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Las colegialas (2)

en Jovencit@s

Habían pasado ya 3 meses desde que había tenido la visita de aquellas dos chicas del primer grado de preparatoria en la casa. Desde entonces cada vez que tenía la oportunidad de estar en casa a medio día me sentaba en la sala principal a ver televisión con las persianas entreabiertas por si alguna de las chicas volvía por mas, sin embargo las veces que había estado, ellas no pasaban frente a la casa como en aquella ocasión.

Un martes había regresado de ver a un cliente como a las 11 de la mañana, me había metido a tomar una ducha y cuando salí fui a mi coche a sacar mi agenda que había olvidado dentro. Apenas me iba acercando cuando veo que había un papel en el impiabrisas, miré hacia todos lados más no vi a nadie. Tomé el papel y decía: "Hola Señor, espero que se acuerde de mi, soy Silvia, la chica de la revista jijiji. Solo quiero que sepa que no he olvidado ese momento y que todos los días me acuerdo de usted". Pasé de unos segundos de excitación por lo que me decía, a pensar qué hubiera sucedido si mi esposa lo ve primero que yo, esta niña estaba loca poniéndome eso en el vidrio del coche. Tomé el papel y rápidamente lo doblé guardandolo en la bolsa de mi pantalón, en eso sonó la campana de la escuela y decidí de una vez por todas enfrentar a la chica para reclamarle lo que había hecho - aunque en el fondo lo que deseaba era que sus manitas jugaran nuevamente con mi cuerpo - Crucé la calle, caminé media cuadra, y me recargué en un coche frente a la puerta de entrada de la escuela.

Un tumulto de chicos de ambos sexos y de todas edades salió disparado de la escuela - iba a ser muy difícil reconocer a alguna de las chicas si todas vestían igual - De pronto entre un grupo de chicas me pareció reconocer la cara de una de ellas, era la chica que traía la revista, la que primero había comenzado a tocarse y la cual había recibido en su boca la leche que su amiga había sacado de mi - Apenas nuestros ojos se curzaron e inmediatamente regresó a mi el recuerdo acompañado por una excitación que por poco se convierte en erección delante de todos los escolares. Su reacción inicial fue ponerse seria y detenerse.

Luego las dos amigas con las que venía le deben haber preguntado qué le pasaba, y ella me señaló a mi y comenzó a caminar hacia acá. Lo primero que pasó por mi mente fue "niña tonta, espero no les haya contado nada", sin embargo sus amigas pasaron a un lado mío solo diciendo buenas tardes, mientras la chica me saludó diciendo: ¡hola tío!. La saludé con una cara muy seria y sacandome el papel de la bolsa le pregunté: ¿Fuiste tu?. Ella me miró con una sonrisa penosa y me contestó que si. Me dirigí a ella con una sonrisa para no depertar sospechas, pero le dije que estaba loca, que no podía hacer eso si sabía que yo era casado. Su respuesta me quitó de encima todo el enojo que podía haber tenido. Me miró con unos ojos de arrepentimiento, y con una vocecita como de una niña de 10 años me dijo: "esque me gustó". En ese momento me dieron ganas de tomarla en ese mismo lugar y comenzar a quitarle la ropa, sin embargo tuve que pensar rápido para no despertar sospechas y le dije: Deveras estás loca niña, me voy a ir a mi casa a descansar, tu sigue tu camino y no me vuelvas a dejar notas. En el fondo esperé que la chiquilla entendiera y pasara frente a mi casa unos minutos después, sin embargo no podía arriesgarme, asi que me di la vuelta y caminé rápidamente a la casa.

Me senté nuevamente en el sillón de la sala viendo hacia afuera con la esperanza de que se apareciera en un par de minutos. Apenas comenzaba a acomodarme cuando la chiquilla se paró frente a la ventana, como a unos 2 metros y con un sonrisa en la boca me miró. No pude evitar contestarle la sonrisa y haciéndole una seña con la mano de que esperara un momento me levanté y cerré las persianas. Abrí la puerta de par en par y mirando hacia afuera para ver que nadie se diera cuenta, le hice una señal de que entrara a la casa. Silvia entró en la casa sigilosamente, viendo hacia todos lados como reconociendo el lugar donde hacía unos meses había tenido su primer experiencia cercana con un hombre, luego me miró y me dijo: hola. Yo me reí ante su saludo y le dije que se sentara en el sillón.

Dejó su mochila a un lado y se sentó con sus piernitas cerradas como si no quisiera que yo mirara aquella entrpierna que ya bien conocía. Me senté en el sillón de enfrente y mientras ella miraba al suelo por la pena, le dije: "abre tus piernitas", La chiquilla me miró, se sonrió y comenzó lentamente a abrir sus piernas dejandome ver ahora una pantie mucho más sexy que la que tenía hacía unos meses. - Mmmm, que bonitas están, le dije - Te gustan? son nuevas - Si, mucho... me gustaría verlas mejor, le dije. La chica se inhibió un poco y luego me dijo: "bueno, pero poquito". Se levantó entonces y quedandose en el lugar donde estaba tomó su faldita de abajo y se la levantó para dejarme ver su rajita cubierta por una pantie color verde ajustadita. Date la vuelta, le dije. La chica se giró y me dejó ver un par de nalguitas muy bien formadas. "wow, que lindas" le dije. Luego ella se soltó la falda y me miró con una sonrisa en la boca. Pensé en decirle que me mostrara sus pechos, pero realmente eran muy pequeños y no me llamaban la atención, además no podíamos perder tiempo, pues en 45 minutos llegaría mi esposa. Le hice una seña con la mano de que viniera y se sentara a un lado mío, ella lo pensó solo unos segundos y luego vino al sillón donde estaba yo y se sentó - se puso ya con sus piernas cruzadas, como si no le importara más que yo le viera la entrepierna - Me sonrió sin decir nada y yo lo único que le dije fue: "te acuerdas lo que hiciste la ves pasada?, quieres hacerlo de nuevo?" - La chica sonrió más y con la cabeza me dijo que si. Se inclinó un poco hacia mi y yo me recosté en el sillón.

Ella comenzó un poco nerviosa a desabrocharme el pantalón, yo hice lo posible por evitar una erección antes de tiempo, aunque confieso que el solo hecho de tener a la niña de vuelta me ponía muy caliente. Me desabrochó el botón y el cierre y comenzó torpemente a bajarme el pantalón hasta media pierna. Luego se quedó mirando un momento y siguió con el boxer bajandolo también hasta media pierna. Había logrado mantenerme sin erección, aunque estaba a un 50% más o menos. La miró y sin mucho pensarle la tomó con su mano derecha levantandola un poco. No tardó ni 5 segundos sin que comenzó a crecer y endurecerse en su mano, la chica se reía bajito y decía "orale", luego comenzó a jalarla de arriba a abajo con mucho más soltura de la que había mostrado la última vez. Me pareció extraño, como si la niña hubiera estado practicando, pero la realidad es que lo estaba disfrutando bastante. La niña siguió jalandola mientras yo no podía mantener las manos quietas y pensaba en cómo hacer para por fin tocar aquel cuerpo adolescente. Silvia se comenzó a acomodar recostada en el sillón para quedar más cómoda, recostó su pecho sobre mi estómago y se quedó con mi pene muy cerca de su cara mientras jugaba con el.

La chica lo jalaba y acercaba su boca como queriendo meterlo en ella pero sin animarse, yo por mi parte tenía las manos atrás de mi cabeza evitando a toda costa tocar a Silvia - nuevamente pensaba en el problema que ésto pudiera traerme - Sin embargo era inevitable cuando volteaba a ver como su faldita ya se había subido lo suficiente como para dejarme ver ese firme par de nlaguitas que la niña tenía, y que por el movimiento, ya solamente una de ellas estaba cubierta por la pantie color verde, la otra había salido completamente al aire dejando la pantie metidita entre ellas.

Todavía estaba mirándoselas con gran tentación cuando sentí que me besaba suavemente la punta del pene y luego comenzaba a meterlo a su boca despacio. Ya no soporté más y estirando mi mano derecha la puse sobre la nalga que la chica tenía al aire, comencé a sobrasela despacio y a darle pequeños pellizquitos. La chica se estremeció y autonáticamente comenzó a meterse más adentro de la boca mi cosa. Moví mi mano para bajarle las panties hasta donde pude y dejé sus dos nalgas al aire mientras ella seguía con mi pene en la boca cada vez con más intensidad. Estiré más la mano y la metí entre sus bombones para alcanzar su rajita. La sentí bastante húmeda, y Silvia lanzó un tremendo suspiro apenas puse dos dedos sobre sus labios vaginales.

Rápidamente la quité de encima de mi y la acomodé acostada en el sillón con las piernas abiertas mientras terminaba de sacarle la pantie por completo. La chica abrió de lado a lado las piernas mientras respiraba muy rápidamente. Puse mi mano entre sus piernas y comencé a sobrale la rajita suavemente de arriba a abajo y abriendo sus labios vaginales un poco. Silvia se puso como loca y se contorsionaba en el sillón mientras yo la tocaba, su respiración aumentó demasiado de ritmo y yo cada vez me ponía más caliente solo de verla. No aguanté más y metí mi cabeza entre sus piernas poniéndole la boca sobre sus labios y comenzando a lamerlos primero para llenarlos todos de saliva y después concentrandome en su clítoris. Mi lengua jugaba dentro de Silvia mientras ella había pasado de suspiros a gemidos tan fuertes que temí que alguien se detuviera afuera para averiguar lo que sucedía adentro.

La chica apretaba fuertemente mi cabeza con sus piernas hasta que de pronto sentí como sus músculos se contraían fuertemente y sus gemidos se detuvieron un segundo para convertirse en un grito ahogado. Silvia se quedó quieta un par de segundos, sabía que había tenido un orgasmo y recordé mis tiempos de juventud donde podías hacer a una chica tener un orgasmo con solo tocarla por arriba de la pantie. Apenas me había levantado para vestirme bastante molesto, cuando Silvia se enderezó y me dijo: "No", y quedandose sentada en el sillón me tomó del pene y me jaló hacia ella. Lo metió en su boca y comenzó a chuparlo mucho más rápido y fuerte de lo que lo había hecho antes. Sus movimientos resultaban un poco torpes, pero lograba combinar la lengua con los labios bastante bien.

La tomé de la cabeza y comencé a moversela de atrás hacia adelante todavía más rápido de lo que ella lo hacía, en varias ocasiones mi pene entraba más de lo que la chica soportaba y sentía que tocaba su garganta, pero ella no paró. Continuó chupandola mientras me tomaba fuertemente de las nalgas hasta que no soporté más y comencé a disparar dentro de su boca. Aguantó los primeros dos chorros de leche y después se quitó para recibir los demás en su cara y en su pecho. Una vez que terminé en un grito que no pude ahogar mucho a pesar de que sabía que se escucharía hacia afuera, Silvia se acercó a mi y con la lengua comenzó a lmpiar mi pene a todo lo largo, terminó y se levantó corriendo hacia dentro de la casa - ni siquiera sabía donde había un baño - abrió primero la puerta de una recámara y después encontró el baño, entró y cerró con un portazo.

Yo comencé a vestirme pensando que en menos de 15 minutos llegaría mi esposa y cuando apenas iba a apurar a la chiquilla esta salió del baño con una sonrisa que pintaba su cara húmeda de lado a lado. Vino a mi rápidamente y me dijo "me voy porque me esperan en mi casa", y mientras abría las persianas para ver si nadie la miraba volteó y me dijo "no aguanto por contarle ésto a Nadia", - imagino que Nadia era la otra chica que había estado conmigo hacía un par de meses - pero antes de que pudiera preguntarle tomó su mochila, abrió la puerta y antes de despedirse solo me dijo: "sigue siendo nuestro secreto", guiñó un ojo y salió apresurada de la casa hacia la esquina donde tomaba el transporte colectivo.