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Eva

en Interracial

EVA

Eva tiene 21 años, es una chica universitaria, maja, simpática y agradable además de ser una rubita guapa e interesante, mide un metro sesenta y cinco, más o menos, el pelo lo tiene liso, bonito y siempre cortado a media melena, usa gafas de pasta negra, detrás de las cuales se esconden unos ojos verdosos bellos, no tiene mucho pecho, pero tiene un bonito trasero y unas piernas delicadas y elegantes.

Tiene novio, que se llama Javi, también tiene 21 años y el problema que tiene, es la edad. Alardea de tener en la palma de la mano a Eva.

Yo me llamo Álvaro y soy el amante de Eva, pobre Javier, soy más mayor que ella, tengo 35 años y puedo asegurar que Eva es un volcán en continua ebullición, nuestros encuentros son buenos y como no puede ser de otra manera nos ceñimos a lo puramente sexual. Follamos como si la vida se nos fuera a ir mañana, es una muchacha curiosa y me gusta saciar su curiosidad sexual.

Cuando las noches de los viernes o sábados, Javi la deja en su casa alegando que sus padres no la dejan salir hasta más tarde, ahí estoy yo para llevármela y follarla, ya que Javi es un poco inexperto.

A Eva le gusta prácticamente de todo, sexo oral, anal, que fue de lo primero que me pidió, y sobre todo lo que le gusta es que le coman el sexo, si consigues llevarla al orgasmo así, la tendrás toda la noche rendida para follarla como quieras durante lo que reste de noche.

Eva no deja de sorprenderme, me pidió ir a un pub liberal, la primera vez que fuimos, observamos simplemente, se cortó de liarse con otro tío, pero en las siguientes ocasiones, probó, y le gustó tanto con tíos como con tías, es más reconoce abiertamente su bisexualidad, bueno conmigo claro.

A veces incluso me da un poco de miedo, hace unos meses me hizo una proposición, se quería acostar con un negro, eso si, tenia que tener un falo descomunal. Al principio dudé y le insistí en que si estaba segura de lo que quería. Cada vez que fallábamos me susurraba al oído las ganas que tenía de meterse una buena barra de chocolate para el cuerpo. Accedí y la dije que no se preocupara, que tendría su ración de carne negra.

Comencé la búsqueda poniendo anuncios en revistas liberales y de contactos, también inserté algún anuncio en páginas web dedicadas a estos usos. Tuve bastantes candidatos, lo que sucede que no todos cumplían los requisitos, sobre todo el de ser negros, al final aparecieron un par de candidatos que cumplían las expectativas.

Quedé con ambos y la verdad que parecían majos y sobre todo agradables, por las fotos que me enviaron tenían buenas herramientas, sobre todo era el grosor de sus falos lo que me llamó más la atención ya que en longitud no parecían ser nada excepcional. La elección se planteaba difícil, así que en una decisión salomónica decidí que los dos se la follarían a su antojo, quedé con ambos, se lo propuse y aceptaron, por supuesto a Eva no la diría nada, ¿no quería negro? Pues iba a tener ración doble.

Emplacé a nuestros amigos para un sábado tarde, cuando se lo conté a Eva, me abrazó y se puso muy contenta, yo para mis adentros me reía y pensaba en lo que se le iba a venir encima, aunque habíamos hecho tríos e intercambio de parejas, ella aún no había probado la doble penetración, y en esta cita la iba a probar bien probada.

Quedé con Eva como siempre en mi piso para tomar algo, uno de nuestros amigos ya estaba en la casa, concretamente en la habitación de invitados, escondido para unirse a la fiesta cuando se le pidiera. Ella llegó, estaba nerviosa y excitada, tomamos un refresco esperando al otro invitado que en teoría era el único que vendría.

Llamaron al timbre y pasó nuestro amigo, se lo presenté a Eva y nos pusimos a charlar animadamente, el chico fue al baño y ella me dijo que había acertado de pleno comenzó a besarme, empezamos a sobarnos, cuando vino del baño y nos vio así, sin dudarlo un momento se unió a la fiesta, empezó a tocarle las tetase y el culo, Eva se desnudó y el también, cuando se bajó el pantalón se adivinaba un falo de buenas dimensiones, Eva se arrodilló delante de el, le bajó el slip y cogió una polla tremendamente gruesa, soltó una risita nerviosa y dijo: "no se si esto me va a entrar y si me entra me va a reventar". Yo por mi parte me senté en una silla y me dediqué a ver como recorría con su lengua aquel cuerpo de ébano, me comencé a masturbar.

Eva se metió el falo negro en la boca, lo chupaba y lo lamía con fruición, el respiraba fuerte y gemía. A pesar de su juventud, Eva estaba consiguiendo que el negro estuviera al borde del éxtasis casi sin haber empezado a hacer nada, ella tenía las riendas de la situación. El moreno le separó la cabeza de la polla viendo que si seguía así se correría y el quería ensartarla, el se sentó y ella se puso encima de él a horcajadas, agarró su pene y lo dirigió contra su sexo, fue bajando poco a poco hasta que lo tuvo bien metido hasta los huevos.

Ella gemía y decía que la partía en dos, que la dejara y le sacara aquello que la había metido, pero ya era tarde, el negro con sus manos la tenía agarrada de la cintura y la movía a su antojo, ella solo podía decir: "joder, joder, joder" gemía y gritaba, el negro la verdad que aguantaba bien, porqué no correrse en aquel angosto canal, tenía su mérito.

Me acerqué a Eva por detrás y le pregunte que si le estaba gustando aquello y que le parecía si yo me unía a la fiesta, ella entre gemidos dijo que sí, la miré y le dije: "me gustaría unirme pero hoy voy a ver como te parten en dos y esto no ha acabado aquí", ella me miró extrañada, salí del salón y fui a buscar al otro invitado, cuando entré con el otro negro desnudo puso una cara tremenda y me dijo: "¿Qué me vas a hacer cabrón?, mientras seguía cabalgando la otra polla, el otro chico al ver la escena tuvo una erección tremenda y vi que el príapo que gastaba era superior al de su compañero, este tenía una tranca brutal, se acercó por detrás con un poco de gel lubricante y le untó a Eva el culito. Calculó, agarró su pene y enfiló hacia el agujerito de Eva, al notar aquello, empezó a gritar que la reventaba y que parar, pero el negro no tuvo compasión y de un par de embestidas la empaló, a Eva se le salían los ojos de las órbitas , el negro de delante se retiró y le puso la polla en la boca, Eva que antes no había saboreado semen se encontró con unos generosos chorros que el negro la dedicó, al tener la polla en la boca los chorros le debieron de llegar hasta la nuca y Eva tuvo un par de arcadas, el negro se retiró de ella mientras tragaba la leche y el otro le daba unas embestidas cada vez más bruscas, este sacó su falo negro y brillante de su culo, la puso boca arriba y la comenzó a follar, el agujero del ano estaba dilatado, era tremendo lo que había recibido la pobre, seguía gimiendo y gritando, que parar, la verdad que el segundo invitado con la polla que tenia la estaba taladrando a base de bien, este siguió hasta que notó que se iba a correr, saco su falo y le echo la leche en sus tetase, la cara que puso Eva al ver aquello fuera de su cuerpo fue de alivio.

Quedó tirada en el sofá, los dos invitados se vistieron y se marcharon, ella se fue a duchar, estaba perdida de semen. Cuando salió del baño, me dijo que era un cabrón pero que nunca había tenido tantos orgasmos como en esa tarde y me beso.

Eva y yo seguimos siendo amantes.