramas de un frondoso árbol, allí con gestos y ademanes la hizo arrodillar, se desprendió el pantalón y lo dejo caer hasta sus rodillas, puso su mano izquierda en su miembro flácido y con la derecha agarro la cabeza de la esclava y le hizo chapárselo, esta escena estimulo todo los sentidos de Manuel, sin darse cuenta estaba manoseando su propio miembro que se estaba poniendo como un garrote, este movimiento fue observado por el padre que lo llamo a su lado para que apreciara como lo chupaban,- mira hijo como mama la muy puta, esta exprimiéndome toda la verga con unas ganas impresionante,- Manuel pregunto porque esa actitud de la esclava, a lo que le respondió Que en el barco que las traían de África, al tener pocas provisiones, los esclavistas les daban poca comida, y para poder satisfacerte sexualmente con las mujeres,( pero a la vez no embarazarlas ), les hacían chupar pijas y le decían que la leche era alimento, lo que no era del todo mentira, ya que el semen tiene todas las proteínas y minerales necesarios para subsistir diariamente, que acompañado de un poco de pan y agua y algo de arroz constituían su alimento, -es por eso hijo que chupan con tanta devoción, - se están alimentando, esta practica la pierden una vez que se adaptan a la plantación, pues ahí comen dos veces por día, y las esclavas viejas le dicen la verdad.-

Manuel ve como su padre se apoya en el árbol, y se da cuenta que ha acabado dentro de la boca de la esclava, esta, sin perder tiempo traga todo de inmediato, sin saber como, Manuel salta con su verga en la mano hacia la boca de esa mujer que tanto lo excita, ella lo ve venir y de inmediato abre su boca, para tragar su inmaculado miembro, El, cuando siente el calor de la boca de ella y el suave sobar de la lengua , no aguanta mas y en un solo empujar mete todo en su boca y acaba un río de leche en su garganta.

Don Pedro ve como su hijo se esta haciendo hombre y se siente orgulloso, esta cogiendo a su primera esclava, y El esta junto a su primogénito.

-¿Y? Que te ha parecido esta experiencia hijo, te gusto?,- Fue lo mejor de mi vida, contesto Manuel aun reponiéndose de su bruta acabada,- y eso no es nada, continuo diciendo Don Pedro,- ahora viene lo mejor, acto seguido agarro a la esclava, la empujo sobre la manta y le dijo a Manuel,- mira lo que hago y luego lo harás tu, de acuerdo?-, Si respondió Manuel ya nuevamente excitado, vio como su padre ponía boca a bajo a la mujer y lleno su mano con saliva y la paso por el ano y la entrepierna de ella, le abrió bien las piernas, tanto que Manuel podía ver entre los labios vaginales el color rozado de la vulva , su padre se agacho, agarro el pene con su mano y lo dirigió sin ninguna ceremonia a la concha de ella, de un solo empujón metió su instrumento en esa cavidad tan estrecho, que Don Pedro gimió de dolor, - ¡Que hija de puta, esta todavía es virgen! –¡ ven hijo!,- ve como sale sangre de su conchita- y a continuación siguió penetrándola con lujurioso placer, sus movimientos hacían quejarse de dolor a la esclava, Manuel estaba apenado por la situación, pero no podía dejar de mirar y tocarse su miembro totalmente hinchado y a punto de explotar, -si, siiii , así negrita- decía Don Pedro, - movete putita que ya acabo- haaaa, si, que bueno que estuvo-¡! esto de cogerse a estas vírgenes es lo máximo,!!- exclamaba extasiado el viejo, y se dejo caer al lado de la mujer. Manuel no sabia que hacer, en eso vio que ella lo miraba he hizo un gesto con la mano que se llevo a su propia boca, en un principio no supo interpretarlo, pero luego se imagino que podría ser algo referente a la comida y fue hacia la hoguera y agarro un poco de pan, - eso es lo que quieren, amo Manuel- dijo el viejo Isaac – por lo que me dijeron durante el viaje, llevan como tres días casi sin comer- La esclava demostraba con el brillo de sus ojos y una pequeña sonrisa , que era eso lo que realmente necesitaba , cuando el chico se lo dio, ella lo devoro en dos o tres bocados, también pedía agua y señalo a la otra esclava que estaba aun en la carreta, Manuel Corrió hasta su mochila y retiro un poco de carne seca, y les dio a las dos, la menor de las muchachas estaba casi desfalleciente de hambre y sed, lo que causo en Manuel una gran pena, El aun tenia sentimientos.

Como veía que su padre aun dormía y no podía reprocharle su "humanitarismo" se acerco a la menor y le acaricio el pelo, este acto fue recibido por las mujeres como un milagro, pues lo único que conocían de los blancos era desprecio y humillación.

Todo esto no duro mucho, ya que Don Pedro se despertó y le dijo, - ¿y muchacho?- ya lo hicisteis?- no – respondió un poco tembloroso Manuel – aun no-. Pues ven aquí, pon a la negra boca abajo, salívale el culo y penétrala, cogela con ganas, rómpele ese hermoso agujerito que tiene, Manuel ...

 

 

Continuara...