"El viaje"
Toco tu cuerpo cambiante,
recorro tu piel demorándome en cada centímetro,
en cada poro,
en cada vello esquivo que se cruza en mi camino ,
mis labios, mi lengua, mis dedos, tibio ejército que avanza
reconociendo el paisaje ya explorado,
mil veces explorado,
pero siempre gozosamente distinto,
tus pies pequeños me dan la bienvenida
y voy subiendo, paciente e impaciente, camino a tus rodillas,
duras y blandas a un tiempo,
de redondez suave,
primer presagio de una explosión salvaje ,
de un salto me encaramo a tu boca,
bebo de tus labios sinuosos,
saboreo tu lengua enredado en ella
mientras mis dedos batallan en la espesura de tu pelo,
combate incruento del que siempre soy la víctima ,
tu cuello, de piel tersa y hoy morena,
me ofrece su autopista y yo la acepto,
mi boca, ávida aun sin prisa, va dejando marcas a su paso,
mordiendo violenta tu garganta, tus hombros limpios,
el inocente nacimiento de tu espalda,
y ya olvidada de mis manos,
que más intrépidas
se aferran sin reparos
a la dulce fortaleza de tus pechos,
a tus rosados pezones, pequeños e insolentes,
palpando, pellizcando, disfrutando ,
la humedad de mi boca, repleta de cuchillos,
sedienta y más sedienta,
reemplaza a los ágiles dedos
que vuelan hasta la sima más húmeda y oscura de mi universo,
donde todo tu ser,
ahora río incontenible
se desborda, se mezcla y se confunde
Llega el éxtasis, termina y me abrazo
a la redondez perfecta de tu vientre,
de creciente tirantez suave,
de piel inmensamente tersa y palpitante
que cálida envuelve al hijo que duerme los sueños de sus padres.