Como escritor de relatos siempre he buscado erecciones en mis lectores y humedades en las lectoras y por los mails y mensajes que he recibido creo que la mayoría de las veces lo he logrado. Para colmo, gracias a ellos, he conseguido vivir muchas excitantes aventuras virtuales y algunas reales que me han sido muy gratificantes. Debo de ser un tipo con suerte. Toda la gente que ha contactado conmigo me ha parecido encantadora, educada y sensual. Con eso mi objetivo se ha visto cumplido.

Siempre me la ha sudado el Top100. Cuando he votado ha sido para hacerlo por los relatos que me gustan y me excitan o para condenar con un terrible a tanto escritorzuelo aficionado que se pavonea por estas paginas pero la cosa, creo, ha llegado a unos limites que me parecen nauseabundos.

Propongo la abolición fulminante del Top100. A tenor de lo que observo cada vez parece más un patético ranking de vanidades frustradas. Los mas insufribles autores de esta pagina, esos que prostituyen su génesis erótica original con vanos intentos literarios y frugales ejercicios de su mas que dudoso talento (si este talento existiera sus microgilipolladas y ejercicios literarios estarían en los escaparates de las librerías) han montado una confabulación de mediocres para acaparar los puestos punteros que satisfacen a sus egos en ebullición votándose mutuamente. ¿Cómo si no es posible que insufribles relatos que no lee ni Dios (menos de mil lectores) acaparen estos puestos?

Llevo algún tiempo leyendo los habituales lamentos de aquellos que no enganchan con los lectores achacándoles a estos su ignorancia y falta de sensibilidad cuando no cosas peores y la verdad es que la cosa apesta.

O hacen un ranking con los relatos mas leídos y punto o continúan con el top100 por categorías que es una magnifica forma de orientar a los lectores que no pueden estar todos los días consultando la pagina y temen perderse algún relato interesante. Pero el ultimo repaso que le he dado al referido Top100 para ver como estaba la cosa de relatos nuevos me ha causado estreñimiento y me alegro de ello, hablo de estreñimiento en contraposición con las diarreas mentales y pseudoliterarias que infectan el ranking referido, absolutamente devaluado y desacreditado.

¡Que lo quiten coño!