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Saliendo de la escuela

en Jovencit@s

Cuando me sucedió esto tenia alrededor de los 16 años, en ese entonces yo no era de los clásicos jóvenes a los que les gusta estar de fiesta en fiesta o matarse estudiando, si no que yo me consideraba todo un estudiante promedio.

Me encontraba en las fechas muy importantes para la mayoría del planeta, Navidad y Año Nuevo, ya saben en donde no falta la excusa para sobre pasar el límite de alcohol en nuestro cuerpo o pretender hacer actos dignos de orgías de las que no había quien no hablara en ellas en los últimos días antes de salir de vacaciones.

En ese entonces solo me interesaba una cosa, más bien una persona, Gabriela. Ella era la clásica chava a la que le encantaba andar coqueteando con todos los de la escuela, tenía una reputación no muy buena ya que era de una de las que siempre estaba presente en las conversaciones que se hacían a cerca de tal fiesta o tal culeada que se había dado con Mengano o Perengano. Gabriela era una joven un año menor que yo pero que sabía de sexo como una mujer, en el vulgo llamada de cascos caídos, y en verdad se daba el gusto ya que tenia con que provocar y tener entre sus largas, hermosas, suaves y bien formadas piernas a cualquiera que ella deseara; su cintura creo que a pesar de aún no tener la suficiente edad para poder presumirla, no media más de 6 centímetros, los cuales daban lugar a unos senos muy bien formados con los cuales cualquier recién nacido se alimentaría de lo lindo ya que además de ser redondos, suaves y bien firmes, casi inmovibles de su lugar aún con el efecto normal de la gravedad, no se le movían a menos que ella lo provocara con sus muy finas manos que al parecer tenían tanta experiencia manteniendo miembros erectos entre ellas como su coño que era una magnifica atracción a la vista de todos aun era apreciado por las mismas compañeras de clase.

Mi mejor amiga, Yadira, sabía muy bien como manejaba a los hombres esta Gabriela y yo en complicidad con Yadira planeamos la forma en que pudiera saborear ese coño que cada que lo veía semidesnudo, en clase de Educación Física, mi pene empezaba acrecer poco a poco hasta que ya no podía disimular mi erección y tenía que salir corriendo de la clase hasta que se bajara ese volcán que me crecía cada que me imaginaba teniendo un sexo inimaginable con mi tan deseada Gabriela.

Así es que Yadira comenzó a divulgar el rumor de había estado fantástico en tal fiesta, y que la había hecho gozar como nunca nadie lo había hecho, una vez enterada Gabriela de tan ingenioso rumor, comenzó a dirigirme la palabra cada que nos veíamos o cruzábamos en el camino, en esos momentos yo pensaba que en verdad iba a poder tener lo que tanto había deseado desde hace tiempo, una ocasión a la salida de la escuela iba como de costumbre platicando con mi amiga Yadira cuando escucho una voz muy tierna que decía mi nombre y cual fue mi sorpresa al ver que era esta Gabriela que me pedía un minuto para hablar supuestamente de algo importante, así que como buena pareja le pedí permiso a Yadira y le di un beso sin nada de malicia en la boca a la vez que le recordaba que me tenía que esperar a la salida para irnos juntos.

En ese momento me sentía tan excitado que lo único que quería era disfrutar ese momento lo más que pudiera, así que le pregunte que deseaba alo cual ella respondió que lo que ella quería no lo podría obtener en ese lugar así que me esperaba en su casa a las 6:30 para poder decirme que es lo que necesitaba. En ese momento me dio un beso muy tierno en la boca y yo sin poder hacer nada le dije que sin falta estaría ahí.

Después de lo sucedido salí corriendo a decirle a Yadira lo que había sucedido y que necesitaba su ayuda ya que a pesar de haber tenido la experiencia de dos o tres culeadas con anteriores amigas, no me sentía lo suficientemente preparado para poder satisfacer a mi mayor anhelo en la vida ene se momento. Llegando a la casa de Yadira me invito directo a su cuarto, al cual pasamos después de saludar a su madre y su hermano menor que ella con la excusa de que realizaremos un trabajo para obtener una calificación extra en matemáticas, la cual era la materia más complicada de entender para ambos.

Ya instalados en su habitación, cerrada por dentro, ella comenzó a besarme de una forma tal que en un segundo ya tenía mi miembro tan erecto como un bat de baseball, ella al darse cuenta de eso comenzó a frotar por encima de la ropa mi pene y su vagina que también ya se le comenzaba a notar algo de humedad sobre la tela del pantalón que lleva esa vez, yo desesperado comencé a quitarle la camiseta a la vez que ella me decía que llevara las cosas con calma y en ese momento me deje llevar por los dulces movimientos de ella hasta tal grado que ya tenía en demasía las ganas de dejar salir toda la leche que traía en ese momento, en el cual ella ya estaba frente a mi lista para recibir toda mi descarga en su muy fina boca. Después de esto nos quedamos conversando del momento que acabamos de pasar, a lo cual ella dijo: --El rumor que se divulgo en verdad fue verdad—a lo cual yo agradecí y le di las gracias por su ayuda y comprensión, despidiéndome de ella y su familia salí desesperado dirigiéndome a casa de Gabriela.

Llegando a la calle donde vivía Gabriela pude vislumbra que ella también iba llegando del otro lado de la calla así que nos topamos antes de tocar la puerta y me dijo: --Que bueno que te dejo venir tu novia – a lo cual yo asentí con una muy disimulada risa.

Al entrar dejo sus cosas en una mesita que estaba junto a la puerta acertando mi pensamiento al decir que no había nadie, en ese momento yo me imagine lo mejor que me hubiera pasad en mi corta vida. Me dijo, al mismo tiempo en que se daba vuelta para quedar de frente, ahora si veremos si es verdad, a lo cual yo me quede con la dudad y le pregunte que para que me había citado a lo que ella contesto que nos obvio dejando juntar sus labios con los míos mientras jugueteaban nuestras lenguas muy bien ensalivándonos de tal forma como si estuviéramos comiendo un helado como niños de seis años, entonces decidí tomar la iniciativa prolongando mis acaricias hacia su culito a lo cual ella solo dejo salir un ligero gemido el cual yo tome como un signo de satisfacción.

Así como dos recién casados nos fuimos desnudando dejando gran parte de ropa camino a su habitación, la cual no recuerdo con detalles pero no importa, una vez entrados, la deje caer sobre la cama y la observe por unos segundas, estaba tirada con una mano sobaba su muy bien rasurado coñito mientras que con la otra se alisaba el cabello seduciéndome para que no perdiera más el tiempo e hiciera, lo que supuestamente, mejor realizaba en la escuela, entonces me deje llevar por el momento y comencé a frotar sus senos, que ya he detallado, al a vez que ella seguía dedeando se hoyo ahora impulsada con una de mis manos hacíamos un trabajo simultaneo en su vagina y su culo que ya se sentía lo suficiente apto para poder introducir mi miembro bien parado el cual ella quería tomar entre sus manos mientras seguía estimulando su clítoris para lograr que llegara al orgasmo antes que yo y así no quedaría mal ante la mujer más vivida de la escuela. Hubo un momento en que ella se quedo totalmente quieta sin hacer ni decir mientras yo seguía lamiendo su vaginita de extremo a extremo en todo tipo de direcciones mientras con una mano seguía metiendo y sacando mis dedos de su culo que para este entonces estaba tan rico y húmedo como su coñito y estiraba la otra para saber que aun sentía como yo deseaba que sintiera, en ese momento sentí como me tomaba de la mano con tanta fuerza al momento en que dejaba escapar un muy placentero grito de gusto, y si efectivamente había logrado que llegara a tal orgasmo como para haberme llenado mi boca de sus mis delicioso sabor a sexo que tanto anhelaba.

Pocos segundos después ella entre gemidos y falta de aire me dijo que era su turno y accedí dejando caer sobre la cama cuando ella había tomado mi pene entre sus muy delicadas manos a la vez en que acercaba sus firmes senos cerca del mismo en una maniobra digna de toda una profesional comenzó a masturbar entres esas delicias de senos que tanto había deseado probar y después batir con toda mi leche en un sube y baja de pechos que bordeaban mi pene sentí la necesidad de seguir y penetrar todo eso dentro del ser lujurioso y agradecido cuerpo que ella tenia en ese momento asía que la levante y la puse de espaldas a mi de tal forma que podía ver su culito y su coñito rosado y aun húmedo de esa venida tan maravillosa que la había hecho hacer, y poco a poco comencé a frotar la cabeza de mi pene en su muy apretado pero flexible culo hasta que se la deje ir de un solo empuje en el cual ella dio un pequeño grito de dolor placentero el cual yo calle al tapar la boca con una mano y comenzar a meter mis dedos en su vagina que parecía que estaba apunto de seguir chorreando ese jugo que con tanto gusto había bebido en ese momento lo único que s eme ocurrió fue safarme y tirarme de nuevo a la cama para que ella me montara a su gusto, movimiento que ella entendió a la perfección y de un solo sentón se dejo caer al cual yo respondí con un muy ligero: "Cielos".

En el momento en que ella subía y bajaba le dije que ya no aguantaba más, que tenia que sacar todo lo que tenía para ella, así que deje que ella decidiera la forma de recibir mi marca y lo que hizo fue poner su coño frente a mi boca mientras ella comenzaba darme un sexo oral digno de todo buen sexo en el momento en que yo escupía todo lo que me había dejado esta Yadira, Gabriela no dejo ni un hueco entre su boca y mi miembro por el cual se escurriera algo así que me pude dar cuenta que había degustado hasta la última gota de mi ser.

Después de ese maravilloso sexo me dijo que no tardaban en llegar sus padres que teníamos que bajar a la sala para que nos enteraran ni sospecharan nada así que accedí y baje yo primero en lo que ella se limpiaba todos los jugos que le habían escurrido por sus piernas.

Una vez en la sala no comentamos nada y solo nos dedicamos a comentar sobre los profesores y compañeros. Llegando la hora de cenar me despedía de la familia y salí corriendo a casa en donde lo único que quería era llegar a dormir y descansar de un día tan ajetreado.

Desde la tarde en que tuve el mejor sexo de mi vida no volvía a dirigir una palabra con Gabriela y Yadira se convirtió en mi novia durante casi tres años en los cuales nos satisfacíamos y vivíamos las mejores tardes de sexo que jamás me haya imaginado con alguna pareja.