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Mi verano de Rodríguez

en Jovencit@s

Hola a todos, esta es mi historia de verano de mi escapada nocturna una noche de Agosto estando de "Rodríguez". La historia en sí es real, aunque yo la haya adornado un poco, espero que os guste.

Trabajo de recepcionista de un Gran hotel y en verano se hace bastante difícil tener vacaciones, así que me tocó trabajar en época estival mientras mi mujer y mi hijo disfrutaban de la costa en la casa de playa de mis suegros.

Fue una tarde horrible, era un viernes quince de Agosto y había bastante trabajo en el hotel, prácticamente se quedaba vacío para volverse a llenar en unas horas y había que prepararlo todo. Sobre las cuatro de la tarde llegaron tres autobuses con alumnos y alumnas de un Instituto extranjero, por lo visto venían de intercambio y a la hora de inscribirlos fue un caos. Imaginen cerca de doscientos chavales y chavalas de entre 16 y 18 años, armando escándalo, los profesores no sabían como mantenerlos en calma, todos excitados, pensando en las vacaciones que se iban a pegar y encima hablando en un inglés que a mi me sonaba a chino y eso que tengo un buen nivel de inglés. Cuando casi terminaba mi turno sobre las diez, se acercaron un grupo de varias chavalas, que yo creía que me iba a dar algo, parecían clones, todas iban igual, tops minúsculos, minifaldas aún más minúsculas y bien maquilladas, dispuestas a pasárselo bien y claro a quien preguntar para obtener información de horarios de autobuses, sitio para tomar copas, discotecas y todo eso….. pues al recepcionista: YO!!!

Eran muy simpáticas todas y a cual más buenorra, aunque sólo se acercó una de ellas, me preguntó por alguna discoteca que no cerrara muy pronto ya que tenían pensado estar toda la noche de fiesta, y les dije una en la cual tengo un amigo que es relaciones públicas, les dije que le llamaría y que les regalaría varias consumiciones, les pregunté la edad ya que pedían DNI. a la entrada y me dijo que no me preocupara que tenían todas 18 años y me dispuse llamar al colega Juan.

-Juan que pasa tío como estás

-Bien y tú, hace tiempo que no nos vemos!!!

-Bien también, oye tengo aquí en el hotel unas chavalas que quieren marcha toda la noche, voy a decirles que pregunten por ti, trátamelas bien, vale?

-No te preocupes, oye y tu mujer que tal?

-Pues bien estará remojándose el cuerpo en la playa yo estoy de Rodríguez.

-Y por qué no te pasas esta noche por la discoteca y tomamos algunas copas y hablamos.?

-Pues mira quizás lo haga, voy a casa me ducho ceno algo y si me animo te llamo.

Termine el turno y me fui a casa. La verdad es que me hacía falta despejarme y me animé a llamar a Juan para decirle que esa noche nos veíamos, que no les diera todas las consumiciones a las nenas y me guardara algunas, que esta noche iba a arder Troya.

Ya en la ducha, empecé a pensar en esas nenas, que venían a un País donde nadie les conoce y pueden hacen lo que querían sin que nadie les conociera y se me puso dura, sólo de pensar lo que podría hacer con ellas, la imagen de esos pechos duros tapados sólo con un trozo de tela y esos culos prietos me tuve que masturbar.

Sobre las doce llegué a la discoteca y localicé a Juan, me invitó a una copas y cuando ya tenía un puntillo de alcohol me fui a echar un vistazo a la pista y me quedé bastante alucinado!!! En mis tiempos de frecuentar discotecas, yo recuerdo que normalmente en la pista estaban las chavalas bailando y los tíos, acechando cual aves rapaces alrededor, y ahora era al contrario, la mayoría de la gente que estaba en la pista de baile eran tíos y las tías parecía que estaban buscando a su presa.

Al rato de estar allí y viendo que lo que había allí eran chavalas jóvenes a las cuales creía que no tenía acceso, pensé que me tomaría la última y me iría, y en la barra la vi, era la chavala que me había pedido información de la discoteca, la saludé y ella se alegró bastante de verme, tanto que pensé que era como una amiga que conocía de toda la vida, me dio un abrazo tan efusivo que noté como sus pechos duros y firmes se me clavaban. Estaba bastante borracha y cariñosa, a la vez que hablábamos ella no hacía otra cosa que acercarse y rozarse conmigo, yo estaba flipando estaba ligando con una niña de 18 años borracha como una cuba y aparentemente falta de cariño.

Me preguntó si tenía novia, le dije que estaba casado y ella me dijo que tenía novio desde hace ya bastante tiempo y ya saben, que los únicos que dicen siempre la verdad son los niños y los borrachos, ella me comenzó a decir que su novio no le daba lo que quería pero no quería dejarlo con él por miedo a quedarse sola, yo le dije que era muy joven, que hombres había por todas partes y que ella era guapa. La verdad es que si lo era tenía el pelo a media melena ondulado y castaño oscuro, era alta, unos 170 cms y sus pechos me estaban volviendo locos, el aire acondicionado del local hacía que los pezones estuvieran apuntándome y parecía que me hablaban, yo calculo que eran una talla 95 ó 100, sus piernas eran larguísimas y su culo medio se dejaba ver con esa superminifalda. Yo ya para entonces tenía una erección bien grande, mi polla me decía a gritos que la sacara de allí, pero su edad me paraba un poco los pies, aunque ella no le parecía importar la diferencia de edad, no es que hubiera mucha yo tengo 30 y ella 18, pero ella no dejaba de agarrarme la cintura llevándome hacia ella y abrazándome, el alcohol hacía el resto.

Ya hacia las cuatro de la madrugada, le pregunté que donde estaban sus amigas y me dijo que ellas se habían ido ya hacía bastante rato, y que yo era la única persona que había conocido y que le caía bien y muy simpático. La música hacía que tuviéramos que hablar muy pegados al oído y eso me estaba poniendo a cien, cada vez que ella se acercaba no se cortaba en pegarme esas dos tetas, yo ya no podía más y le dije que tenía que irme, en otros tiempos ya le hubiera echado mano pero yo estaba casado y hasta el momento me estaba conteniendo.

Al decirle que me tenía que ir, ella me dijo que no era posible que como la iba a dejar sola que me quedara un rato más que no me iba a arrepentir, y le hice caso, fuimos a la barra y pedí un par de copas, la barra estaba abarrotada de gente y ella se puso detrás mía, parecía que la estaban empujando hacia mi. Ahí creo que fue el punto en que no aguantaba más y me giré sin darle tiempo a ella de separarse de mi y ahí estaba yo con mi polla dura como una roca apoyada en su entrepierna, cara a cara, pecho con pecho, me quito las dos copas que llevaba en las manos y las puso en la barra y comenzó a besarme. Mis manos se fueron directas a sus tetas y a su culo, ella me dijo que creía que no me iba a lanzar nunca y eso me dio riendas sueltas. Allí en medio de todo el barullo de la barra, nos metíamos mano, cuando me di cuenta ella tenía su mano acariciándome el cipote por fuera del pantalón y comenzó a bajarme la cremallera, metiendo su mano dentro de mis calzoncillos y acariciando mi rabo.

Le saqué la mano y le dije que nos fuéramos de allí a un reservado o al coche y ella decidió que nos fuéramos al coche.

Al ser amigo de Juan mi coche lo aparco en la zona VIP de la discoteca, era una zona reservada a unos cuantos y no había demasiada gente por allí. Mientras yo abría el coche ella con la borrachera se quitó las bragas y me las puso en la cara, estaban empapadas, su olor a almizcle me puso todavía más cachondo. No me dio tiempo ni siquiera a sentarme en el asiento trasero del coche cuando mi polla estaba en su boca y experimenté lo que es una garganta profunda, tengo un miembro un poco grande para el gusto de mi mujer,23 cms, pero para ella no era un problema, su garganta hacía maravillas con mi glande, yo notaba como dilataba su garganta y hacía que entrara más en su boca, prácticamente desaparecía dentro, no tuvo que mamar mucho tiempo y cuando estaba apunto de correrme, se lo hice saber y ella apretó mas mi polla contra ella corriéndome directamente en su garganta, es para probarlo no puedo describir la sensación.

Ella se puso a cuatro patas y me dijo que le comiera el coño, estaba rasurado y era de un color rosa claro, yo quise corresponderla y le metía mi lengua todo lo que podía, su clítoris era enorme y más que comerle el coño parecía que le estaba haciendo una mamada también, le encantaba que con mi lengua le pegara lametazos mientras ella se metía poco a poco su dedo corazón en su culo, después de lubricarlo con sus propios jugos.

Mi polla no tardó en reaccionar otra vez y cuando me dispuse a metérsela en su coño ella dijo que no, que prefería por el culo, yo al haber visto que se metía un dedo, creía que ella ya estaba acostumbrada a ello y no lo hice con cuidado. Apunté con la punta de mi miembro en la entrada de su puerta trasera y de una embestida se la metí entera. Ella gritó de dolor y dos lagrimas salieron de sus ojos, la he roto pensé yo, pero no, instantes después comenzó a moverse con un ritmo que hacía que mi polla, entrara y saliera casi entera. Ella comenzó a tener varios orgasmos seguidos y yo seguía aguantando como un campeón. Mientras la enculaba una mis manos no dejaba de frotarle ese mega clítoris y de meterle varios dedos en su coño, yo estaba a punto de correrme, pero no quería hacerlo en su culo, quería hacerlo sobre sus tetas, así que se la saqué viendo como su culo estaba totalmente dilatado, tanto que casi entraban cuatro dedos, le dí la vuelta y comenzó a meneármela, corriéndome en sus tetas, limpiándome por completo el sable y dejándolo listo para su uso.

Los dos nos quedamos exhaustos en el sillón trasero de mi coche y le dije que la llevaría al hotel, que sus amigas estarían preocupadas por ella, y me dijo que sus amigas también habrían hecho lo mismo que nosotros y que probablemente si no estaban follando por ahí lo estaban haciendo en el hotel.

Camino del hotel ella no dejaba de tocarme la cara y acariciarme la pierna, le pregunté que si no se había quedado satisfecha y me dijo que sí, pero que el sexo nunca sobra. Yo estaba ya agotado y mi intención era de dejarla en el hotel y marcharme para casa y dormir. Yo libraba ese fin de semana y le dije que hasta el lunes no la vería más, a lo que ella me contestó que eso no era posible, que tenía que verme, que se lo había pasado muy bien y que le había dado lo que su novio no le daba y no podía dejarme escapar y me ofreció tomarme una copa en su habitación del hotel. Para mi era bastante engorroso el asunto, podrían verme los compañeros y se podría correr la voz que yo estuve en la habitación del hotel con una clienta y la política del hotel era de no mantener relaciones de ningún tipo con clientes, salvo las profesionales. Así que le dije que se fuera para su habitación y que yo subiría por el ascensor de servicio, que no me vería nadie con un poco de suerte.

Cuando llegué a la habitación, la puerta estaba abierta, entré en ella y estaba dormida en la cama como un angelito de 18 añitos (lo que era). La desnudé le puse un pijama que encontré en su equipaje y le eché una sabana por encima, dejándole una nota en su mesita de noche despidiéndome de ella y con mi número de teléfono. Salí al pasillo y de una de las macetas decorativas que había en él, cogí una rosa y la puse con la nota, saliendo de la habitación dándole un beso en los labios de buenas noches.

A la mañana siguiente me llamó….. Pero eso es otra historia. CONTINUARÁ