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Sólo un sueño...

en Amor filial

Hola, soy yo de nuevo, Carlos, y aquí les traigo un nuevo relato. La matrícula en la universidad y las deudas me han tenido como loco, pero ahora que ya empecé clases me doy algo de tiempo mientras estudio.

La cosa es que ayer noche tuve un sueño con Stephany, una sobrina mía que ahora se encuentra en Bolivia. Fue medio raro porque se mezcló la irrealidad típica de los sueños con recuerdos de niñez. Espero que sepan comprender las incoherencias, recuerden que se trata de un sueño. Aquí les va.

Claramente se trataba de una media mañana de otoño. Estábamos Stephany y yo sentados en una banca del parque en frente de la casa conversando con unos amigos y tocando cualquier canción que me pidan en mi guitarra.

Supongo que no pasó nada interesante ahí porque de la nada atardeció y Stephany me dijo que mejor nos metamos de una vez a la casa porque empezaba a hacer frío. Su casa y la mía son contiguas y se conectan por la parte trasera pues compartimos un patio para la ropa; así que entrar por su casa o por la mía es prácticamente lo mismo.

La cosa es que entramos por mi casa. La estancia se veía demasiado solitaria, no había nadie en casa. Luego de eso la memoria me falla y lo próximo que recuerdo es que Stephany y yo estamos echados en la parte baja de mi camarote.

Estábamos conversando de cualquier estupidez y sin más ni más nos comenzamos a besar. Acariciamos nuestros cuerpos mientras cerramos los ojos y nos entregamos a las sensaciones que uno produce en el otro. Poco a poco me voy acomodando encima de mi sobrinita. Luego abro mis ojos y veo a Stephany como una niña de 7 años y a mí como a un crío de 8. Nos seguimos besando y acariciando, nada más.

En eso escucho los jadeos de Mirtha, hermana de Stephany mayor por 2 años, y empiezo a sentir una mano que toma la mía, la jala y la aprieta por encima mientras siento una protuberancia suave y caliente. Volteo a la derecha y veo a Mirtha totalmente desnuda apretando mi mano derecha encima de sus pechos. Luego me soltó la mano y no fue necesario que diga nada porque yo ya había aprendido bien a hacer ese trabajito. Sin embargo, la visión del cuerpo de Mirtha me deslumbró y empecé a recorrerla con la mirada desde sus rubios cabellos, pasando por sus pechos medianos pero redonditos, siguiendo por su vientre, y concentrando mi mirada en su vagina peludita.

Lo raro es que mientras más miraba los vellos púbicos de Mirtha estos iban creciendo hasta convertirse en la cabeza despeinada de mi hermano mediano.

Prácticamente me había olvidado de Stephany y sólo veía a mi hermano chuparle la concha a Mirtha mientras yo le apretaba los pechos y ella seguía gimiendo como loca.

Ahhh.... sigue así.. no pares... mmmm.. ahh me encanta tu lengua... y otras cosas más decía Mirtha.

La cosa es que de un momento a otro empecé a sentir unas manos acariciando mi pecho desnudo y al bajar la mirada me encuentro con Stephany convertida en toda una mujer (como lo es ahora). Yo también estaba desnudo y liberados ya de la ropa (supongo que las incoherencias del sueño desaparecieron nuestras vestimentas) empezamos a frotar nuestros sexos.

Solté las manos de Stephany de mi cuerpo y empecé a besarla en la boca mientras acariciaba su cuerpo. Mi pene estaba encima de su vagina y ya empezaba a sentir sus fluidos humedecer mis testículos. Mi boca empezó a bajar por su cuello y a dar pequeños tironcitos a los pallares de su oreja y así hasta que mis labios rozaron sus pezones.

Yo no dejaba de mirar a los ojos de Stephany y su mirada reflejaba un deseo insaciable. Mi lengua empezó a recorrer el contorno de sus pezones y suavemente mi boca se apoderó de uno de sus pechos mientras con mi mano acariciaba el otro. Ella tenía los ojos cerrados y su lengua humedecía sus labios. Sus manos aprisionaban mi cabeza contra su pecho. Al momento inicié unos movimientos acompazados de mi pene para frotar su clítoris.

Esto hizo efecto y Stephany dejó escapar un suspiro que le salió desde el vientre y empezó a jadear.

Ahh, mmmm... no pares tío. Sigue así... aaaaahhhhh sssss.... mmmm... que rico, me vuelves loca – decía ella.

Te gusta que te chupe las tetas.

Mmmm.... me encanta... tu pene también me encanta. Sigue moviéndote por favor... no pares... ahahahahah... mmmm.. sss uuuuuffffffff... no pares.

Yo aceleré el movimiento de frotación de mi pene sobre su clítoris. Después recuerdo vagamente que le empecé a dar una mamada de antología a su conchita lampiña y que hicimos un 69 bastante bueno.

La siguiente imagen clara que tengo es de Stephany y yo en la parte de arriba del camarote. Ella estaba a cuatro patas mientras yo la penetraba por detrás. Mi pene entraba y salía de su vagina sin contemplaciones. Me gusta ver como mi pene entra y sale de todas las vaginas a las que penetro, ver como brilla por los jugos de la perra a la que le esté reventando el vientre me encanta y me da más bríos para seguir.

De pronto Stephany me dijo:

Mmmmmmm........ ohhhhhh, aaaahhhhhh ....Métemela por el ano tío, aaahhhaaaahh mmm...

No necesité nada más y sin hacer ningún trabajo previo de dilatación le incrusté la polla hasta el fondo de sus intestinos. Ella soltó un grito que debió escucharse en toda la manzana y que hubiera hecho que todo el barrio venga a casa, de no ser porque estábamos en mi sueño. Ella empezó a decir:

Aahhhh,,, mmm auuuuuuu ooooohhhhhh... Sácala tío.. meee dduueellle mucho.. auu oohh.

Calla perra, querías que te la clave por el ano y eso es lo que estoy haciendo – le dije yo con tono autoritario.

Meee dueelle.. pp pp pp aaara po porr faaavooorr.

No le respondí. Sólo seguí penetrándola con mayor firmeza. Tenía un ano delicioso, lampiño, blanco como el resto de su piel y muy apretadito. Yo entraba y salía y a cada embestida sentía la presión de ese culo. La cosa es que me olvidé del dolor de Stephany y no sé en qué momento me percaté de que su dolor había desaparecido porque ahora gemía distinto:

Aaaaahhhhh... mmmmmm....... sigue así, no pares... reviéntame el trasero.. aaaaaaahhhhhhhaaaaaaaaayyyyyyyyyy ..ooooooohhhhhhhmmmmmmm ssssss.. Mmm aaah aahhh aaahhhh aaaahhhh aahhh.....Sigue que me corro... Mmm.....

Yo seguí taladrándole el culo. Luego de eso, y no sé de donde apareció, pero mientras le perforaba el trasero a esta zorra, ella metía y sacaba desenfrenadamente de su vagina un consolador blanco bastante grande. Sus gemidos se hicieron mucho más fuertes hasta que se corrió entre gritos de placer:

Aaaaaaayyyyyyyyy. Ooooooohhhhhhhhhhh mmmmmmeeeeee ccccooooorrrrrooooo. Mmmm,.. Aaayyy aahh aahah aaahhaa ahhhaa ahhh ahhh aaahh. Sssssss. MMmmmm....

Su corrida fue increíble y la dejó tan exhausta que tuvo que apoyar la cabeza en la cama. Mientras tanto, yo sostenía sus nalgas y seguía penetrando su culo más rápido que antes. Ella seguía gimiendo...

Mmmm.. aaauuu. Aaaahhhh... Mmmmm......

De pronto sentí que me corría y aceleré mis embestidas. La descarga de leche que le di fue increíble. Saqué mi pene y la visión de su ano totalmente dilatado me dejó hipnotizado; tanto que no me di cuenta cuando el camarote se vino abajo (lo mismo me pasó en una situación parecida cuando era niño).

Luego de eso nos quedamos tirados encima de la cama y Stephany, con la cara de viciosa inconfundible que ahora tiene empezó a hacerme una mamada maravillosa.

Primero tomó mi pene y empezó a darle pequeños besitos, luego bajó un poco y empezó a dar pequeñas lamidas a mis testículos. Yo tenía la polla que reventada de lo hinchada que estaba. Stephany tomó mi polla con su mano y sin dejar de lamer mis testículos empezó un movimiento de arriba hacia abajo. Primero lento y luego rápido.

Después su boca reemplazó a su mano y mientras acariciaba mi cuerpo, sus labios aprisionaban mi tranca y su boca succionaba mientras hacía soniditos: slurrpp,ssss.. mmm...mmmm...

Yo no quitaba mis ojos de los suyos y la cara de puta viciosa que ponía me volvía loco y me excitaba aún más.

Yo me sentía en el cielo y en el infierno al mismo tiempo. Sentía que ya no podía más y justo cuando iba a llenarle la boca y la cara con mi semen… me desperté.

Mala suerte la mía que sólo se trató de un sueño. Sin embargo, no pienso quedarme con las ganas y si tengo que ir hasta Bolivia para follarme a Stephany voy como sea.

Bueno, hasta aquí este nuevo relato, espero comentarios y si alguien quiere hacerse una idea de cómo es Stephany, aquí mando una foto, pero no de ella sino de una actriz porno (me imagino) que es igualita a ella.

Les deseo buenas cogidas a todos y a todas.

CARLOS.