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La esposa del chofer...

en Sexo con maduras

"La esposa del chofer…"

Antes de poder contar con mi auto, me trasportaba en colectivo, en especial los fines de semana cuando iba a visitar a mi familia, ellos viven en la Salta. Un viernes a la noche, salí de mi trabajo y me fui a tomar el colectivo, ocupe uno de los asientos en la parte del medio y hacia la ventanilla. Bien terminé de ubicarme en mi lugar, busqué una buena posición para dormir y aprovechar esas dos horas de viaje. Faltando muy poco tiempo para que el salgamos vino a ocupar el asiento del lado una mujer, calculo de entre 40 o 45 años, llevaba un vestido, con nada en especial pero se lo veía de tela liviana, acorde a la temperatura que teníamos en esos días, nos saludamos y para mi desagrado, empezó una conversación de esas como: que calor que hizo durante todo el día, no???, menos mal que refrescó a la tarde…!!, al menos ahora se puede respirar, no crees??, yo asentía con muy pocas palabras a sus preguntas dado que mi mayor intención era dormirme. A los pocos minutos de haber emprendido el viaje, las luces del colectivo se apagaron y la charla no daba para más, por lo que me dispuse a dormir.

Supongo que por el movimiento del colectivo, pero empecé a tener una erección que se debe haber notado a través del pantalón, dado que al estar dormido no atiné a disimular en ningún momento, pero lo que sí sentí, fue que unas manos se apoyaron justo en el lugar que mi pantalón se hacía una carpa, en un principio no sabía si era verdad o parte de algún sueño, pero no pasó mucho tiempo para comenzar a sentir que se empezaba a animar a conocer mas de la dureza escondida detrás de la tela. Como quien diría, preferí no despertar todavía, al menos no abrir los ojos, a todo esto, la palma de la mano abrigaba gran parte de mi erección y los dedos empezaban a hacer presión por los costados brindándome una sensación exquisita de masturbación, mis ojos seguían cerrados, quería saber hasta donde se atrevería a llegar, no pasó mucho tiempo y tuve la respuesta, no sé si por ver que yo no reaccionaba o creer que seguía durmiendo, sus caricias se hicieron mas firmes, con gran habilidad y rapidez deslizó el cierre del pantalón y su mano ingresó sin ser invitada para seguir con su juego masturbatorio, pero esta vez, solo a través de la tela del slip, lo que hacia aun mas exquisitas las caricias.

No había dudas de que ya no tenía que disimular dormir, pero por las dudas con una de mis manos le agarre la suya para que no haya dudas de que yo durmiendo no estaba y la otra la deslicé por su pierna, la posición no me ayudaba para mucho pero tenia que darme a entender que no tenía ganas de desperdiciar mi turno en el juego, lo que hizo que mi mano soltara la suya y pasara a jugar con una de sus tetas, para mi sorpresa, bastante firme y con un pezón que a través de la tela se sentía muy duro y grande, mi otra mano mientras tanto había hecho hacia arriba la parte baja del vestido y ya jugaba en la parte interna de sus muslos, la poca luz del colectivo, interrumpida de vez en cuando por la luz de algún vehículo que pasaba por el carril contrario, me dejaban ver una picara sonrisa que sus labios dibujaban, eso fue la mejor aprobación para que mis dedos pasaran a explorar un poco más sus intimidades y que poco me importe por si algún pasajero estuviera mirando lo que pasaba a poco metros, de esa manera sin disimulo alguno, comencé por hacer al lado la tela que cubría un monte bien depilado por los costados y recortado el largo de lo que quedaba, pues mis dedos no tenían donde enredarse y disfrutaron de la suavidad de su piel.

Mucho tiempo no pasó, para que mis dedos encontraran la entrada de esa cueva y dado que ya estaba húmeda, no fue difícil deslizarlos hacia su interior, primero uno, como mi idea no era demorarme mucho en cada paso, puesto que el viaje solo duraba 2 horas y ya habíamos recorrido varios kilómetros, no hice que espere mucho mi segundo dedo y que empiecen los movimientos de ir y venir, de entrar, de girar, salir y de volver a entrar, con lo que en muy poco tiempo comencé a tener varios gemidos de agradecimientos de su parte, por el trabajo que estaba recibiendo en su ya encharcada concha. El premio a mis esfuerzos lamentablemente lo recibí en mis dedos, un orgasmo que comenzó por ajustar sus muslos y tensionar sus piernas, para luego estremecerse y dejarse aflojar mientras caía suavemente en el asiento, la cantidad de jugos que salio en verdad que lamento que no haya podido recibirlo directamente en mis labios. Vale la pena aclarar que en el momento de su orgasmo me presionó tan fuerte la pija que creí que me la quería arrancar y llevársela en el bolso.

Pero ese no seria el único galardón de la noche, bien se recupero de su jugoso orgasmo, se acomodó un poco la ropa y me dijo suavemente al oído - "te espero al fondo del colectivo" – se paró y me dejó solo en el asiento, supuse que el baño estaría en esa parte y no se si llegue a pensar mas cosas cuando ya me estaba dirigiendo a la dirección de mi cita. Mi sorpresa fue que en la parte de atrás no había ningún baño y la verdad que poco me importó, porque ahí estaba ella esperándome, me acerqué y antes de que intente sentarme me volvió a agarrar el cierre del pantalón, lo corrió, metió su mano, bajó un poco el slip dejando libre a mi ya lista y ansiosa pija…, supongo que también era consciente de que el tiempo era limitado por lo que de un solo bocado se trago la mitad del tronco y comenzó a chupar diría que hasta de una forma un poco grotesca pero placentera, porque me la ensalivaba y hacía sonar sus labios como si de un chupetín se tratara, pero el ritmo que le puso desde un principio, casi hace que caiga de rodillas, la posición para mantenerme parado era un poco incómoda, porque tenia que estar apoyado con un mano en el respaldar del asiento y con la otra en el vidrio de la ventanilla, pero valía la pena el esfuerzo.

Pensé que me haría acabar con esa mamada para dejarme conforme, pero sus intenciones eran otras, su boca había hecho un trabajo de lubricación excelente en todo el tronco de mi pija, me pidió que me sentara en uno de los asientos y muy hábilmente me cabalgó de frente, a todo esto ya no tenia su ropa intima puesta, en que momento había desaparecido de su lugar no lo se, pero tampoco iba a discutir ese tema. Con sus pierna a ambos costado de las mías, agarro el tronco de mi pija, diría que apenas lo dirigió a la entrada de su concha y se dejó caer ensartándose hasta lo mas profundo que pude llegar, un solo aaaggghhhhhhsss me dejo escuchar y antes de que pueda reaccionar a nada comenzó a cabalgarme o a domarme, no se cual sería la mejor descripción, imaginen, los movimientos del colectivo, mas los movimientos de esa cojida salvaje, me tenían en medio del universo mismo, desprendí un poco su vestido para poder disfrutar de esas tetas y tal como me lo imaginé eran realmente dignas de darles una mamada y como si fuera un bebé hambriento me encargue de darle su ración de lengua y chupeteos, que linda sorpresa fue escucharla gemir y estremecerse cuando mis labios hicieron su primer contacto con el pezón y todo el peso de su cuerpo vino contra mi cara, como diciéndome cometelos y me los refregaba como queriendo meterme toda su teta en la boca.

Como mis manos se quedaron libre, no hace falta ser muy imaginativo a donde fueron a parar, pero glupssss…, me agarró las manos y me dijo – "no tan abajo las manitos que yo todavía no termino" – y como acto seguido me puso las manos a la altura de su cintura, como no había mucho para discutir, me dedique a su otra teta y nuevamente sus gemidos y sus estremecimientos agradecieron mi labor bucal, con el último de los temblores me dijo, - "voy a pedir un solo favor, dejame gozar hasta donde aguantes, pero no me acabes adentro de mi conchita porque estoy en mis días fértiles y no quiero que te pongas un forro para desperdiciar tu lechita" – no tuve problemas en acceder a su pedido, pensando que me daría una ultima mamada para acabar en su boca, como no quería desperdiciar mi lechita….!!!!

Todo sería muy distinto, poco a poco comencé a sentir esa sensación de que la leche ya quiere salir y se lo dije, para mi gran sorpresa me dijo, - "no sabes lo mucho que me hiciste gozar pendejo" – se paró y por un momento pensé que ahí se acababa el viaje de placer, pero solo se dio vuelta para volver a sentarse, esta vez dándome la espalda y en un acto que en verdad no me lo esperaba, agarro nuevamente mi pija, la puso en la entrada del agujero que nunca me había dejado tocar y suavemente pero sin parar ni un instante se fue ensartando solita hasta que su culo quedó muy bien ubicado sobre mis huevos, hizo algunos movimientos circulares y no se si el colectivo paso por un lugar de muchos baches o no, pero ella comenzó a rebotar en un ir y venir que la gloria no me alcanza para describir, si antes me había domado con su concha, ahora me estaba ordeñando pero con el culo, aguanté…, aguanté…, y aguanté todo lo que pude, hasta que exploté llenando sus entrañas y tratando de no desperdiciar ni una sola gota de todo lo que me salía, tal cual ella misma me lo había pedido.

Cuando sintió que la firmeza de mi pija empezaba a abandonarme, se paró, acomodo su vestido y me dio un beso apasionado y tierno a la vez, me dio las gracias y se fue por el pasillo, no la seguí mucho con la mirada, porque estaba tratando de acomodarme la ropa, aunque en el pantalón tenia parte de sus jugos. Fui nuevamente a mi asiento pero ella no estaba, supuse que estaría en el baño y regresaría en cualquier momento, pero no fue así, el viaje llegó a su fin, agarre mi mochila y al bajar la busque con la mirada, mi ultima sorpresa fue verla del brazo del chofer del colectivo y al pasar cerca él la presentaba como su esposa a un colega de la misma empresa, mientras saludaba su mirada se dirigió hacia mí y se despidió con un ojito.

Mil gracias a todas las que se contactaron y me dieron sus comentarios y más agradecido todavía para quienes mantienen esos contactos conmigo ya sea por mail o por msn y nos estamos conociendo. Las amo a todas. ED.