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Historia en el colectivo

en Sexo Anal

Mediados de Julio, llegaron las vacaciones de invierno, desde enero que había planificado ir a Buenos Aires a pasarla de joda en lo de mis primos. Yo cumplí mis 18 en abril y lo único que les pedí a mis viejos en ves de regalos o joda era que me paguen el viaje y me den plata para echarla por ahí, yo vivo en Tucumán y hasta Bs. As. (La capital de mi país) son como 17 horas en Micro.

Llegó el gran día, me encontraba con mis maletas esperando el "Flecha Bus" que partía de la plataforma 22 a las 5 de la tarde rumbo a "Retiro" parando solo en Santiago del Estero (una provincia vecina), de ahí al llegar a Bs. As., en Retiro tenía que hacer trasbordo hasta "Linier" (donde viven mis primos). Me despido de mi familia y mis amigos. Ni vieja seguía dándome explicaciones para que no me pierda, (tenía miedo de que valla a parar en cualquier otra parte del país, no la culpo porque tengo mi reputación de YETA y sobre todo distraído, jeje), me subo al Micro de 2 pisos y subo hasta encontrar el asiento 18 (no avía nadie en el 19 hasta entonces), me despido de mi familia por la ventana y emprendo el Laaaaaaargo viaje.

Miro mi reloj (6:30 de la tarde) y me termino las galletas que mi vieja me avía dado para el viaje, me termino mi gaseosa y bajo al baño, vuelvo a subir y noto que no estaba tan lleno el colectivo, me siento en el 18 y miro al asiento de la par (el 19) me acordaba de mis amigos, que entre carcajadas me decían: -seguro que te sentás a la par de una vieja gorda y hedionda que te jode todo el camino jajaja- cosa que no me sorprendería porque no nací con una pata de conejo, pasaron las horas y no ponían películas, el colectivo hizo la parada en Santiago y empezaron a subir personas (yo bajé y aproveché para comprarme más galletas y gaseosa en la estación), cuando subo veo que el cole ya estaba bastante lleno, me dirijo a mi asiento y veo algo que nunca podría haber creído jamás en mi vida…

En el asiento 19 una femenina cabellera medio corta y muy negra como la de Celeste Cid (actriz argentina), un piercing de 2 puntas de flecha atravesando una ceja izquierda, unas pestañas arqueadas y también muy negras, aún no veo los ojos porque permanecen serrados mientras la cabeza acompaña el ritmo de lo que parece estar escuchando con sus auriculares, unas orejas adornadas por exóticos aretes que también bailan acompañando el movimiento, una boca MUY sensual adornada bajo ese labio inferior en el centro por otro piercing con forma de bolitita (ah… masticando chicle), sigo viendo a medida que me acerco, un cuello de tez pálida como la cara y veo… veo estrellas… sip, veo estrellas porque de doy un cabezazo al televisor que esta pegado al techo… todos me miran, un par de pendejos se cagan de risa y una señora me pregunta si me encuentro bien, yo asisto con mi adolorida cabeza mi entras me sobo enérgicamente mi cien, vuelvo a mirar a la chica del 19 y ella hace un globo de chicle, me mira… veo estrellas de nuevo… veo unos ojos celestes como solo el cielo de un día primaveral podría ser, unos celestiales ojos de mirada picarona que me dirigen una simpática sonrisa que codifica en ondas sonoras un:

-¿estas bien amigo?- mientras sigue masticando su chicle

-jeje… si… no me hice nada grave por suerte- digo simpáticamente

Todavía miro incrédulo que esa belleza de mujer, cruzando sus blancas piernas se sitúa donde unas horas más tarde dormiría, o seaaaa… tenía ganas de saltar en el pingo por la alegría. :)

Ella vuelve a mirarme de reojo y me dice:

-¿este es tu asiento?-

Yo como pa` que no me corra pal` pingo le muestro mi boleto y ella solo vuelve a cerrar los ojos, cruza los brazos (adornados por abundantes tachas y pulseras bajo su prominente busto) y sigue atenta a su música.

Yo tomo asiento y no dejo de observarla de reojo, era una "roquera al mango" con su remera negra de "Los Redondos", su pollera de Jim, sus medias ralladas y su onda Punk. Como escuchaba su música a todo dar oí filtrarse a través de sus auriculares un tema de "La Bersuit", su asiento ya estaba inclinado, yo no dejaba de mirar sus tersas piernas blancas y de apariencia tan suaves que me daban ganas de largar una mano de arrebato y franelearlas con euforia.

Yo no me animaba a cruzar palabras, me sentía intimidado por su belleza y por el miedo a mandarme un moco (para eso soy un profesional). Pasaba el tiempo y yo planificaba una elaboraba estrategia para entablar una conversación cordial y copada con ella, solo me restaba esperar que se saque los auriculares.

Se saca los auriculares (llegó la hora), voltea hacia mí (se me acelera el corazón y un sudor frío empieza a germinar en mi frente), hace un globo de chicle (QUE HAGO… QUE IBA A DECIR), me toca la pierna (ME MUEROOO)…

-che, ¿te corres?, necesito ir al baño-

No me salen palabras, empapado en sudor me corro para que pase. Idiotizado miro el contonear de sus caderas y su femenino andar mientras se dirigía hacia la escalera. Inspiro una gran bocanada de aire y suspiro, miro el reloj y marca las 9:30, miro el techo y me quedo pensando: Dios… que hago… cierro los ojos y medito. De repente ya estaba al lado mío esperando que me corra, yo ladeo las piernas hacia el pasillo y justo mientras ella iba pasando, el bendito colectivo se traga un bache en la ruta (o algún bicho que cruzaba por ahí) y mientras veo rebotar sus atributos, pierde el equilibrio y se cae encima mío… ¡ENCIMA MIO!, en mi cabeza festejaban fuegos artificiales que eran expresados físicamente por mi PODEROSA poronga… ¡QUE CULIAO! Ella sentía mi obvia expresión a través de su pierna... Se hace la boluda y mientras se tira de cola a su asiento dice un fugaz:

-huy disculpá- con su cara teñida de rojo y en voz baja

-no, ta bien…- le contesto MAS rojo aún

Ella toma sus auriculares y se dispone a escuchar su música nuevamente, ambos sentíamos una incomodidad penetrante en el ambiente. Se hacen las 10 y ponen la película… "Bad Boys 2". Casi nadie parecía interesado en ella, la mayoría se durmió, mientras llegaba a la mitad ella se saco los auriculares y de forma frustrada entrelazó sus brazos, yo la miro como con miedo y ella me mira.

-Se me cortaron las pilas… ¿no tenés vos para prestarme?-

-soris… no traje- le dije mientras levantaba los hombros

-¡PUF! Que película fea se les ocurrió poner- dijo mientras tiraba su cabeza hacia atrás

¡Si papá! Pensaba yo ahora que veía la oportunidad de hablar al fin con ella

-Y… ta masomenos, yo no le entiendo muy mucho porque no vi la 1-

-yo no la vi a ninguna-

-ah… y que tipo de películas te gusta a vos, heem, ¿como es tu nombre?- ¡YESS!, yo ya estaba empezando con el chamullo

-me gusta el suspenso… el drama… si la acción pero no con tantas explosiones, armas y cosas así, me llamo Gabriela-

Seguimos conversando un largo rato, me contó que tenía 17 años, era de Buenos Aires pero este año estaba viviendo con su madre en Santiago entre otras cosas (yo ya me había dado cuenta por su acento porteño).

-ahh… ¿y la música?, por lo que veo te gusta mucho el rock nacional-

-siiii, amo el rock nacional, es lo más que puede haber, a vos que música te gusta, heem y vos ¿como te llamas?-

-Me llamo Carlos, a mi me gusta de todo un poco, me gusta escuchar Arjona, me copan sus letras, un poco de Rock nacional… La Bersuit, Ataque 77, Los redondos pero no soy fana de nada, me gusta la cumbia pero solo para bailar-

-uf nooo… abajo la cumbia, eso es para los negros-

-no, o sea, es solo para bailar, si es lo único que se escucha cuando uno va a boliches-

-no donde voy yo- dice de forma cortante mientras mira a la ventana con brazos y piernas cruzadas

-¿A donde vas vos?-

-…- Su silencio me incomodó rotundamente.

-che Gaby, yyy… (Era la pregunta del millón) ¿Tenés novio?- había llegado el momento de la verdad.

-nop-(SIIIIII que alegría que recorrió mi cuerpo)-tengo novia-

-…-

No sabía que decir… lo vi MUY como una indirecta, solo asentí con la cabeza regalándole una simpática sonrisa y seguí mirando la película que por cierto me había perdido un montón por aplicar mi chamullo. Estaba decepcionado, desilusionado y con los ánimos MUY por el piso, miré a un costado y ya se había dormido.

Termina la película y con las bolas arando por el suelo de la bronca me voy al baño, vuelvo y ella estaba dormida pero de costado con una rodilla en mi asiento, ya estaban casi todos dormidos, solo unos escasos susurros circulaban por el oscuro pasillo camuflados por el motor del colectivo. Yo me acerqué a mi asiento y vi como a través del cuello de su remera se podía apreciar la parte superior de sus senos, me hice el boludo y la miré un poco más hasta que se empezó a formar una carpita en mi entrepiernas, levanté su brazo y lo pasé a su asiento, me acosté y sentí su emanación caliente en mi cuello, tenía unas ganas tremendas de besarla, de vez en cuando susurraba palabras sin forma desde sus sueños y se la veía transpirar.

Eran las 2:30 de la mañana y yo no podía dormir por el Hijo de mil putas insomnio que siempre tuve, estaba de brazos cruzados mirando el techo, hasta que de pronto sentí que ella apoyaba su mano izquierda en mis pectorales y elevaba su pierna hasta dejarla sobre la mía. De nuevo gemía dormida y su exhalación me erizaba los pelos, estaba muy cerca de mi cuello, de nuevo citó palabras sin forma y empezó a recorrerme lentamente con su mano, frotó también su pierna en mi muslo y yo estaba por romper el pantalón.

De poroto bajó hasta mis abdominales, subió su pierna peligrosamente y antes de subir al risco volvía a bajar, en el momento que la apoyaba sobre mi endurecido bulto sentí entre susurros sin forma 4 palabras que me ponen a full:

-esto te excita ¿no?- dijo adormecida y con los ojos serrados

Yo estaba como un potro, sin decir nada acerqué mi boca a la suya hasta que nuevamente entre susurros adormecidos escuché un…

-que esperás cagón-

Llevé mi mano por detrás de su cabeza, la sujeté y le di un beso en los labios… ella me respondió chupando mi labio inferior y estirándolo hasta que regresó a mi boca, yo me acerque nuevamente y comencé a tranzar, llevé mi mano lentamente por sobre su hombro hasta llegar a su curva espalda, me limité solo a acariciar su sensual y femenina parábola lateral, entre cruzadas de lenguas, chasqueos y besos. Llevé un camino de besitos hasta su mejilla y bajé hasta su cuello hasta que ella entre retorsijones me alejó con la mano:

-paráaa, no me hagás así-

-porqué… ¿no te gusta?-

-nommm…-y en voz baja dijo- me calienta…-

"doioioiong" esas palabras habían mandado un e-mail a mi ahora incontrolable viborón

Como si no hubiese oído nada seguí besándole y chupándole el cuello mientras ella se movía y jadeaba, de nuevo me limite a acariciar su curva espalda.

-ves que sos un cagón- mientras que bajaba por mis abdominales y empuñaba mi endurecido 8==>, en ese momento deslicé mi mano siguiendo su curva hasta llegar a su firme orto, el cual amasé con lujuria levantando su pollera mientras escuchaba un leve gemido suyo que se escapaba de nuestras bocas en guerra, yo recorría sus suaves nalgas mientras jugaba con su tanga…

-¿porque seguís con eso puesto?- me dijo tocando mi remera jugando aún a la dormida, yo miré para todos lados para ver si alguien estaba despierto mientras me sacaba la remera. Cuando exhibiendo mi marcado cuerpo miré hacia ella, estaba cos su remera subida hasta sus axilas exponiendo sus redondos pechos sostenidos por un corpiño negro, resaltando su pálido vientre en cuyo ombligo brillaba otro piercing:

-¿para donde estabas mirando cagón?- llevé mis manos por detrás de su espalda mi me dedique a la tarea de ver si le desprendía su corpiño, pero no pude con ese complicado coso que tiene atrás y como estaba demorando ella se sentó y se lo sacó sola reduciéndole un poco el romanticismo al momento, entonces me dediqué a jugar con sus gemelas: con la mano derecha masaba su izquierda jugando con su erguido pezón y con mi boca le recorría el derecho circundándolo con la lengua mientras lo sostenía desde abajo con mi mano izquierda, ella me abrazó y mientras me rasguñaba la espalda me chupó el lóbulo de mi oreja derecha, haciendo que me valla idiotizado hacia su boca, besé su mentón y jugué con su piercing, tranzamos fogosamente y llevé mi mano derecha bajando entre sus gemelas, pasando por su otro piercing, siguiendo su suave piel hasta pasar por debajo de su pollera y su tanga, por su depilado sexo hasta su… ¿otro piercing?, ¡a la mierda!, esta mina tenía mas aritos que Saturno. Estaba muy mojado, casi flotando entre sus jugos, yo la masturbaba con delicadeza, ella se arqueaba y gemía muy despacio mientras yo llevaba un camino de besitos por su mejilla bajando hasta su cuello y dedicándome a chupar, con mis dedos la hacía estremecer, llegó un momento en el que ella se corrió en mi mano, yo no daba más de la calentura, me puse mi remera y bajé al baño para desinflar mis hinchados testículos.

Al llegar me dispuse a exprimirme con una poderosa paja pero de golpe abrieron la puerta, el cambio de presión casi me tira y me agarró un cagazo enorme pero cuando vi que era ella me calmé, rápidamente entró y trabó la puerta girando la perilla que se me había olvidado girar, entonces de un salto me abrazó y comenzó a besarme, de parados fue más fácil para mí empuñar sus suculentas nalgas, (que hija de puta, se había sacado la tanga) seguimos tranzando mientras yo le apoyaba mi abultado entrepiernas en su sexo, ella bajó su mano, me bajó el sierre y sacó mi caliente y duro morcillón…

-hay que buena que está- me dijo mientras lo sujetaba con firmeza

Yo tenía miedo por la falta de preservativo, pero la calentura me dominó, la levanté de la cola, la apoyé en la pared y la ensaté lentamente mientras me abrasaba con brazos y piernas, sintiendo yo en mi espalda sus frías tachas. Fue muy difícil bombear en esa postura porque el baño era pequeño y el micro estaba en movimiento por lo que la bajé, la di vuelta y ella se arqueó para que vuelva a penetrarla. En esa posición estaba un poco más cómodo y excitado porque podía sujetarla de sus pechos y apoyar mis dedos por sobre su piercing para que haya más fricción en cada penetración. Cada vez que sentía escapar una gota de líquido pre seminal lo sacaba y lo limpiaba, (soy muy cagón en ese sentido) la seguí penetrando rápidamente hasta que ella con la cara en la pared y un hilo de saliva que bajaba de su boca me dijo:

-si lo sacás ahora te CAGO A TROMPADAS-

Por lo que no pare, seguí embistiéndola rápidamente masajeando sobre su perforado sexo hasta que en un blanqueo de ojos cantó un si con abundantes íes, en ese momento creí que yo también iba a acabar por lo que lo saqué y me di vuelta para inseminar al inodoro…

-que hacés PELOTUDO… no voy a dejar que acabes así- me dijo mientras me empujaba

-¿Qué más puedo hacer?, no me voy a quedar con la leche adentro-

-¡bolúdo!, date una idea- me dijo mientras meneaba su manzana adornada por un artístico tribal de rosas que resaltaba sus blancas caderas.

Entonces con mi poronga mas tiesa que un mástil empecé a penetrarla analmente, su cara se tiño de rojo mientras se mordía el labio inferior hasta que llegué a la mitad..

-¡HAY!... ¡ahí nomás por favor!- me dijo suplicante

Yo bombeé lentamente mientras a ella se le escapaba una lagrima, de a poco mis penetradas iban profundizando más, metí mi mano por debajo de su remera y la sujeté de los pechos, justo en ese momento el colectivo agarró otro bache en la ruta por lo que perdimos el equilibrio y al caer hacia atrás me golpeé muy feo el codo en el lavamanos, cuando quedamos sentados le enterré completamente la poronga, ella pegó un gemido de placer… o dolor y empezó a saltar pegándome nalgazos continuamente, yo llevé mi mano a su chorreante matriz y me hice el ginecólogo nuevamente, le introducía tres dedos mientras ella saltaba cada vez más rápido hasta que en un gemido me llenó la mano de jugos por lo que ya no di mas y le llené el orto con 5 espasmos prostáticos que la rellenaron de leche calentita, ella no paró de moverse:

-siiiiiiiiiii, tu semen caliente me abraza el culo, ahhhhhh- y volvió a correrse en mi inagotable mano.

(Nunca olvidaré el logo de "Patricio Rey" que llevaba la remera en la espalda) Ella se recostó y sentí el gotear de nuestros jugos combinados en el piso de ese pequeño baño, ella se dio vuelta y nos besamos un poco más. Lentamente se desensartó y guardando mi aguerrido miembro en mi encastrado calzoncillo me retiré.

Cuando salí, vi que todos seguían durmiendo (supongo que algunos se hacían los dormidos pero yo se que no podrían haber escuchado mucho por el ruido del motor), el copiloto del micro sacó la cabeza por un costado y me sonrió levantando su pulgar, yo también le sonreí y subí al 18.

Una vez allí, me sobé un poco el codo, en 5 minutos volvió a subir, me daba gracia verla caminar de manera tan extraña. Se acostó a la par mía y se durmió.

Al otro día cuando me despertaron para ir al micro que me llevaría a Liniers ella ya no estaba, miré por la ventana y estaba en el colectivo que iba a "Caballito" mirándome desde su ventana, me regaló un guiño y una sonrisa mientras el colectivo se alejaba, yo bajé con mi mochila a esperar que me dieran mis bolsos. Cuando ya estuve en el que iba a Liniers abrí mi mochila para sacar galletas y me encontré con su tanga, junto a ella había un papel con un mail y su nombre anotado. Esa era una experiencia que nunca iba a olvidar mi me rogaba repetir en el camino de vuelta.