miprimita.com

Yo no soy una puta

en Otros Textos

“YO NO SOY UNA PUTA”

- Marta, no sé que hacer, necesito dinero y lo necesito ya, sino pago al casero antes del lunes me desahuciarán, pero no tengo ni un solo céntimo. He intentado pedir un crédito en el banco, pero también allí estoy en números rojos y ya me han dicho que de ninguna manera me van a prestar tanto dinero. Y ayer estuve hablando con el cabrón del gerente, para que me diera un adelanto, pero no me adelantará más de un mes de sueldo y con eso no tengo ni la tercera parte de lo que debo.

- No sé, hija ¿Has probado ya a pedírselo a tus padres?

- Tú no estás bien de la cabeza, mi padre es un tacaño que no me daría ni para una botella de agua en el desierto, y además no tienen tanto dinero.

- ¿Y a Javier, seguro que él te lo presta?

- Sí, seguro. Es que no te acuerdas porqué lo dejamos, me pilló en la cama con su hermano, y no han pasado ni dos meses. Seguro que se partiría de risa en mi cara.

- Bueno, siempre te queda un último recurso, pídeselo a Benítez, a él le sobra el dinero. Ya sabes lo que te pedirá a cambio, pero siempre será mejor que quedarte en la calle.

- ¡A Benítez! Antes preferiría vivir debajo de un puente, o incluso estar muerta. Ese cerdo lleva desde que entré aquí espiándome, siempre me está mirando y babea cada vez que se cruza conmigo. Me lo encuentro delante cada vez que salgo del baño, se roza conmigo siempre que puede cuando coincidimos en el ascensor. Estoy segura de que se hace pajas todas las noches pensando en mí.

- Eso ya lo sabemos todos, bonita, pero no serías la primera que tiene que seguir sus juegos. Además, algo tendrás que hacer y, a fin de cuentas, sólo sería una noche. Ya sabes lo que dicen, que en cuanto consigue a una se olvida de ella.

- ¡Vete a la mierda! ¡Yo no soy una puta como vosotras!

Maldita sea, Marta es una víbora, pero tiene razón, no me queda ni una semana para que me echen de la casa y no conozco a nadie más que pueda dejarme ese dinero en tan poco tiempo. Pero Benítez…, dios, me entran ganas de vomitar sólo de verlo, se lo que dicen que le gusta hacer con las mujeres, ya me lo han contado, sus jueguecitos, es un maldito pervertido. Y dicen que a todas las llama por mi nombre mientras lo hacen.

-------------------------

Es viernes y sigo sin conseguir el dinero. Anoche estuve con Juan, el hermano de Javier, y le pedí que me ayudase, pero claro, el no tiene tanto dinero, tenía que haberlo imaginado, y aunque lo tuviera tampoco me lo hubiera prestado, lo único que quería era volver a acostarse conmigo. El muy cabrón, seguro que ya se lo habrá contado a su hermano y estarán los dos riéndose a mi costa.

Ahí está Benítez saliendo del ascensor, como siempre viene mirándome, me sonríe, seguro que sabe algo. No sé quien me mandará hablar con Marta, es tan cotilla que ya debe estar enterado todo el edificio. Más de una estará frotándose las manos, pensando que yo también voy a caer con Benítez. Ahora no puedo decírselo, hay demasiada gente viéndonos, no quiero que se den el gustazo de verme acercarme a él y que sepan lo que le estoy pidiendo. A mediodía, cuando todos salgan a comer, podré acercarme a él y pedírselo más discretamente. Sé lo que me pedirá a cambio, pero ya estoy preparada. Sé lo que tengo que hacer.

Ya está, será esta noche, saldremos a cenar y después iremos a su casa, es lo que hace con todas. Cuando acabemos me dará el dinero, le he pedido que lo lleve en efectivo, con el pretexto de que tengo que ingresarlo el lunes a primera hora y no me ha puesto ninguna pega.

He tenido que entrar al baño a vomitar después de pedírselo, casi babeaba mientras hablábamos, y cuando me ha tocado…, sólo pensar en sus manos de gorila o en su boca babosa recorriendo mi cuerpo..., no he podido soportarlo.

--------------------------

- Abre los ojos. Mírame. Mira mi cuerpo desnudo y joven, recórrelo otra vez con tus ojos, con tu pensamiento enfermo. Observa mi rostro, mis ojos que te miran y observa la sorpresa de tu rostro reflejada en ellos, impresa e inmóvil en su retina gris y azulada. Ve bajando tu mirada, desciende por el perfil alargado de mi nariz que resalta en la dureza casi masculina de los pómulos..., pero prosigue, no te pares. Te esperan mis labios finos que tantas veces has deseado sin tenerlos..., sí, los besaste anoche, esa fue tu primera gran conquista. Ahora te hablan sin que tú contestes, despacio, muy despacio, marcándote el camino, llevándote de la mano en tu viaje, en la exploración que apenas has iniciado. Ya está bien, abandona los labios, desciende remontando la barbilla leve que apenas enmarca mi rostro.

Ya estás en el cuello, largo y delgado, tu excitación crece al recorrerlo camino de mis pechos descubiertos..., tu corazón dispara tus latidos y tu sexo actúa independiente de tus pensamientos. Pero no vayas tan rápido, entretente en mi cuello, imagínate acariciándolo, rodeándolo con tus dedos, con tus manos fuertes y lascivas. Imagínate sudando, nervioso solo por sentir su tacto, el pulso acelerado de mi sangre latiendo en la yugular y la carótida que golpea las yemas de tus dedos.

Ya puedes abandonar el cuello, sigue bajando, roza mis hombros cálidos, siéntelos igual que si pudieras besarlos, rozándolos con tus labios y con tu lengua, igual que conseguiste hacer anoche. Mis pechos, por fin los alcanzas, han sido tu sueño muchas noches ¿Verdad? Ahora puedes verlos. Grábalos en tu mente y vuelve a soñar que estás tocándolos, acariciándolos, estrujándolos incluso entre tus dedos. Puedes abarcarlos con las manos, no son muy grandes, pero sí firmes y duros, de pezones sonrosados y también pequeños, yo sé que te gustan. Imagina también que los besas, que los muerdes, que los llenas con esa saliva viscosa que empieza a asomar entre tus labios. Sí, lo sé, no puedes contenerte, tu cuerpo reacciona sin que tú lo ordenes. Ahora soy yo quien lo controla, no lo olvides.

Ya basta, sigue bajando, sólo un poco más, hasta debajo de mis costillas, quédate en mi vientre plano, siente su piel tersa, recorriendo los músculos apenas perfilados, roza el ombligo con tus labios. Lo sabes ¿Verdad? Sabes que estás cerca, muy cerca, tan sólo unos pocos centímetros más y habrás llegado, tendrás a tu alcance lo que siempre soñaste, lo que siempre soñaste. Pero quieto, no te adelantes, mantén tus ojos en mi vientre, imagínate rodeando mis caderas con tus manos temblorosas pero decididas, asiéndome por ellas, atrayéndome hacia ti, sin dejar que me escape.

Ahora sí, avanza un poco, pero muy poco, muy despacio, empieza a descubrir el vello rizado y cobrizo, sigue soñando, imaginando, recréate en tus pensamientos, en tus dedos enredándose en mi vello, en tus labios acercándose, sí, empiezas a notar su olor mientras tu boca se llena de saliva, estás a punto de alcanzar tu meta…

¡Basta! Alza la mirada y contémplame entera. Ya te has dado cuenta, por fin empiezas a entender todo, ahora sabes porque estás atado a la cama, ya comprendes porque no puedes hablar, porque tienes un pañuelo metido en la boca. No, no estamos jugando, o mejor dicho: Tú no estás jugando. Todo estaba preparado, maldito idiota, creíste que podrías acostarte conmigo, que me tenías cogida sólo porque necesitaba tu dinero…, fue tan fácil, proponerte a tomar unas copas antes de empezar, un orfidal en el cava y ya tenía todo lo que quería. Y tú mismo me has ayudado, eres tan pervertido que no he tenido que traer nada para completar mi juego, joder, tienes de todo, correas, esposas, mordazas…

Y ahora te asusta la pistola. También es tuya, te gustan las armas y los juguetitos, pues vamos a jugar un rato. Notas el frío del cañón entre las piernas, ahora soy yo la que va subiendo, todavía no sé donde dispararé primero ¿Y tú? ¿Lo sabes?...

Sabía que no lo aguantarías. No llores cerdo, eres tan patético, estás temblando como un niño. Por cierto: YO NO SOY UNA PUTA.

BANG.

BANG.

Dos disparos y el silencio. Recojo mi ropa y el resto de mis cosas, guardo el dinero en el bolso y limpio la pistola. Ya está todo.

-----------------------------------------------

MARIANO BENITEZ, EL AFORTUNADO GANADOR DE LA LOTERÍA, ENCONTRADO MUERTO EN SU PROPIA CAMA.

La policía especula sobre la posibilidad de un crimen ritual.

La víctima fue hallada esposada y amordazada y habría recibido dos disparos, ambos a escasa distancia, casi a bocajarro, el primero en sus órganos sexuales y el segundo entre los ojos. Según fuentes cercanas a la oficina forense, se han encontrado restos de un potente somnífero en su estómago.

Al parecer, tanto el arma homicida como los instrumentos utilizados para inmovilizarle, eran propiedad de la víctima y tanto en dichos instrumentos como en la propia casa se han hallado innumerables huellas dactilares pertenecientes a un amplio número de personas. Se especula que la víctima podría pertenecer a alguna secta ocultista y muerte podría estar relacionada con los rituales de la misma.

Mariano Benítez, de 51 años de edad, era muy conocido en la ciudad desde que hace cinco años ganó el premio máximo de la lotería, sin que este hecho le hubiese hecho abandonar su trabajo como oficinista en una conocida multinacional. En los últimos cinco años, encabezó la lista de los hombres más envidiados de la ciudad, elaborada por el semanario HALO.

EFE.