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Saldando Cuentas

en Erotismo y Amor

Hola a todos y a todas, me alegro de que volváis a tener puestos vuestros ojos en mis relatos, los cuales estoy escribiendo como churros, por qué? Pues por que estaré inspirada supongo y habrá que aprovechar no? Jaja, en fin, que os dejo con uno más, es como una tercera parte de reencuentros con el pasado, pues aparece en escena nuevamente mi amigo Jorge. Besotes primores.

 

SALDANDO CUENTAS

 

Ayer escuché su voz al teléfono y como era de esperarse me pidió que nos viésemos al día siguiente a lo que accedí gustosamente, quedamos a las 10 de la noche en el restaurante cerca de casa, me arreglé, me puse el vestido rosa con estampado de tigre que tanto me gusta y encaje negro en el escote, es con el que un día le envié fotos, es precioso, tela de licra que se pega al cuerpo y deja verme tal cual soy, por debajo de la rodilla y con un escote en la espalda muy pronunciado por lo que no me permitía el uso de sujetador, me puse unos tacones negros con una flor rosa al tobillo que hace que el vestido luzca mejor, me peine con el pelo suelto lacio y me maquillé perfectamente, un poco de perfume y para no pasar frío me puse un abrigo ¾ color hueso que va atado a la cintura muy entallado, era el atuendo perfecto para salir un fin de semana por la noche y pasar al lado de un hombre exquisito una rica velada.

Él como era de esperarse llegó puntual a la cita, iba muy guapo con un pantalón negro y un jersey oscuro entallado al cuerpo que dejaba ver sus marcados músculos del pecho y los brazos, zapatos negros y llevaba puesto un perfume que me hacía enloquecer de solo olerlo, al verlo el corazón me dio un vuelco de alegría y excitación, mis piernas parecían perder la fuerza a cada paso que dirigía hacia él, tratando de guardar los nervios me acerqué lentamente a él y me abracé a su cuello, y como era de esperarse no pude evitar el darle un tremendo beso en el que le robe el aliento, él me sujetó fuertemente de la cintura y me demostró lo feliz que estaba su miembro de volver a verme, en aquel momento desee que me tomara con loca pasión en cualquier sitio, pero a decir verdad no era el lugar, ni la hora adecuada para liberar todo lo que traíamos guardado, por lo que hizo acto de aparición mi cordura y le invité a cenar, fuimos a un restaurante chino y nos pedimos unos rollitos de primavera, yo unos tallarines con gambas (camarones) y pollo al limón, mientras él se pedía ternera con salsa de almendras y un kubah (arroz con una salsa que no sé que es pero esta muy buena), la comida japonesa me encanta, pues es ligera, te llena y no empanzona, yo necesitaba cargarme de energía para esa noche, pues iba a ser larga y llena de movimiento, pedimos una jarra de vino con casera de fresa que estaba muy fresquita y nos dispusimos a cenar, él estaba inquieto cuando me vio, pero cuando le dije que tenía calor y que me quitaría el abrigo se quedó atónito al ver el pedazo de escote de mi espalda en el que se unía la tela del vestido con finos tirantes cruzados y evidentemente se percató de que no traía sujetador, con lo que en ese momento cambió el brillo de su mirada, se incorporó en ese momento para ayudarme a sentar retirando la silla y me dijo al oído, — te has puesto muy buena, ¿crees que puedes hacerme esto? — Mientras me lo decía giré la cabeza para verle y pude apreciar que su miembro se iba levantando, a lo que le sonreí y le guiñé un ojo diciéndole — ¡claro que puedo! — Jorge volvió rápidamente a su asiento, pues la mirada de la gente y los camareros giraron simultáneamente a nuestra mesa, él un poco avergonzado se sentó mientras yo me sonreía de él, pues se estaba calentando solo de verme, ni siquiera me había tocado y ya estaba muy excitado. — Me las vas a pagar, te lo dije varias veces y hoy me voy a vengar de cómo me has tenido todo este tiempo — me dijo mientras bebía un sorbo de vino, — para eso estoy aquí, para saldar cuentas, una vez te dije que no me gusta deberle nada a nadie y por ello he venido el día de hoy. — Le respondí.

La cena transcurrió lentamente, hice por tardar todo lo que pudiera, sabía que él estaba muy alterado y deseaba hacerme el amor "ya" y yo mientras me divertía un poco mirándole y coqueteando con mis pies por debajo de la mesa; cada que me llevaba el tenedor a la boca lo lamía con lujuria para que el viese lo sensual que pasaría mi lengua después por su pecho desnudo, Jorge ya no sabía como sentarse, se sentía un poco incómodo por lo apretado que sentía el pantalón pues su miembro estaba a punto de estallar, reconozco que mi crueldad era mucha, pero él quería cobrarme y yo debía asegurarme de que los intereses también se saldaran para no dejar nada pendiente. Finalmente pedimos la cuenta, me ayudo a colocarme al abrigo mientras me susurraba algo que no pude entender, pues es como si hubiese pensado algo en voz alta, no era su intención que yo le escuchara, por lo que no le pregunté lo que dijo, me hice la y le di las gracias por ayudarme a poner el abrigo.

Nos fuimos a su coche que estaba en el estacionamiento del restaurante y al llegar ahí me abrió la puerta, nos miramos un instante fijamente y él de un golpe volvió a cerrarla, me tomo por los hombros y me apoyó contra el coche alargando una mano hacia mis pechos y la otra a mi trasero, levantándome la pierna y atrayéndome hacia él — Lo que has hecho en el restaurante ha sido muy cruel por tu parte, sabes que te deseo y que me muero de ganas por hacerte mía y tu estas haciendo todo lo posible por que ese momento se prolongue demasiado— después me propino un beso apasionado lleno de calor que me dejó sorprendida de la pasión con la que es capaz de besar a una mujer cuando quiere, en ese beso sentí que me derretía el alma, sus manos eran como un molde hecho a medida de mi cuerpo, y estar contenida dentro de ellas me hacía sudar fríamente.

— ¡Suéltame!, o ¿es que quieres hacerlo aquí mismo? — Le respondí con una mirada vorazmente sensual mientras me despojaba de sus manos y le daba un ligero empujón, no deseaba alejarlo, en realidad quería lo contrario, quería que se calentara mas, pues ¿cómo vivir sin un poco sufrir? — Bien, esta bien, lo haremos a tu manera — Me dijo captando el mensaje que le transmití en mi mirada y en mis gestos. — Así me gusta, será a mi modo, cómo, dónde y cuándo yo quiera —. A lo que con una sonrisa muy cachonda me abrió nuevamente la portezuela de su coche y me invitó a subir, nos dirigimos a un sitio más tranquilo, reservado, íntimo en donde pudiésemos liberar todas nuestras perversiones sin ser vistos. Evidentemente mientras llegábamos al lugar en sí, le provoqué otra erección enseñándole mis piernas que tanto le gustan, las acariciaba suavemente con mis manos mientras él conducía, al mirarme de reojo me pidió que parara o podría provocar que tuviéramos un accidente y yo no quería eso claro esta, a lo que obedecí y solo me dediqué a mirarlo en todo el trayecto, Jorge empezaba a sudar y a ponerse colorado, entonces fue él quien quiso distraerse poniendo un disco que le relajara un poco la mente, qué mejor que Rammstein para distraerlo y enfriarle las ideas con "Du Hast" me encanta esa canción y me puse a bailar ahí sentada, él se quedaba observándome en los semáforos imaginando como me movería sobre su pene erecto con esa canción con lo que nuevamente se puso nervioso y me puso una mano sobre la pierna — ¿Quieres tocarlas? — le pregunté — claro que quiero corazón — pues toma, son todas tuyas — le decía mientras le colocaba las piernas en lo alto de las suyas, me había quitado los tacones y empecé a acariciar con las plantas su dura polla, —¡ Para! o te vas a arrepentir y te haré el amor dentro del coche en la siguiente esquina — . Y como evidentemente tampoco era eso lo que quería dejé mis pies quietos sobre él, aquella fue la tortura más grande que seguramente se habría llevado en algún tiempo.

Por fin llegamos a un sitio cálido, con un jacuzzi para variar, la habitación era genial y una cama enorme que invitaba a estrenarla. Nada mas entrar me cogió de la mano y me pegó un tirón, a lo que no pude reaccionar, me abrazó fuertemente y me beso con intensidad, es como si quisiera devorarme en un segundo, empezó a desatarme el abrigo y a quitarlo con desesperación, cual niño ansiando abrir su regalo de cumpleaños, dejó caer el abrigo al suelo y poco a poco me iba llevando a la cama, al darme cuenta de sus intenciones, le tome por los brazos y lo empuje hacia ella, — ¡No!, te dije que sería como yo quisiera y así será o me voy— le dije mientras me miraba atónito sobre el colchón — Esta bien, haz lo que tu quieras, pero no te vayas, no me dejes así— Me decía con una voz muy seria, y algo preocupada — tranquilo cielo, no me iré, no podría, solo me gusta ser un poquito mala contigo—. Encendí el televisor en el canal digital de música ambiental y curiosamente sonaba la canción de Lenny Kravitz "Believe in me"— Esta es la canción que te envié por correo un día, ¿te acuerdas? — Le preguntaba mientras subía un poco el volumen y empezaba a moverme al ritmo de la canción, — claro que me acuerdo, me dijiste que con esa canción le hiciste un Streptease a mi foto en tu computadora, ¿me vas a enseñar ahora como lo hiciste? —, — por supuestísimo que si ciel o ¿no quieres? — le preguntaba sabiendo la respuesta.

Poco a poco Lenny me envolvió con su voz haciendo que mi cuerpo se moviera sensualmente contoneándome de un lado a otro, empecé a jugar con mi pelo enredándolo entre mis brazos y mi cara, me gire para que viera mi trasero moverse y volteaba a mirarlo de reojo, para cerciorarme de que no se perdía detalle de mi. Jorge estaba ahí mirándome extasiado y con unos sudores que ya no podía controlar, poco a poco me fui acercando hacia el, empecé a levantarme el vestido dejando ver mis piernas y poco a poco fui quitándomelo del todo, una vez que me quedé con los pechos al viento los cubrí con el vestido en mano, quería que los viera, pero muy lentamente, pues después los tendría a su disposición para hacer con ellos lo que quisiera, pero por lo pronto tenía que hacer que los deseara con locura; me fui quitando el tanga y se lo lancé directamente al lado de su cara, en la cama, él las cogió y no pudo evitar el olerlas, con lo que se puso mas alterado y me pidió clemencia pidiendo que fuera hasta donde él, a lo que sonreí y le dije que pronto estaría sobre el, — ¿estas listo? —, — claro que si, ven ya por favor!! —. Empecé a desnudarle lentamente, le fui quitando con los dientes el jersey y al final se lo quité del todo con las manos arrojándolo al suelo, bese su cara, sus labios, su cuello y poco a poco fui bajando acompañando mi recorrido por su cuerpo con mis uñas, esto hacía que se le erizara todo el cuerpo; llegué hasta su pantalón, desabroché su cinturón, los botones y baje la cremallera lentamente, haciendo que escuchara cada diente que bajaba del cierre, al final se lo quite de un jalón por los pies, no sin haberle quitado antes los zapatos, me acerqué hasta él a gatas y le besé el paquete por encima de los calzoncillos, poco a poco se lo fui quitando con los dientes y volví a mi punto de partida, empecé a legüetear su glande mientras que con una mano bastante lubricada por mi saliva reciclaba el pellejo de su polla, me dediqué un buen tiempo a darle el placer oral que a él tanto le gusta y que llevaba desde hace meses ideándolo en su mente, con la otra mano le sobaba el pecho, específicamente los pezones humedeciendo también mis dedos con saliva, por lo general no se deja tocar los pezones, pero esta vez si no se dejaba hacer le amenacé con luchar por encima de mis ganas e irme, por lo que aceptó, es entonces cuando descubrí la causa de su impedimento, esto le vuelve literalmente loco, con lo que ya no pudo mas, me tomó de la cintura y me dio la vuelta en un solo movimiento, me tomo las muñecas bruscamente y me dijo — ¡¡basta!! Ahora te toca sufrir a ti — Y dicho y hecho, me sujetó las manos con el cinturón de mi abrigó que tenía cerca de la cama y llevo mis muñecas hasta la cabecera que era de hierro haciendo formas de ramas enredadas, con lo cual le venía genial para su plan, — Ahí te quedas, me vas a suplicar que te lo meta, pero será hasta que yo quiera. — empezó por mi boca, me tapo la nariz y me robó todo el aire con sus besos, hasta que ya no pude respirar y me dio respiración boca a boca, eso hizo que mi excitación subiera mas de lo que ya estaba, pues todos los calentamientos que a él le di, también hicieron mella en mi, después de ese lindo y especial beso me recorrió el cuello con la legua muy despacito, apenas rozándome hasta llegar a la altura de mi pecho, ahí se detuvo y con especial énfasis se dedicó a comerse mis pezones hasta que decidió cambiar de sitio, mientras que su lengua me recorría con su mano derecha se dedico a acariciarme el clítoris, — Aaaahhhh!! — Aquello que hacía con suma destreza me poseía y alteraba todo el cuerpo, era fantástico lo que estaba experimentando, — ¿cómo vas? — Me preguntó con una sonrisita burlona además de cachonda, — ¿tú cómo crees que voy? — le respondí, — No sé, dímelo tu— sabía en demasía como estaba ya de todo aquello, estaba que me dolía el vientre de no tener un orgasmo y tener la caldera encendida a tope, me sentía estallar como olla express — Estoy a punto de suplicarte clemencia, piedad y todo lo que tu quieras, pero por favor hazlo ya, que me estoy muriendo de ganas. —

¿Que se siente calentar tanto a alguien y que la otra persona tenga que aguantarlo? —

Se siente fatal, lo reconozco, se siente excitantemente fatal, pero por favor, por lo que mas quieras hazme tuya ya, que no puedo mas cielo, te lo pido por favor—

Muy bien, a tus órdenes cariño — Me dijo y se dispuso a entrar en mi.

¡Aaaaahhhhhh! — En ese instante me penetró con fuerza y decisión, y empezó a bombear con ímpetu, sentí como su duro pene me abría con fuerza la vagina y me provocaba un dolor exquisito que haría que me corriera en unos pocos instantes mas…

¿Te gusta así?, o ¿así? — me decía mientras se movía para el lado izquierdo y luego para el derecho.

Tu sabes que me encanta ese movimiento para el lado que sea, pero si te mueves en círculos harás que llegue a un orgasmo muy, muy fuerte— Le decía con la voz alterada y entrecortada por la excitación.

Tú pide que yo te atiendo cariño— Me contesto, mientras empezaba a mover su polla en sentido circular ayudándose con la mano.

¡¡¡Jodeeeeeeer!!!! Sigue cariño, así, por favor no me vayas a parar ahora, sigue, que estoy llegando, siiiiiiiiiiii cielo, asiiiiiiiiiiiiiii, ¡¡¡uuufff!!! — Aquel fue el orgasmo mas deseado de toda la noche desde que le vi aparecer frente a mi, movía su cuerpo con destreza y de su polla ni hablar, era un experto y a mi me dio el gustazo del día, pero ahora habría que dárselo a él, pues se lo había ganado a pulso.

Para y acompáñame a la silla — le dije, y lo senté frente a mi, teniéndome de pie y con mis pechos a la altura de su boca no pudo evitar el impulso de lamérmelos, con lo que me erizó nuevamente la piel, le cubrí la boca con una mano y me senté sobre sus piernas mirándole de frente. En ese momento sonaba por la pantalla una canción muy rica para mi, además de ser importante pues con esta me desvirgó en su departamento hace años, era del grupo "The verve" y la canción era "bitter sweet symphony" empezó a sonar suavemente y de ese modo empecé a moverme arriba y abajo, suave, lentamente, sujetándome apenas de su cuello, agitando lentamente mi espalda, deslicé lentamente mis manos por su espalda y por su nuca hasta llegar a su cabeza revolviéndole el pelo, después me sujeté a la silla fuertemente y empecé a aumentar la fuerza de mi movimiento, como la silla tenía unas barras finas de maderas alrededor de las patas, coloqué ahí mis pies para poder subir un poco mas y tener mas impulso a la hora de bajar sobre su verga, el movimiento era perfecto, armónico, suave, duro, apasionado, balanceaba mi cadera hacia el lado izquierdo y luego hacia el derecho, — ¿Te gusta así o así? — Le pregunté con una sonrisa

Me encantas, sigue como tú quieras pero no me pares corazón— me dijo con una cara de éxtasis, se encontraba en otro mundo, tenía los ojos cerrados y a ratos los abría para ver mi rostro y excitarse más.

Bien, no pensaba parar hasta que llegases— le susurré al oído entre jadeos. Continué con el movimiento de caderas haciendo círculos grandes y a ratos chicos y rápidos, me abracé a su espalda con firmeza y me dispuse a ser salvaje en el movimiento, rápido, muy rápido me balanceé sobre su pene, sentía que las piernas me estallarían de dolor de un momento a otro, por lo que fui bajando la fuerza de mi movimiento para recuperarme un poco, pero en esos segundos de cansancio y excitación sentí como venía a mi una oleada de calor que desembocó en otro intenso y largo orgasmo que me dejó definitivamente sin fuerzas para sostenerme sobre mis piernas, con lo cual Jorge al darse cuenta de mi orgasmo me tomo con sus manos de la cintura y empezó a moverse con fuerza en la silla— ¡Para cariño por favoooooor! — le supliqué en un grito lleno de excitación.

¿ya no puedes corazoncito? — me preguntó en su tono burlón

Bésame por favor, necesito un minuto de descanso — Atraje su cara hasta la mía y le bese apasionadamente, es como si transmitiera la fuerza de mi cadera de hace un momento a mis labios, succione su lengua una y otra vez a la par de su labio inferior, no quería que el momento se cortara por lo que no dejé de besarle un solo segundo, alrededor de 60 deliciosos segundos estuve devorando sus labios y degustando su saliva, es entonces cuando empecé a mover nuevamente mi pelvis sobre su pene, la música volvía a acompañarme, esta vez no sabía quien era la intérprete, pero la canción se llamaba "kiss the rain" sonaba muy bien, muy romántica, pero al mismo tiempo muy intensa, aquella melodía empezó a envolver nuevamente mi cuerpo y lo impulsaba a moverlo al compás de sus notas, poco a poco aceleré nuevamente mis movimientos y me propuse no parar hasta que Jorge llegara a un orgasmo intenso y descomunal, cosa que conseguí después de varios minutos de esfuerzo, sentí como la hinchazón de su pene se contraía una y otra vez mientras disparaba sus chorros de semen dentro del preservativo. Me soltó al instante, dejando caer sus brazos a los costados y reclinó la cabeza sobre el respaldo de la silla, mientras jadeaba de cansancio. Estaba completamente exhausto y bañado literalmente en sudor. Mis manos resbalaron sobre su espalda y me abandoné sobre su húmedo pecho, así permanecimos unos minutos, en los cuales aprovechamos para acariciarnos suavemente y besarnos con cariño.

Pasamos a la cama rendidos por el cansancio y se recostó sobre la almohada, mientras yo descansaba sobre su pecho, para escuchar el latir de su corazón, q parecía que le saldría de un momento a otro fuera de su cavidad toráxica de lo intenso de sus latidos, me ayudó a levantarme de la silla y nos dirigimos a la cama, que sin deshacer nos dejamos caer, pues estábamos muertos, ahí permanecimos hablando un poco de trivialidades en el tiempo de no habernos visto, comentando nuestras calenturas que nos orillaban a mantener contactos intensos incluso por teléfono y no solo por internet Después se incorporó y se dirigió a la zona del jacuzzi…

C O N T I N U A R Á…

 

Dicen que las segundas partes nunca son buenas y ni que hablar de las terceras, yo no pretendo mejorarme a mí misma, solo deseo compartir con vosotros algo de mí, pues creo que para eso estamos aquí, para compartir y hacernos pasar entre todos momentos agradablemente intensos. Esta red es como una inmensa telaraña llena de historias plagadas de erotismo que me lleva a imaginarnos en una gran orgía cargada de pasión. Gracias a todos por acompañarme y compartir. Y a toda aquella persona que les parezca lamentables mis relatos les agradezco muchísimo el comentario, pero les agradecería más si me dijeran por qué, pues aunque yo a veces sé en que he fallado, en otras ocasiones no lo veo y me gustaría que me dijeran su punto de vista entero y no a medias.

Nuevamente gracias a todos y hasta el próximo relato