Comenzare por decir que soy profesor de matemáticas de una escuela de la ciudad de México, hace un par de años cuando yo era nuevo me enfrentaría a una situación que siempre consideré que era un mito. La escuela en la que imparto clase en ese entonces era de puras mujeres, y si algo era notorio era como muchas de las chicas coqueteaba con algún profesor, al ser yo el profesor mas joven que se encontraba en ese lugar siempre procuraba mantener bien definida la relación alumna-maestro para no tener problemas con la dirección.

Entrando de lleno al relato ese era un día solo de entrega de calificaciones, llegué 5 minutos antes como era mi costumbre y ya estaban reunidas varias de las chicas del salón, era obvio su nerviosismo, varias de ellas dependían de esa calificación para su pronto paso a la universidad (olvide decir que eran de 6° de preparatoria), ya al último llegaron las 5 chicas, las mas problemáticas del salón, de entre ellas 3 estaban reprobadas, lo cual no era nada nuevo ni nada sorprendente, una vez dada la sentencia... perdón, dada la calificación se retiraron y me quedé guardando los papeles para poder bajar a la cafetería ya que ese piso ya estaba totalmente solo.

En ese momento entro Karen, quizá una de las peores alumnas que he tenido y antes de que yo pudiera preguntar que se le ofrecía ella dijo "cuanto por pasarme?", esa era una de las peores faltas que se pueden llevar a cabo en una escuela, le dije que podían expulsarla definitivamente por esa acción, a lo que ella simplemente respondió que no importaba ya que de cualquier forma si no pasaba esa materia sería expulsada y no podría seguir en la escuela, en ese momento recordé que esa chica estaba condicionada y que lo que me decía era completamente cierto, solo me quedó agregar que ella se lo había buscado.

Nuevamente tome rumbo a la puerta dejándola atrás y ella volvió a preguntar "y si le doy esto?", al darme vuelta pude ver como agarraba sus pechos, se acercó hasta mi y puso su mano en mi poya por sobre mi pantalón, el acto me tomo tan de sorpresa que no supe como reaccionar, tengo que mencionar que Karen a pesar de ser una chica de 19 años su complexión es como la de una colegiala de 15 por lo que muchas de sus amigas le hacían burla diciéndole que los salones de enfrente eran los de secundaria, a todo ello hay que agregar que tiene un gran cuerpo pechos medianos y redondos, cintura pequeña, caderas y piernas bien torneadas, su cara era la de una niña con ojos amielados, de pelo castaño al hombro.

Ella, al ver que no había respuesta por mi parte dio dos pasos hacia atrás y comenzó a desabotonarse la blusa de su uniforme, se la quitó se dio media vuelta y me dijo si no le ayudaba a desabrochar su bra, la visión de ella ahí parada era alucinante, se veía realmente bella y sensual, en ese momento olvidé todo sobre mis principios de las relaciones con alumnos, cerré la puerta del salón y me acerque justamente para ayudarle a desabrochar su bra, los tirantes del mismo bajaron por sus hombros y al tiempo que acariciaba su piel lo deslice hasta quitarlo, se dio vuelta y pude ver unos hermosos pechos con aureola pequeña y con sus tetillas bien paraditas (quizá por el frío del salón), ella por su parte des abotonó mi pantalón y lo bajo rápidamente junto con los boxers que traía.

Tomó mi poya con sus manos y tras un instante de duda se la llevó a su boca, su legua recorría cada parte, haciendo pausas momentáneas en la cabeza para luego bajar casi hasta su base, poco a poco mi miembro fue tomando su mayor tamaño, le dije que parara, la llevé hasta la silla del escritorio donde me senté, metí mis manos por debajo de su falda le quite las pantaletas que traía (esperaba encontrarme una tanga pero no fué así), en ese momento ella dudó, creo que pensó que bastaría con la mamada que me dio para que yo la pasara, pero yo ya estaba muy excitado, y quería mas de ella y tras dedear un poco su concha la acomodé para sentarla viéndome de frente y con sus piernas abiertas, una de cada lado, coloque mi poya en la entrada de su vagina y la fui empujando poco a poco hasta que ella quedo completamente sentada sobre mi, se quejo un poco, pero eso me excitó mas.

Tenía su pechos frente a mi los cuales empecé a chupar mientras mis manos pasaban por todo su cuerpo, desde sus piernas pasando por sus caderas, espalda y pechos, poco a poco iba moviéndola mas rápido para que mi poya pudiera entrar y salir, la expresión de ella era entre dolor y placer y como que empezaba a cooperar mas, yo le dije que se relajara y que lo disfrutara mientras seguía subiéndola y bajándola en mi poya.

Me levanté junto con ella para que ella se apoyara contra la pared, me acomodé detrás de ella y seguí penetrándola desde atrás, con una mano agarraba sus pechos y con la otra estimulaba su clítoris, en un momento ella gimió un poco fuerte indicándome que había tenido un orgasmo, eso me estimulo a mi también, saqué mi poya y tiré toda mi leche que calló casi toda en la pared y un poco en sus piernas y falda.

Estábamos respirando un poco cuando me di cuenta que aún no perdía la erección y que seguía tope así que decidí ir por su culo, la volví a colocar contra la pared, ella preguntó con un tono un poco irónico que si aún no era suficiente a lo que yo le respondí que apenas venía la verdadera prueba para su calificación, levanté su falda y busque su redondo culito con mi poya, ella al darse cuenta hacia donde iba dijo que por ahí no, que una vez lo intento y que le dolió mucho, tomé un poco del semen que quedaba en mi poya y en sus piernas y lo unté en su culo, le dije que estuviera tranquila y que se relajara, acomodé la cabeza de mi poya y empecé a poner presión, estaba entrando poco a poco, ella se quejaba ligeramente, hasta que de pronto se deslizó todo mi miembro hasta el fondo, ella se quejo un poco, la tome por sus pechos y espere a que terminara de dilatarse su ano, cuando sentí que estaba mas tranquila empecé con mi mete y saque, primero despacio y después con mas velocidad, ella seguía quejándose, pero no ponía ninguna resistencia, mas bien creo que lo estaba disfrutando y nuevamente al igual que en a primera ocasión con una mano agarraba sus pechos que se movían rítmicamente y la otra metía un par de dedos en su concha.

Seguía envistiéndola mientras le besaba su cuello haciéndole pequeños chupetones, cuando sentí como se estremecía mi cuerpo con un fuerte orgasmo, esta vez descargando todo mi liquido dentro de ella, aun no terminaba cuando también ella gimió con fuerza nuevamente y veía como todo su cuerpo se tensaba, habíamos terminado casi al mismo tiempo, tras unos segundos saque mi poya, tome un pañuelo y me limpié.

Agarramos nuestra ropa, nos arreglamos lo mas que las circunstancias lo permitían y le dije que le cambiaría la calificación pero que solo le pondría un 6, ella mostró un poco de enojo pero le dije que era para que no fuera notoria la ayuda, ella dijo que estaba conforme y que lo había disfrutado que quizá podríamos repetirlo en otras condiciones yo solo reí y la despedí.

Hoy en día nunca falta la chica desesperada y la oportunidad de mi parte de cambiarle su calificación a cambio de sus favores, pero esos serán otros relatos.