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Un recuerdo de juventud me hizo vibrar

en Lésbicos

Mi nombre es Emelyna en mi ultimo relato, conté porque mi esposo me echo en los brazos de otro hombre, que se encuentra en la categoría de infidelidad.

Después de estar casi dos años encontrándome todos los Jueves con mi amante la situación se me hacia muy monótona, aunque las cosas en mi casa estaban mejores ya se me hacia un poco cansón ir a encontrarme con Tadeo (mi amante). Era siempre lo mismo y yo me sentía vacía ya no había emoción. Por eso con cualquier pretexto dejaba de ir a mi citas de los Jueves. Ese día mi esposo se había inscrito en unas clases de meditación que yo le sugerí le tranquilizaba y le entretenían y sobre todo lo hacia salir un poco de la casa.

Por lo que ese Jueves cuando llegue del trabajo me encontraba sola, una soledad que me disponía a disfrutar. Entre al cuarto de baño pensando que hacia mucho que no me encontraba sola en mi casa. Y una memoria de mi juventud me vino sin querer a mi mente.

Tenia yo como 18 años me encontraba sola en la casa como ahora dispuesta a bañarme, cuando me disponía a entrar al baño tocaron a la puerta al preguntar era mi amiga Elena de mi misma edad, con la toalla envuelta en mi cuerpo y con plena confianza le abrí diciéndole..

—Llegaste en el momento preciso que me iba a bañar, como estoy sola me disponía a darme una larga ducha—ahora después de los años me doy cuenta que le dije que estaba sola con doble sentido. La verdad que además de sola estaba muy caliente. Recuerdo que ella entro y entre risa me dijo

--No te preocupes si necesitas ayuda aquí me tienes tu sabes que yo soy una especta dado "masaje". —Ese comentario me puso a mil claro no se lo dije. Yo "inocentemente le dije-- espérame en mi cuarto y pon la tele si quieres me fui al baño y abrí la ducha mientras el agua se calentaba me quite la toalla acaricie mi cuerpo pensando que se sentirá si fueran las manos de mi amiga y no las mías, como le leyéndome el pensamiento Elena se paro en la puerta y me dijo ya muy seria

--De verdad si quiere te ayudo, tienes un cuerpo muy hermoso y seria una delicia acariciarlo—"Quiero aclarar que ni Elena ni yo somos lesbianas nos encantas los hombres pero siempre es interesante una caricia femenina. Siempre habíamos hablado de otros chicos habíamos criticado una que otra chica. Hasta nos habíamos masturbado viendo alguna película pono, pero llegar a experimentar el sexo mutuo la verdad que no nos atrevíamos seria por miedo que "la sociedad" nos señalara como lesbianas eso en esa época era un pecado capital. En fin era muy tentador la propuesta de mi amiguita de todas manera estaba yo ahí desnuda acariciándome la chocha y ella mirándome con ojo lividosos. Y la verdad que no me preocupaba mucho mis padres porque era viernes social y sabia que después de trabajos se reunirían para cenar en cualquier restaurante de la ciudad. Por lo que, con voz muy baja casi un suspiro la envite a entrar al baño.

--Pero quítate la ropa.—dije y sin esperar que ella lo hiciera empecé a quitarle los pantalones seguido de los panty mientras que ella un poco nerviosa no sé si por la excitación o por el temor que llegaran mis padres se quitaba la blusa. Cuando nos quedamos desnuda sin poder aguantarme le empecé a besar el cuello. Mi amiga era muy blanca lo contrario que yo tenia los ojos verdes y pelo rojizo aunque tenia buen cuerpo era un poco mas gordita que yo porque yo era de tez tostada y delgado con pelo negro y muy largo. Mientras la besaba y sabiendo lo que estaba pensando le dije al oído.

--No te preocupes mis padres llamaron y no van a venir tan temprano es viernes además yo siempre cierro la puerta con llave por dentro cuando estoy sola y hoy con mas motivo. Con el mismo susurro de vos le pregunte

--Que es lo que me dijiste que me ibas a hacer?—Y sin dejar contestar le lleve la cabeza a mi peluda chocha.

--Vamos para la cama Estaremos mas cómoda—Me dijo. Serré la ducha y no camodamos en la cama, acostándome yo boca arriba y ella en cuclillas seguía mamandome, en ese momento me sentía en la gloria no era porque no me lo habían hecho ante. Por que el novio que tuve en esa época era un lince con su lengua pero la lengua de mi amiga era deliciosa se movía con delicadeza tocando puntos clave que tenemos las mujeres que solo otra mujer lo pudriera descubrir. Yo quise devolverle las caricias.

--Sube a la cama te lo quiero hacer también—Ella sin dejar de mama se subió y nos fundimos en un perfecto 69. Nuestros cuerpos tan parecido estaban tan unidos que parecían uno. Yo sentía los jugos de mi amiga llenar mi boca al tiempo que los míos salían de mi vagina a una velocidad impresionante. Solo oía a mi amiguita decir de cuando en cuando ¡ Hay que rico, Hay sigue! Y yo seguía, también diciendo pero tu no pares que te la voy a dar.

Estábamos tan concentradas en nuestro gozo que no nos dimos cuenta que una figura se había parado en la puerta. Ya al terminar fue entonces cuando oímos una vos varonil diciendo entre risa y excitación.

--Que bien lo que hacen las nenas cuando los papas no están en casa.

Fue tanto la sorpresa y el salto que dimos que caímos desnudas como estamos al suelo. Elenita enseguida corrió al baño buscando su ropa ya que se había que dado regada en el suelo. Y yo me cubrí con él cubre cama. Sorprendida, avergonzada y temerosa a ver a mi hermano mayor parado en la puerta. No pude definir si estaba burlándose o si estaba enojado, ya que note su mirada un poco rara. Mi hermano era dos años mayor que yo y era un rebelde aunque él decía que no era "hippie" se vestía como tal y su pelo lo tenia por los hombros bien alborotados, lo que ponía a mis padres furiosos pero más furioso se ponían mis padres más feliz era mi hermano por lo que no sabia como iba a reaccionar.

--Como has entrado--le pregunte.

--Por la ventana de mi cuarto sin saber lo que estaba pasando en el tuyo y que me dice eres o no?

--¿Soy o no que?

--Bueno tu sabe.......—Hasta decir la palabra era una ofensa en eso años

--No, esto fue un experimento—le dije muy nerviosa.

--Sí claro un experimento muy sabroso. No sabia que era les—me dijo un poco desilusionado.

--Y no lo somos pero estábamos aburrida y pusimos una pono—Mentía tenia que justificar los deseo que hacia rato teníamos mi amiga y yo.

En ese momento más tranquila Elena salía de baño ya vestida.

--Porque te vestiste y lucias preciosa—le dijo mi hermano un poco irónico.

--Bueno ahora creo que necesitas que te quiten el calentón—dirigiéndose a mi amiga

—Vamos que yo te voy a enseñar como se hacen esas cosa. Y tu hermanita no te preocupes el secreto esta seguro conmigo, a mi me ha pasado, lo que pasa que he sido mas precavido que tu—y sin decir mas se llevo a mi amiga para su cuarto y yo me quede ahí bajo mis sabanas imaginado lo que estarían haciendo mi amiga y mi hermano.

Pero habían pasado muchos años, mi hermano nunca dijo nada y mi amiga Elena y yo fuimos a la universidad juntas y tuvimos una que otra aventurita, y después ella se caso y fue a vivir a otra ciudad al principio nos escribíamos pero después ya no supe nada de ella.

Salí del baño después de masturbándome recordando todo aquello. Decidí buscar las cartas de mi amiga, quizás viviera en el mismo lugar, recuerdo que en unas de sus cartas me había mando un teléfono quizás pudiera localizar.......

Pero bueno eso será otra historia...