Este es mi primer relato, en realidad lo dude mucho y aun hoy lo hago, por eso me gustaría leer sus criticas, les advierto que no es un relato 100% sexo!! Como todos prometen cuando escriben algo.

En la antigua ciudad de creta en el siglo IVac se llevaba a cabo el festival en honor a Minos, este incluía: bellas doncellas y esculturales mancebos dignos de los dioses; nuestro personaje es un joven de 23 años que participaba en dicho festival, sobre salía entre los demás por su figura, ojos de un color ocre , pelo castaño, y un cuerpo que envidiaba el mismo Apolo, 95kg de solo músculo, pectorales, abdominales, bíceps, cuadriceps, abductores, tríceps, glúteos y... cada uno conservaba la proporción con el otro, al punto tal que la multitud se concentraba más en como se le marcaban cada uno de estos al caminar que en el mismo espectáculo, pero como no fijarse en él, si cuando saltaba frente al toro, sus músculos parecían reventar, pero aun no he mencionado su nombre, este cuerpo le pertenecía a Andrino, hijo de un Falange, Engeryx, próximo a escalar en el rango militar a Centurión.

Andrino a cavaba de terminar su presentación cuando un mensajero se abrió paso entre la multitud, la que se apartaba al ver que este venia con una capa roja y una pluma negra; Todos sabían que lo que diría no era bueno... pero una flecha traspasa la tensión que allí se respiraba, aun más disipo las dudas; estaban siendo atacados, pronto solo se escuchaban los gritos de la muerte, los gemidos de las mujeres siendo violadas por los invasores; solo se veían cuerpos inertes en el piso y los pocos que habían sobrevivido eran subidos a los barcos como parte del botín... seis horas más tarde llegó la legión cretense, demasiado tarde, no había nada que salvar... mientras tanto en uno de los barcos se encontraba Andrino, reducido y degradado a "botín de guerra" en una sala obscura del navío atado por las manos a una viga del techo y por los pies al piso mismo, extrañamente allí solo estaba él, mientras que en las otras había por lo menos 40 personas; aun no había acabado de despertar, cuando sintió, que alguien se le acercaba, abrió con dificultad sus ojos y vio una silueta de una persona, que por su contextura dedujo que era un hombre; y no se equivoco era Tarxon el comandante del ejercito enemigo, que como todo militar poseía un cuerpo musculado, bronceado por el sol y con las huellas de la guerra en se pecho, 99kg de puro músculo, que se aproximaba lentamente, como un tigre asechando a su presa, se detiene, alza una mano y el salón se llena de luz. Allí se pueden ver a dos hombres frente a frente, uno Cretense, exhausto, atado, debilitado, semi-consiente y semi-desnudo; el otro, Espartano, viril, fuerte, vigoroso, consiente, armado y semi-desnudo. Ambos cuerpos estaban transpirando, y el de Andrino aun más, Tarxon empuño su lanza y la dirigió al pecho del cretense, este cerro instintivamente sus ojos, pero se sorprendió al sentir como esta, recorría y le daba forma a sus pectorales, a sus tetillas, a sus abdominales, a su ingle y de repente sintió como el frió metal le destrozaba la única prenda que traía consigo, una tela que hacia las veces de interior.

El silencio reinante se rompió con la voz imponente del Comandante:

T-Realmente eres hijo de Engeryx, tu imponencia y tu.....cuerpo me lo confirman- se queda dándole vueltas cuando se escucha un metal caer en el piso, la yunta, lo único que traía puesto el espartano, a caído al piso- Y dime, como sigue tu padre, después de ...

Estas palabras dejaron desconcertado a Andrino, no esperaba que conociera a su padre, y esta ultima frase no la había comprendido aun, cuando sintió como sus genitales eran apretados por una dura mano de su opresor y antes de que pudiera reaccionar la otra le pellizcaba sus pezones. Intento defenderse, pero todo fue en vano, por un lado estaba atado, y así no lo estuviese, el combate lo había dejado sin fuerzas y con una herida en diagonal en su pecho, que cada minuto ardía más. Como no articulo palabra el captor prosiguió, esta vez cogió de un caldero del salón una sustancia viscosa, que apenas comenzaba a enfriarse, pronto el olor delata que dicha sustancia era miel, la misma que fue vertida lentamente sobre los hombros del ahora indefenso Andrino, y esparcida por todo su cuerpo por las manos toscas del comandante espartano. Andrino sentía como la miel quemaba su cuerpo, a ello se le sumo que ya no sentía casi sus extremidades, sus genitales le ardían por la presión que ejercía una de las manos de su captor. Andrino pronto supo el significado de aquella frase, y quiso hablar, pero la otra mano de su captor se lo impidió...

T-No podrás impedir lo inevitable, esta noche serás mío como ningún otro hombre te haya poseído- Aunque en la época el bisexualismo era común, el ser tomado a la fuerza era deshonroso; por lo que Andrino intentaba huir, además al agachar la cabeza miro hacia el centro de su agresor y sé encontro con un miembro de no menos de 27cm de largo y 7cm de ancho, que parecía tener vida propia, lo que lo asusto mas aun-

Tarxon al ver que su victima no poseía fuerza alguna se dispuso a ponerlo en su litera, lo amarro a los costados de esta y empezó a lamer cm a cm la piel de Andrino, que poseía un sabor extraño debido a la mezcla de miel con sudor, este acto, dio en el blanco, ya que Andrino fue traicionado poco a poco por su cuerpo que empezó a dar signos de excitación, sus pezones se endurecieron, su piel se encrespaba y entre sus piernas una gran bestia fálica cobraba vida, una masa de carne de 20cm de largo por 5cm de ancho y aun no llegaba a su clímax, por lo visto él también disfrutaba y Tarxon no demoro en darse cuenta.

T-Con que tú eres el hombre, el macho, el orgullo de Creta, que dirían tus conciudadanos si nos viesen en estas, mientras tanto su boca dejaba de lamer y empezaba a dar ligeros mordiscos que cada vez eran más fuertes, sus manos empezaban a descender a los bien formados glúteos de Andrino, sus ojos revelaban sus intenciones y más aun lo hacia su miembro.

A-Aun...ufff..fff.ahh..aun lo.... aun lo soy – Y sacando fuerzas de donde no las poseía e invocando a los dioses empujo a Tarxon, aunque su cuerpo le pide a su mente que no lo haga, porque ambos lo están disfrutando,

La escena era ahora aparentemente distinta, Tarxon, desnudo en el piso, extrañamente calmado, controlado, sorprendido ante la reacción de Andrino, pero ahora más excitado; y Andrino, de pie frente a él, desnudo, con su musculoso pecho, extendiéndose y contrayéndose aceleradamente, exitado y como en trance; antes de que pudiera reaccionar, el navío fue sacudido por un fuerte golpe y mando a Andrino a los fuertes brazos de Tarxon, quien lo sujeto con sus manos lo abrazaba tan fuerte que sus brazos parecían estallar, Andrino intento alejarse, pero fue en vano.

T- Te las querías dar de muy macho, pero mírate, te lanzas como vaca en celo ante su semental, a demás se ve que la idea de ser mío no te es para tanto indiferente o si- termino de hablar, con una mano agarro con mucha más fuerza que antes los testículos, como si quisiera estrangularlos, y con la otra cogió la cara de Andrino, Este gritaba de dolor y desesperación.

A-Noooooo...... no más...... detente.... aghhhhh...................

Tarxon extrañamente se detuvo, se agacho frente al imponente falo de Andrino, lo contemplo por unos instantantes, y lo empezó a lamer desde la base asta la punta, lo rodeaba con su lengua, le daba mordiscos, descendía, devoraba los testículos, volvía a subir, y sin más preámbulos se engullo esa gran masa, la chupaba, la succionaba, en resumen la devoraba, parecía un becerro mamando de su madre. La desesperación, por primera vez se apodero de Tarxon, estaba ansioso de recibir la simiente de andrino.

Andrino no se pudo contener por mucho tiempo y allí estaba, arrodillado tirado de espaldas, apoyándose con sus manos para no caer, y por primera vez gritando de placer, que era provocado por la liberación de una sabiduría blanca y viscosa.

T-Aghhhh........es todo un manjar de los dioses, tu simiente es la mejor que he probado, es incluso mejor que la de tu padre, juraría que es mejor que la de febo Apolo-En ese instante los cielos tronaron indicando que el dios se había enojado-Ya viste me tiene envidia y tendrá más por que ahora tu serás mío. Tarxon se paro y ato a Andrino antes de que este saliera del trance en el que había quedado, lo puso de espaldas y descendió con su boca por la línea cervical, y llego a la línea de fuego, descendió aun más, separo con sus manos las nalgas y empezó a recorrer con su lengua el ano que era como un campo de batalla, en donde el enemigo, al principio impuso todas sus fuerzas, las mismas que desaparecían en cada contacto con la lengua, y lentamente derribo la primera muralla, apenas sintió que el ano ya estaba lo suficientemente lubricado se puso de pie mordió la oreja de Andrino le apretó sus pectorales y enterró su descomunal ariete cm a cm, Andrino gemía a gritos de dolor, y reforzaba sus defensas intentando impedir la entrada de ese miembro en su ciudad, en sus entrañas, pero al igual que creta poner resistencia solo significaba más dolor, y cuando sentía que todo había pasado Tarxon retomaba la invasión y volvía a atacar, esto lo hacia para que la situación no se tornase tan dura para su victima, pero llego el momento en que sintió las ganas de ver dolor, sangre, las misma que se sintió al atacar a creta, fue hay en donde reunió todas su fuerzas y de una sola arremetida toco fondo, a tal punto que levanto a Andrino del suelo, mientras el se aferraba a la viga del techo y gritaba, llorando más aun que los caídos en combate, y Tarxon lo tenia ensartado a su miembro, como un soldado que durante una larga lucha logra matar a u enemigo empalándolo con un jalón, y lanzando un sádico grito de jubilo como aquel que gana una batalla. En un instante sin embargo; Andrino entro en un trance silencioso, el invasor había entrado ya a la ciudad y ahora estaba el palacio, Tarxon, había tocado la próstata. Finalmente inicio el saqueo. empezó a embestirle con rapidez, con movimientos ligeramente rotatorios, buscando de nuevo trance que le sobrecogió cuando lo empalo por completo. Pero Andrino seguía gimiendo y ahora se mordía los labios como si lo estuvieran apuñalándolo, así que Tarxon se olvido del altruismo y paso de las embestidas largas y arremetidas contundentes, que hacían al Cretense sacudirse al recibir todo el impacto y sus músculos temblasen brevemente en cada arremetida. Poco a poco, el pobre hombre, se resigno y su respiración se coordino con los movimientos pélvicos del Espartano, el que no tardo en reconocer, por la forma en la que arqueaba el cuello y espalda ante al contacto de su falo con la próstata, al igual que como los muros del palacio se estremecen ante las embestidas de un ariete; incluso sus nalgas ascendieron para que las embestidas llegaran más cómodas y profundamente al lugar en el que el dolor se combertia en placer.

Pero los dioses aun furiosos atacaron de nuevo, esta vez tan fuerte que el navío retumbo, los dos hombres fueron separados y enviados a polos opuestos de la sala, y allí estaban de nuevo en el piso, uno con sangre y los símbolos de la victoria en alto en su falo, de espaldas y asombrado ante lo sorpresivo de la situación; y el otro acostado de espaldas, con su ano adolorido por la sorpresiva retirada del enemigo y con una inevitable angustia por lo ocurrido.

Y de nuevo el navío se sacudió, esta vez el estruendo era mayor, era el que se produce ante al encuentro de armas de guerra cuerpo a cuerpo, pronto, ante la puerta del salón, se presenta un soldado agotado y con heridas recientes en su cuerpo. Por un momento se queda contemplando la escena, pero recuerda a lo que ha venido

S-¡Capitán, capitán, nos atacan, un tirreme, capitán, son hoplitas y falanges al servicio del centurión...!

El soldado abre lo máximo sus ojos y cae al suelo mientras las moiras recogen su alma y una silueta se dibuja encima del cuerpo inerte.

?-Mi nombre no puede ser ensuciado por este hombre, a demás creo que los dioses lo necesitaban.

T-¡Centurion!.................... ¡Engeryx!

A-¡Paadree...AGHHH...!